Por más que el pelinegro intenta calmar su nerviosismo durante las compras para Lila con Leslie, ella se da cuenta.—¿Estás bien? —cuestiona preocupada.Se ha dado cuenta que Dorian es una persona que no luce agitada o se toca mucho el cuerpo como la nuca o el cabello, y no ha dejado de hacerlo, como si algo estuviera alterándolo.—Sí, pequeña. ¿Ya?La rubia decide creerle, tal vez es su mismo cansancio emocional que la hace ver cosas. Salen de la tienda con las compras, y al llegar al hospital, Dorian decide que es momento de hablar.—Eh… Leslie… —La mira, y se rasca la nuca—. Necesito verme con Kris dentro de media hora.Ella lo examina. ¿Por qué parece que algo anda mal?—Bien… —se ríe un poco, incrédula—. Pensé que no querías dejarme sola.Dorian hace una mueca liberando la tensión mientras la abraza y pega a su pecho. Ambos suspiran y él besa su coronilla.—No quiero pero es un compromiso. Debería regresar en la madrugada, ¿tienes algún problema?Leslie sacude la cabeza, aunque s

Son las seis de la mañana cuando Leslie escucha a Lila llorar de dolor. La rubia se despierta alertada, nerviosa, pero se da cuenta que solo es la enferma haciendo sus curas, y sus ojos se llenan de lágrimas. Lila le toma la mano, sin fuerza por el dolor, se siente agotada y quiere volver a sentir su pecho tranquilo. Quiere estar bien para su bebé pero piensa que no es lo suficientemente fuerte. Se desmaya por el dolor en su intimidad y rápidamente llega el doctor. Ambos en el caso de Lila ven las máquinas, mientras Leslie solo se concentra en los latidos de su corazón y mantiene la mano sobre la barriga de su mejor amiga, dándole calma al bebé. —Ella estará bien —le asegura el doctor—. Los antibióticos para prevenir alguna infección le darán más sueño del normal, así que tranquila. Leslie se despide de ambos, y se lleva las manos a la frente, dándose cuenta que tiembla un poco por los nervios que ha generado despertar así y todo lo demás. Su estómago ruge, así que sale de la ha

Las razones por las cuales Dorian había mentido eran obvias. Ya había grabado una película pornográfica antes, y las grabaciones se podrían tardar alrededor de una semana, depende de la localidad o tipo de historia.Necesitaba tiempo sin tener que preocuparse por mentirle todas las noches, así que una sola mentira basta. Hasta que al terminar la grabación tenga que decirle que lo han despedido.No se siente para nada bien siendo un mentiroso, esto se le ha salido de las manos. Pero no tiene salida. Debe cumplir con todo lo que le imponga West.—¿Segura que estarás bien? —cuestiona a Leslie, tomando su rostro entre sus manos.La rubia asiente estremecida por su tacto. Es como si su cuerpo aún reaccionara como la primera vez que él la tocó.—Has sido demasiado lindo con ambas. Vamos a estar bien… —murmura ya sin poderse resistir para besar sus labios.Aunque ella aún se siente abrumada y tímida a su lado, el deseo y la necesidad que siente por él simplemente la sacan de control.Sus lab

—¡Kris! ¿Qué estás haciendo aquí? Tienes que irte, Lila no puede verte… —le dice Leslie, nerviosa.El castaño se cruza de brazos.—Yo no he hecho nada malo, cuñada. Es más, solo vine a… supervisarlas, ¿está todo bien? Dorian me contó lo que pasó y realmente lo siento…Leslie ve la puerta del consultorio, nerviosa de que Lila salga y lo vea. Entonces camina hasta el final del pasillo con él.—Gracias, en serio. Estamos bien, ¿Dorian te envió? —pregunta ansiosa—. No sé nada de él desde hace…—Cuatro días, sí. Joder. Dicen lo mismo.Leslie ríe un poco, avergonzada y con el corazón latiendo a mil. ¿Entonces él realmente la está extrañando tanto como ella?—Bien, pero dime, ¿le dieron ese empleo? ¿Y qué tal?, ¿cómo es?Kris mantiene la mirada en ella, helado por unos segundos. Bueno, él fue enviado allí por Dorian con tres advertencias.1. Mantén dos metros de distancia de ella.2. Elabora una buena mentira sobre el empleo.3. Si pasas los dos metros estás muerto.Bueno, está f

Dorian toma el teléfono en sus manos y lo ve fijamente después de escribirle un texto rápido a Michael. Leslie se acerca a él, el cual se ha sentado en el sofá. Le ha dicho que no tiene el guión en su teléfono pero podía pedirle a otro compañero que se lo enviara. —¿Qué está pasando? —pregunta. Ahora se siente un poco apenada por presionarlo. Ella no quiere ser este tipo de persona que desconfía, tampoco quiere que él la vea así, pero no dará su brazo a torcer. No después de que él se notara tan nervioso. Que él sea un escritor lo mantiene alejado de otras mujeres, ¿verdad? —Se está tardando un poco, quizá porque me odia —murmura con razón. Leslie no quiere preguntar el motivo, se mantiene a su lado, tomando distancia, con el corazón acelerado, viéndolo con el teléfono en la mano, desesperado. Está a punto de decirle que pueden dejar eso para después, porque la verdad es que lo ha extraño mucho y solo quiere abrazarlo, pero un mensaje llega, y rápidamente Dorian le extiende el