Capítulo 42—¡Tú no puedes hacer eso! —Exclame enojada mientras le daba un golpe en el pecho, no permitiría que se lo llevará.—Nosotros teníamos un trato, le darías amnistía a Robin para que se casará con mi hermana —Diego levantó la voz —No se la daré, no puedo, después de lo que pasó con Kevin, y de su escape necesito resultados, entregar al caballero de la Luna es lo mejor—¿Escapó? ¿Que dices? El murió en la cabaña, Robin lo noqueó, no es verdad que escapó ¡Quieres protegerlo porque es tu hermano!Augusto me toma del brazo—Escapo, entraron a buscarlo y no estaba, el maldito logro escapar.Me desmorrone por un momento, me arrodille delante de Thomas que abrió los ojos al verme humillada ante el—No te lo lleves, el me salvó la vida, no puedes hacerme esto.—¿Es el? ¿Es el quién te robo de mi? —Thomas gruñe mientras me mira sorprendido.Se que si confirmo sus sospechas el lo encarcelara, sus celos que se ven en ese par de ojos rojos no lo dejarán pensar con claridad—No, pero es

Capítulo 44Robin me contó la historia, de nuevo su buen corazón se hacía presente, intentó rescatar a una loba que estaba en peligro. Lo que no sabía es que solo podía traer serios problemas, y que nosotros estábamos en medio de todo. Decidí hablar con Diego, necesitaba saber qué tan grave era este asunto, él como siempre me atendió con una sonrisa mientras me tomaba la mano dandome pequeñas palmadas.—¿Pasa algo? Desde ayer te noto muy nerviosa.—Thomas me dijo que tu hermana había pedido quitar la solicitud de amnistía.Diego empezó a tomar un poco de agua, me miró nervioso y asintió con la cabeza —Ella esta segura que no se casará, sabes que tengo mucho aprecio por Robin, pero Thomas me repite que solo me dará la amnistía si es para un matrimonio.Era claro que Bárbara y Thomás estaban confabulados, los dos no iban a permitir que Robin y yo fuéramos felices. —¿Qué pasa si no se llega a un acuerdo? Tengo mucho miedo por él, Thomas va a desquitarse en la cárcel y lo torturará.

Capítulo 46Narra Robin No era verdad, ella no pudo dejarme, Mila me amaba, su corazón era fuerte, la lastime mucho para que hubiera tomado esta decisión.La noticia de la muerte de mi tío Augusto, fue un golpe muy duro para los dos, pero siento que al dejarme me culpaba de lo que había sucedido con el.Cómo no hacerlo si yo también me sentía culpable, quizás si nunca hubiera tomado el camino del justiciero, si hubiera asimilado mi deber como Alfa, nada de esto estaría pasando. Los golpes de mi cuerpo, causado por la rabia de los guardias hacia mi, no me dolían tanto como las palabras de Mila al dejarme. Me quedé durante días pensando, analizando cómo podía salir de esta situación, tenía que salir a buscarla. Sin embargo Para mi sorpresa, en aquella celda, recibí una visita inesperada. —¿Que haces aquí Bárbara? No quiero hablar contigo, le mentiste a tu hermano.—Perdoname, Pero él nunca me hubiera creído, William era un hermano para él, y yo siempre he sido un estorbo en su vida

Capítulo 48—Nunca crei algo así se ti, pensé que eras un lobo honorable, que le eches la culpa a mi hermana es una desfallates.—¡Yo no lo mate! Y mucho menos de lo que dices, jamás lastimaria a un lobo para robar, en ninguno de mis golpes cometí tal atropello.—Quizas este fue el primero, pensaste que podía salir bien y no contaste con la astucia de William —Refuta alterado.Diego estaba temblando, creo en el fondo no quería escuchar razones o la verdad.—Ese día llovía, vi a una loba discutir con un lobo, ella pedía ayuda, la auxilie, como dices era astuto y me estaba ganando, pero esa loba me salvó y lo mato, le jure que cuidaría ese secreto y que para todos era mejor que yo me convirtiera en el criminal.—William nunca le haría daño a Bárbara, el la quería mucho daba su vida por ella —empezaba a bajar el tono, pues veía en mi cara la seguridad de mis palabras.—El no la quería, la amaba, el quería estar con ella, Barbara y William fueron amantes, pero ella lo rechazó, creo que se

Capítulo 50Me agarré fuertemente de el, mis fosas nasales se impregnaron de su aroma, podía sentir los latidos de su corazón mientras cabalgábamos y nos perdíamos en el bosque. No puedo escribir la sensación que sentí, volver a tenerlo tan cerca de mí, el vestido blanco se movía con el viento de aquel veloz movimiento.Quería perderme de nuevo en ese mundo de fantasía que los dos habíamos construido, pero la cabeza tiene la labor de racionar, y recordé que yo no podía irme de esa manera. —¡Déjame! Tengo que regresar —empecé a darle golpes en el pecho. Él no me escuchó, siguio cabalgando hasta que llegamos a una cabaña muy retirada de Redmoon, eran unas tierras desconocidas para mí, pero Robin siempre ha decidido un gran explorador. Me baje del caballo, intenté caminar con aquel vestido levantándolo un poco pero solo era estorboso—¿A donde vas? —me preguntó con una sonrisa pícara en sus labios, creo que le parecía cómico verme sufrir con aquel vestido. —¡A casarme! Thomas y los