POV : URIEL.Reduzco la velocidad y detengo el auto igual que todos los días, al recorrer el vestíbulo me encuentro con la nueva recepcionista. Es un chica guapa, y yo me pregunto si tendré tanta vitalidad como para conquistar a una mujer bonita como ella.— ¡Buenos días! — Dije con una sonrisa en los labios, sus mejillas se sonrojaron y solo con ese gesto ya es un punto para mí.— Buenos días, señor.— dice en tono bajo.— Creo que no había tenido la oportunidad de conocerte, puedes llamarme Uriel. — Nos sonreímos hasta que vuelve hablar.— Eso sería un atrevimiento de mi parte. — Negué. — Para nada... Señorita.. — Me quedé a la espera de que contestara.— Greta... — sonreí mientras apretaba su mano.«Mmm... No estás nada mal Greta, aunque me gustan perversas, seguras y delicadas.»— Es un placer conocerte Greta. — Lo hice formal. Estaba listo para ir de cacería.Cuando pretendí subir a mi oficina, observé a mi pequeña y dulce Ness. Recordé lo que sucedió aquella mañana en su departa

POV: ARIANNA. No es extraño que no sienta vergüenza por los últimos acontecimientos, Uriel había cruzado la línea y traspasó la barrera de los límites, no podía creer hasta donde es capaz de llegar por mantener una mentira que a esta altura ya es insostenible. Al principio cuando recibí la llamada de un oficial de policía pensé que se trataba de una broma, pero al confirmarlo con Vanessa y la forma en la que envío a Dafne directo hacia donde estaba Uriel, me di cuenta que en realidad el bastardo se había metido en problemas. Tenía motivos de sobra para odiarlo, pero si no me movilizaba hasta la comisaría para pagar una fianza, enseguida, todos incluyendo a mí suegra Vivían comenzarían a sospechar.Pero lamentable Uriel (el niño de mami) había quebrantado la ley, y lo que debían ser 72 horas se habían convertido en 120 horas, los chicos preguntaban de vez en cuando por su padre, quizás Uriel se había ausentado tanto en la vida de sus hijos que se convirtió en un recuerdo esporádico,

POV: ARIANNA. [Parte III]Lyon tiene por costumbre enviarme su agenda diaria en las mañanas y aunque podría controlarlo y hacer que cruce media ciudad por mi, era mucho más emocionante castigarlo con algo que desea y no puede tener.«Masturbacion Mental» se me forma una sonrisa al recordar los mensajes e imágenes sugerentes que le he enviado.Estoy furiosa con él, no por la manera en que puso a prueba mis límites, sino por involucrar a una mujer como Constanza entre ambos. La forma en que ella lo veía y la excesiva confianza de permitir que ella lo tocase descaradamente me hizo enojar de mil formas distintas. Era evidente que habían tenido su momento en el pasado, quizás cuándo eran más jóvenes. Eso me hizo recordar mí pasado y lo deprimente que era mi vida por querer perseguir a mi esposo y mendigar amor, mi móvil vibró en la encimera, lo tomé y caminé hasta la salida para despedir a mis hijos, hoy su padre pasaría tiempo con ellos.Bizcocho Delicioso (Mío) 9:01 A.M; «Los términos

POV: LYON [Parte II] — ¡Estás loco! — Ari me fulminó con la mirada.— Si a eso llamas la única forma que conseguí para llamar tu atención.Entonces, si. ¡Estoy loco!. — Contesté sin apartar mis manos de su cuerpo, ella tampoco quitó las suyas de mi pecho.— ¡Ja! ¿En serio? ¿La unica? — Respondió con sarcasmo. — Pues te informo que este es es el peor escondite que pudiste encontrar. — Se burló y yo sonreí.— ¡Ay! Perdone, señora Arianna, por no buscarle una isla en las Bahamas para que pudiesemos hablar con tranquilidad. — Contesté sin romper el contacto visual, ella me estudió por varios segundos.— Si vas actuar como un idiota, entonces no tengo tiempo para esto Lyon. — Me acerqué más a ella invadiendo su espacio personal, lo que la llevó a retroceder hasta que pegó su espalda contra la puerta, mis brazos la encerraron entre la madera y mi abdomen.— En primer lugar: Si, tienes tiempo para escucharme, pero no quieres hacerlo, porque lo estás confundiendo todo Ari. — Quería que enten

POV : ARIANNA. [ Parte I]— ¿Cómo va tu embarazo?. — pregunté a Vanessa, para romper el silencio mientras conducía lentamente detrás del auto de Uriel. Con el rabillo del ojo observé a Dafne por el retrovisor, se puso tensa y apartó la vista enseguida, para ocultar su dolor.— Estoy bien, solo que las náuseas no han parado. — Responde Vanessa, que también ha notado la incomodidad en el rostro de Dafne.— Dafne, de verdad lo siento... — Ella se disculpa con Dafne, y esta niega con su cabeza.— No tienes porqué disculparte, Vanessa. No es por ti que estoy así.Lo que sucede es que...Después de tener a mi hija Kristen, intenté quedar embarazada de Uriel, varias veces, pero nunca pude lograrlo. — Añadió. Sentía mi corazón desbocado.¿Cómo pude vivir tantos años con ceguera? o peor aún ¿Cómo demonios pude caer con un tipo así?Estas mujeres no eran un cuelgue pasajero de Uriel, esto era realidad, una patética realidad en la que todas estamos envueltas.Para ellas el juego de Uriel fue v