BENNETT —¿Te comunicaste con Sandra?.—No abuela, yo no me comunique con ella, ella me llamó y no entiendo cómo y porqué pero no me importa— le exijo al chófer que maneje más rápido— !Joder apúrate!, mi hijo naciendo en medio de este caos, no lo puedo creer. Mucho menos entender, me quiero arrancar los ojos para no creer lo que pasa pero no sé puede, debo intentar ser lo más razonable posible y dejar que las punzadas que siento en el corazón no me acaben, hace solo unas horas me sentía el dueño del mundo y ahora acabo de salir de la cárcel, el matrimonio al parecer me odia y el amor quizá no es para un hombre como yo, lo único que me mantiene de pie es mi hijo aún con todo y que necesito hablar con Hellen, alguna maldita razón tiene que haber para todo esto y me bajo rápido del carro corriendo hacia la clínica donde veo a mi papá cabizbajo y a los médicos pálidos haciendo que las piernas me tiemblen temiendo lo peor. —¿Qué pasa?— preguntó viendo las malas caras— ¡¿Qué es lo que pas

JAMES—Maldita sea Sandra ya deja de llorar— la gritó porque me harta— así es la vida, tu mejor que nadie lo sabe y a estas alturas lo único que te debe importar es que el niño ya nació. —Y la niña murió— llora— papá tu me dijiste que ella odiaba a los bebés y por eso te exigió que él no lo sepa, no entiendo por qué. —Fue su decisión y si yo no cedía a eso, ningún niño se hubiese quedado aquí, ya ves que a escondidas los estaba vendiendo, la ambición de esa mujer no tiene límites y aunque Bennett nunca lo debe de saber, hay mucho que agradecerme. —Ha pasado un mes— se limpia las lágrimas— realmente creí que era una buena mujer, es joven pero no una niña, hay que ser muy desalmada para vender a un bebé como si fuese mercancía. Ella que tuvo la oportunidad de tener no uno sino dos los vende como cualquier cosa y yo— solloza otra vez y me desespera— yo daría mi vida por tener un hijo del hombre que amo y no puedo. ¿Y si él me olvidó?, papá yo lo llamé ese día y no le importo. —No es

BENNETT —Para ser un empresario que ha ganado el premio a la máxima categoría de nuestro trabajo no te ves nada feliz, Bennett. —Estoy ocupado papá. —Lo sé pero tenemos que hablar. Exige mi padre, siempre queriendo imponer su voluntad pero en esta ocasión tiene toda mi atención cuando coloca en mi escritorio una revista estúpida, mis ojos se quieren salir viendo todo, no es que no supiera que la prensa de alta sociedad estaría presente, lo que no sabía es que Sandra estaría presente y mucho menos que pusieran que tenemos un hijo. —¡Esto es una mentira!— arrugó el maldito papel— Sandra sabe muy bien que Aldric no es su hijo.La cara me quema y odio cada segundo de mi existencia, insisto y tengo muy claro que sí no fuese por mi hijo mi vida no tendría sentido, salí de un mundo doloroso cuando Sandra decidió sanar como ella dice, perder a criaturas inocentes que crecían en el cuerpo de la mujer que algún día quise con toda mi alma, sin embargo, nada se compara con este sentimiento d

SANDRA—Mi vida es tan absurda. —No digas eso hija, pondrás tus cuadros en la galería más famosa de París, no es fácil llegar hasta allá. —¿De qué me sirve mamá?— veo mis cuadros— no soy feliz, por favor dame tu opinión, por primera vez estando aquí solas, sin la sombra de papá, se la madre que él no te dejo ser. —Nunca estuve de acuerdo con el vientre de alquiler— respira hondo— no fue una buena idea Sandra, dejaste que una mujer joven y hermosa entrará a la vida de un hombre joven, atractivo y poderoso como Bennett. —Yo nunca pensé que Bennett sería así. —Es hombre y realmente no hizo nada malo, tu te fuiste. —Papá me dijo que era lo mejor— me limpio las lágrimas— alejarme de él, hacerlo sentir mi ausencia para… —Para nada hija, ambos tenían que estar juntos en ese proceso, tú ni siquiera te preocupaste en elegir realmente a la mujer que querías que te dé un hijo, todo lo hizo tu padre y has cometido el mismo error que yo y tu hermana, dejar que James Smith maneje nuestras vi

CORALINE —No lo puedo creer, Dios mío. —Es mami, bajó del cielo. Escucho el latido de mi corazón a mil por hora y su hermosa voz que me dice que si estoy soñando no quiero que me despierten, la mirada de él haciéndome sentir miedo y los ojos de los demás sobre nosotros queriendo correr pero aunque quisiera las piernas no me responden. Mi pasado está frente a mis ojos cuando solo vine aquí porque papá me lo pidió, no lo veo por ningún lado y siento que nunca lo había necesitado tanto como ahora, ahora que mi cuerpo tiembla y me concentro en el hermoso niño que me agarra la mano y me mira como si fuese una estatua gritando que mami bajó del cielo. El tacto de mi niño de ojos marrones y grandes me hace caer de rodillas a dónde está tocando con miedo su hermosa cara, la carita con la que he soñado desde el día que salió de mi, me tiembla todo y tocó su cabello cerrando los ojos con miedo, suplicando porque esto sea verdad y lo es, mi pequeño limpia mis lágrimas que caen por sí solas