-Bien, es momento de que hables. - Dije al subirme a la limo. - Tengo preguntas.-Y yo tengo respuestas. - Dijo divertido. - Ah, Carlos. Contratarte ha sido la mejor de las ideas. Carlos, el chofer, le había pasado una camisa de la parte delantera del vehículo.Yo arqueé una ceja mientras esperaba a que se vistiera.-Listo. Dispara, preciosa.-Una muy mala línea para decirle a un policía. - Dije rodando los ojos. - Comencemos con algo sencillo, ¿Cómo fue que pudiste subir hasta mi habitación?-Le llamé al Jefe Jeff y él movió algunos contactos.Eso... sonaba creíble. Después de todo, nuestra placa dorada había sido ganada por él. Tío Jeff debía sentirse en deuda.Asentí.-Ahora, ¿Que es eso de que "ambos" debemos de ir al trabajo?Él sonrió brillantemente.-Fui contratado ayer como policía. Lamentablemente, para que me puedan despedir necesito hacer al menos un día de servicio.Carajo, eso era cierto.El manual decía que el periodo de prueba para un nuevo recluta era de un día mínimo

-¡Joder! - Maldijo Edson casi en mi oído. - Jo, lárgate de aquí. Yo lo distraeré.Quité la vista de esa cosa para girar mi cabeza y mirar al hombre que me apretaba contra su cuerpo.-¿Por qué me iría? - Pregunté confundida.-Lizzie...Mientras teníamos este pequeño intercambio, pude notar por el rabillo del ojo un nuevo movimiento de la criatura.Lo miré y eso... eso simplemente se estaba poniendo de pie como si no acabara de estrellar su cráneo contra el asfalto gracias a la gravedad.Entonces esa cosa saltó hacia nosotros. Mis ojos se abrieron ampliamente ante la impresión cuando abrió la boca y sus colmillos se extendieron como un jodido dientes de sable humanoide.Quizá me hubiera paralizado si no fuera porque la dirección de los ojos se la criatura estaba sobre el cuello de Edson. A la m****a.Edson giró rápidamente usando su propio cuerpo como escudo para mí... pero no fue más rápido que yo al ponerle una bala en esa jodida, fea y peluda cabeza.La sangre salpicó por el callejó

-No sé realmente por dónde empezar. - Dijo viéndose incómodo. - Solo hay pocos humanos que conocen de nuestra existencia; y esos humanos están relacionados de alguna u otra forma con alguno de nosotros.Lo miré con curiosidad.-¿Ustedes procrean con humanos?-Si, aunque las probabilidades de que los niños resultantes sean como nosotros es bastante baja. Tendrían que ser nuestra pareja destinada para que se diera el milagro de otro... ser como yo.-Lobo. - Susurré soltando por fin el agarre de mi cuchillo disimuladamente.-SI.Guardé silencio esperando que él continuara. Cuando no lo hizo yo solo lo miré fijamente.-No es que no te quiera hablar sobre nosotros, solo debes de entender que no es algo que le diríamos a cualquiera por razones de nuestra propia supervivencia. -No es como si me hubieras hablado sobre ustedes, simplemente lo presencié. Dime algo, el lugar del bosque... ¿Era donde se reunían?-Si... y no. Ahí se "reunían" como tu le llamas algunos de nosotros que no eran... b

Debía admitir que para ser un chico que "No sabía por dónde empezar", había comenzado con un relato bastante entretenido. Después de algunas rebanadas de pizza, Rose se había convertido en algo así como mi heroína. -Déjame ver si entendí. - Dije cuando hizo una pausa para devorar lo que le había dejado de pizza. - El tal Bastian compró a una humana en una de estas subastas de las que me hablaste. Él asintió con la boca llena. - Y cuando la conociste fue la primera vez que oíste hablar del asunto de los raptos. -Los lobos procuramos no entrar en los territorios humanos más de lo estrictamente necesario. Si hay un secuestro de humanos masivo, es poco probable que nos enteremos. - Dijo encogiéndose de hombros. - Vemos sus películas, más no vemos las noticias en general. -Pero... dices que también han estado raptando lobos. - Dije frunciendo el ceño. - ¿Cómo es que no sepan sobre eso tampoco?-Piensa en nuestro mundo como... uh... varios pequeños países. Por cuestiones políticas, no

Edson. Necesitaba hablar con Lizzie y algunas explicaciones de las lobas que se encontraban delante de mí. Quizá no en ese orden. -¿Dónde... se están quedando? - Dije aun jadeante en el piso. La humana no se contuvo al patear las joyas de la corona. Una de ellas señaló una habitación y yo les pedí que fueran hacia allá y me esperaran. Algunas se veían más felices que otras con mi petición. Con su interrupción ante mis avances con Lizzie, estaba seguro de que en este momento ella no querría saber nada de mí. No la culparía. Si de pronto un montón de hombres desnudos entraran cuando nos encontrábamos en un punto interesante, yo también habría hecho algo al respecto. No me desquitaría con ella, nunca con ella... pero quizá habrían algunas gargantas degolladas en el suelo. Ella había sido mucho más diplomática al solo echarnos de la habitación. En cuanto desapareció el dolor me levanté como un potrillo recién nacido y me dirigí hacia la habitación de las lobas apoyán