DalilaMe quedé impresionada al ver a la manada de Dalacars tumbados en el suelo mirando expectantes hacia el interior del vehículo.—Creo que han venido a conocer a su Alfa— susurré—Pues tendrán que esperar como el resto— gruñó Dorian apretándonos más entre sus brazos y Gary ya estaba en posición de defensa interponiéndose entre los Dalacars y nosotros y cubriendo a Amanda.Entonces el lobo alado que siempre pensé que era el líder se levantó y se acercó lentamente hasta la furgoneta.Noté como los músculos del castaño se tensaban alrededor de mi cuerpo y el pelilargo estaba a punto de transformarse.—Tranquilos,no nos van a hacer daño— los tranquilicé .El Dalacar se acercó hasta que su hocico estuvo en el interior del vehículo y entonces todo su plumaje empezó a brillar,no de una manera cegadora pero sí como para que no pudieras apartar tu vista de él.—Otra vez con el complejo de luciérnaga— murmuró Dorian a mi espalda.Y entonces,como por arte de magia,mi hijo empezó a brillar.—Cr

DalilaKilliam era el bebé más bonito que podía existir.No es que yo hubiera visto muchos bebés pero no creía que pudiera haber otro más bonito que él.Supongo que el que cada vez que lo viera me recordara a su padre también influía pero su cabello dorado,sus mofletes regordetes y sus preciosos ojos verdes hacían que todo el mundo lo viera igual que yo.—¿Quién es el niño más guapo de su tía?— Aliss ya lo tenía en brazos y estaba dándole achuchones mientras mi hijo no paraba de reír.Sí,de reír.Algo impensable en un bebé humano de apenas un mes pero Killiam no era humano y lo había dejado bien claro desde que nació ya que no paraba de hacer cosas que no eran normales para un bebé de su edad. Ni para un bebé de su edad ni para cualquier ser viviente porque brillar como si fuera una lámpara cada vez que venían los Dalacars y mover el chupete de la mesa a su boca con un solo gesto de su manita no era algo normal para nadie.—¿Dónde está mi angelito?— Eleonor entró a la habitación y agarró

DalilaLa cara de Dorian decayó en un segundo.Colgó la llamada y se sentó en el sillón detrás de su escritorio.—¿Qué ha pasado,Dorian?¿Quién es Cataleya?— pregunté acercándome a él.—Cataleya era la madre de Ivar.Su madre adoptiva— empezó a contar Mateo —Ella nunca estuvo de acuerdo con los planes de su hijo y fue la que le dio un entierro digno a los padres de Dorian.Es ciega pero tiene visiones.Quizás ella podría ayudar para saber dónde a llevado Marta al bebé— una pequeña esperanza se formó en mi mente.Miré a Dorian pero el castaño tenía una expresión que no supe descifrar.—Ya no importa.Cataleya está muerta— las palabras de Dorian hundieron ,más si cabe,mi ánimo .Tuve que sentarme porque mis piernas flaquearon.¿Cómo íbamos a encontrar a mi bebé?¿Estaría bien?¿Esa m*****a le habría dado de comer?.Algunas lágrimas amenazaron con salirse de mis ojos pero no podía quedarme aquí llorando,eso no me devolvería a mi hijo.Debía tranquilizarme y pensar con la cabeza.—Hans, llévate a Alis

BeatrizLlevaba dieciséis años esperando este momento.Desde que ese maldito niño Alfa mató a mi pareja.Ivar era mi vida.El siempre tuvo aspiraciones y ambiciones al igual que yo.Los dos planeamos invitar al Alfa y a la Luna de la manada más prometedora del continente a nuestra humilde manada para asesinarlos y quedarnos con su territorio y sus miembros.Todo parecía que saldría a la perfección.Los muy idiotas aceptaron nuestra invitación a la primera y vinieron con su beta,tal como le pedimos,sin embargo dejaron a su mocoso en Silvermoon.No pensé realmente que fuera un problema,¿que batalla podría dar un niño de doce años que acaba de perder a sus padres?.Me equivoqué de lleno pensando que Ivar lo desmembraría en cuanto llegara a su manada.El mocoso dio tanta batalla que terminó asesinando a mi pareja y yo juré que acabaría con él ,no sin antes hacerle sufrir lo indecible.Infiltrarme en su manada y acabar trabajando en su casa fue más fácil de lo que pensé.Silvermoon era un auténtico c

DorianSalí de la cueva cuando Dalila me lo pidió a pesar de que no quería dejarla allí a ella y a mi hijo.Corrí y llegué en el menor tiempo posible al lugar donde estaban los Dalacars.Usaría mi voz de Alfa de nuevo para que me hicieran caso y me siguieran dentro de la cueva.Esperaba que estos bichos pudieran hacer algo con la Grilish loca que había ahí dentro o las cosas se iban a poner muy negras.—¡Bien, escúchenme!.Necesito su ayuda.Hay una Grilish ahí dentro que tiene secuestrado a su Alfa y tiene muchos poderes así que la cosa se está poniendo fea y — me quedé callado viendo cómo los lobos blancos se estiraban y algunos se chupaban una de sus patas —¡Su Alfa los necesita!—dije con mi voz de mando que al parecer era la única que funcionaba con estos bichos —¡Muevan sus culos emplumados hacia la cueva y ayúdenlo!——¿Por qué no lo ha dicho antes?— mi boca se abrió hasta el suelo cuando el lobo al que había montado varias veces se acercó a mí y me habló.—¿Hablas?— estaba tan sorpre