Alexa se sentía acorralada, su endemoniada suegra le había hecho una encerrona, sin más, — Madre, no se que ocurre pero a mi esposa no le digas de esa manera.— Te sorprenderás con lo que tengo que decirte, pero mejor observa— , dijo entregándole artículos de periódicos del escándalo y fotos.— Señora, no, permítame que yo le explique— , intervino Alexa.— ¿Qué quieres decir?, ¿acaso mi madre tiene que revelar algún secreto?— Si no te lo dije es porque quería cambiar mi pasado y demostrar que mi padre no era ese hombre a quien acusaron pero si mi apellido es. House, soy la hija de aquel auditor que acusaron en Nueva York de estafa.Los ojos de Patrick se ancharon observándola no solo como si no la conociera sino además con evidente reprobación y reproche.— ¿Me mentiste?, te dije una y otra vez que no me gustaban las mentiras, te dije que deseaba que fueras honesta y que estaba dispuesto a perdonar.— Pero es que me resultó difícil contártelo en ese momento, necesitaba tener pruebas

Patrick ya no podía contenerse, el dolor le superó y frustrado al verse sentado en una silla de ruedas gritó — ¡No Alexa, tu no amor, me dijiste que nunca me dejarías sólo, que empezaríamos una nueva historia!— , y se dejó caer de la silla.Era desgarrador, todos a su alrededor no podían evitar sentirse apenados, para Patrick no era importante las miradas de los curiosos sino el dolor de haber perdido al amor de su vida y a su hijo no nato.— Señor, lo siento tanto— , dijo el policía ayudándolo a colocarse de nuevo en la silla, — No puedo más que imaginar su dolor.— Yo quiero verla, al menos un momento.En ese momento dos cuerpos envueltos en sábanas pasaron a un lado de ellos y el policía hizo una señal para que se detuviera, — Un minuto, solamente verla no la puede tocar.Destapó su rostro y sintió morir, sus ojos estaban cerrados, la piel lucía pálida y toda aquella vitalidad que lo cautivaba, ya no estaba allí, el alma se le fue al suelo, estaba en shock, así que sin darle oportu

Alexa tenía una mezcla de sentimientos, la rabia y frustración de que decidiera algo así por ella le hervía la sangre.— ¿Cómo se atreve a no contar con mi aprobación para esto?— Entienda, su vida y la de su hermano continúan en peligro, ustedes estaban inconscientes y no sabíamos si la organización que descubrió tenía alguna persona dentro del hospital.— Pero Patrick, ¿Cómo puedo hacer algo tan cruel de hacerle creer que estamos muertos?— Hay varias situaciones que usted desconoce, la señora Mcallen… asesinó al señor Oliver.— Por favor no!, no puede ser, pensé cuando nos separamos que lo iba a ver a usted.— Me llamó para decirme que te cuidará, que estabas en peligro, amenazada por un maleante, no llegué a tiempo para evitar que les disparara pero hice una promesa que no voy a incumplir.— Pero ¿Qué puedo hacer ahora?, no puedo dejar que Patrick sufra más.— Va a tener todas las miradas sobre él, justamente debe ser quién tenga la reacción más convincente para que Eliane no dude

12 años antes…. Elaine con ilusión contemplaba por la ventana como empezaba a nevar, su vientre ya lucía un poco más abultado pues se encontraba en las últimas semanas de gestación y no podía continuar ocultando su embarazo, era una niña, tal como Richard su verdadero amor deseaba. — ¿Crees que tu padre aceptará que dejemos la organización?, está enfermo y ahora más que nunca querrá escoger un sucesor. — No me importa, me casé con Oliver por complacerlo, tengo años cumpliendo sus órdenes, es mi momento de ser feliz, te amo y quiero empezar una nueva vida contigo, dejar todo atrás. — Ojala acepte, quiero estar contigo y reconocer a nuestra hija como mía. — Llevo meses ocultando mi embarazo, por ello menti a mi esposo y le dije que debía atender a un familiar enfermo, para pasar estos meses junto a ti. — ¿Qué harás con Patrick? — El es un adulto y ya está en la universidad, tiene su propia vida, su padre es el ser más aburrido, tranquilo y confiado del mundo pero es un buen

Alexa después de pensarlo mucho decidió enviar un mensaje al detective Rodríguez indicando aquel dato que no sabía si ayudaría en algo, le causaba preocupación causarle problemas a Madison por ello le pidió al funcionario que investigara bien antes de abordarla.Mientras tanto Madison continuaba en el suelo sin responder, Mía, estaba desesperada, sus gritos habían llegado hasta el anexo y Elaine terminó por escucharla y entrar por la puerta del patio que su madre siempre abría temprano.La vió tendida y supo que todo iba mal, — ¿Cuánto tiempo lleva así?— No puedo hablar con usted.— Niña no estoy ganando tu amistad, es para poder ayudar a tu abuela, responde y ya sobre lo que sepas.— No lo sé, escuché que los platos se caían y la encontré así hace unos cinco minutos.— Bien, debemos actuar rápido, traeré el auto de tu abuela para llevarla al hospital y lo pondré frente a la puerta para llevarla hasta allí, sube y busca su cartera e identificación.En menos de diez minutos ya estaban