El matrimonio Black, estaba disfrutando de su pequeño, lo cambiaron de pañal, y pusieron un enterito azul, el padre lo arrullaba y el niño permanecía quietecito Alessandro, tengo un nombre que me gusta para el bebé, ¿escúchalo y dime qué te parece? — Quiero escucharlo, ¿dime cuál es? — Axel, me gusta Axel — Axel Black Ferreira, me gusta, estoy de acuerdo en que le quede ese nombre, ¿Escuchaste, pequeño? te llamaras Axel Black — Ferreira, no te olvides — Dariana se fue quedando dormida ella estaba agotada, habían sido muchas horas de parto por las que había pasado, solo quería descansar Más tarde los Black, llegaron a la exclusiva clínica, El imponente Alexander Black, venía con Joan, a su lado, ambos estaban emocionados por conocer al bebé, tocaron a la puerta de la habitación, encontrando dentro a su hijo cargando al niño — Alessandro, ya estamos aquí, felicidades, eres padre por tercera ocasión, déjame conocer a mi nieto — El tercero y el último, Dariana y yo he

El mafioso italiano, rodó los ojos al ver que Evelyn, estaba decidida a no subir al coche con él, tuvo que apartarla de la calle por lo menos para que no la fuera a arrollar un coche — No seas obstinada, estamos muy a la vista aquí, nos estamos enfrentando a una mafia, que no se te olvide, es cierto que no son tan fuertes como nosotros, pero aún así pueden matarnos — No subiré al.coche con un psicópata — ¿Eso le dices a Logan Romanov, cuando van a salir en el auto a algún lugar? por qué el ruso también es un psicópata, al igual que Dante y tus otros hermanos, ¿por qué solo me juzgas a mí? cometí errores en el pasado, eso lo sé, pero ya no soy ese hombre, tuve tratamiento para los enormes celos que sentía por ti, eso fue lo más insano que me ha tocado vivir, y por esa razón te falte al respeto, y me arrepiento muchísimo por eso, tanto que la culpa todavía me deja vivir sin remordimientos, espero que algún día puedas perdonarme, Evelyn — No lo sé, quizás algún día, ahora l

Los mafiosos ya habían trazado el plan, comenzaron a rodear la mansión Sorrento, había llegado el momento de ajustar las cuentas que estaban pendientes Ya estaban entrando cada quien por un lado diferente, Logan Romanov, Evelyn y Deeguel Rodríguez, iban juntos, así les había tocado, ellos irían directamente por Maurice Sorrento Los disparos se podían escuchar por todas partes, los italianos estaban resistiendo todo lo que podían, pero la realidad era que no eran nada en comparación a los experimentados mafiosos rivales — Vamos, Evelyn, entremos por aquí, ten mucho cuidado, no quiero que salgas herida, mira que convencerme de dejarte venir, he de estar muy loco para no prohibirtelo — Soy una mafiosa, Logan, no lo olvides, así me aceptaste, tú ya sabías quien era — Pero antes que eso eres mi esposa, y la madre de mi hijo, ¿Acaso ves a la esposa de otro mafioso aquí? — Pues no, pero no todas las esposas son mafiosas como yo Entraron por la puerta de servicio, pronto est

El CEO Black, ahora estaba a cargo de supervisar que sus hijos estuvieran comidos, bañados y vestidos, no iba a molestar a su esposa con esas cosas, él también era capaz de llevar la casa y sus hijos, Dariana, estaba en la habitación conyugal con el bebé Axel, ya le había bajado la leche y el niño estaba pegado al seno de la madre En la sala de estar, Daniel Alejandro, acompañaba a su abuelo, Danilo — Abuelo, ¿Qué opinas del bebé, Axel? Me pregunto si será muy molesto con el paso de los días, ya sabes que llore mucho y que no deje dormir — ¿Y entonces qué harías? — No lo sé, quizás lo podríamos enviar a un internado a suiza, pero no creo que papá, vaya a estar de acuerdo, el bebé parece gustarle mucho y se le ven intenciones de quedarselo, no sé por qué, ya nos tiene a Alessandra y a mí — El niño levantó los hombros, despreocupado El CEO Ferreira, nunca se dejaba de sorprender por los alcances de pensamiento que tenía su nieto, era muy común en los niños Black, pero no en

Los Alcántara estuvieron de regreso en su mansión con sus otros tres hijos, Andye, Andrea y Cecilia, el CEO, procuró que su esposa estuviera de lo más cómoda en su cama, las niñeras ayudaban con los niños y eso les facilitaba más las cosas a los padres — Andrés, ¿Qué nombre te gustaría que llevara nuestra hija? debemos nombrarla ya — He estado pensando, y me gustaría llamarla Violeta, eso en honor a mi tía violeta, que fue la que me dió su amor de madre, ¿Qué opinas, querida? — ¡Oh, opino que es una excelente idea, la tía violeta es genial, siempre me ha dado un cariño incondicional, entonces este será tu nombre, mi pequeña, Violeta Alcántara Mancini El tiempo pasó y con este los años, los herederos eran ya adolescentes, ellos cursaban el colegio, estaban en pleno aprendizaje para pasar al siguiente nivel académico — Alessandro, yo... quiero decirte que desde hace mucho tiempo me gustas, pero tú eres tan indiferente a todas las chicas, tan callado, es por eso que estoy a