Jareth tenía razón, solo era el comienzo. Incluso caminando, mi cuerpo se movía de manera circular, mientras me aferraba a su cuello. La cocina solo fue una parte del plato fuerte, porque el tiempo sobre la isla de la cocina e incluso el suelo de esta, no fue algo en comparación al tiempo en el vestíbulo, las escaleras e incluso, cuatro de las muchas habitaciones que hay.Solo recorríamos unas habitaciones vacías, pero, el saber que aquí sería un lugar distinto a nuestra habitación, despertaba en mí ese deseo que estaba siendo complacido justo ahora. descansábamos por breves momentos, porque nuestro cuerpo no podía más. Pero, el deseo seguía presente.Entrabamos a la ducha a limpiarnos y el deseo nos impulsaba a continuar, salíamos y avanzábamos hasta el salón y nuevamente nos dejábamos llevar del placer, al punto que incluso cuando mir&aacut

La vergüenza me invade, pero, sé que no puedo reclamarle o molestarlo, ya que, eso solo le daría la satisfacción a Jareth de haberme avergonzado. Además, aunque me siento agotada y débil, deseo lo mismo que é; marcar cada parte de la casa, con los fluidos que salen de nuestros cuerpos, cuando llegamos a un orgasmo.Por lo que, huyo hacia las escaleras, antes de que Jareth continue con comentarios lujuriosos que me están empezando a gustar escuchar. —Puedes correr, eso es sorprendente, esposa— se burla Jareth varios metros lejos de mí.—Dejen de decirse indirectas muy directas que entendemos a la perfección— dice mi suegra y yo me ruborizo, mientras mi suegro se burla porque seguramente, también lo entiende.Avergonzada, miro a mi esposo que me está avergonzando tanto o más que sus padres, pero, eso no parece importarle a mi esposo, quien disfruta verme así de avergonzada.Por fortuna, no dicen algo más al respecto y es por ello, que al llegar a la azotea, nos concentramos en comer y

Un día después Llorar por lo que no se puede arreglar así, es una manera innecesaria de utilizar el tiempo. Por ello, prefiero no culparse o llorar por algo que no me ayudará a sentirme mejor, pero, si complicaría mi vida. Ya está la tormenta, ¿para qué lágrimas si con la lluvia de dicha tormenta, es suficiente? Todo un día hemos tenido para pensar bien las cosas, mientras terminamos de arreglar la casa. Aunque eso solo lo hacemos como distracción. Ya que, Allison se ha encargado de divulgar por todos los medios posibles, que ella solo es una víctima de nuestro maltrato, porque así es como define todo esto. —Creo que debo ir a la empresa hoy. Los chicos están desesperados con el trabajo— dice Jareth. —Dudo que tengan algo que no esté relacionado con el escándalo. El rumor es fuerte, por eso, deben tener problemas para manejarlo— digo y Jareth suspira profundo. —Estar en el ojo de la prensa, por algo así de escandaloso, no es bueno. Si las cosas no mejoran, me pedirán renunciar en

La sorpresa me invade por lo que me ha dicho, después de todo, lo de estar vinculada con alguien, solo fue algo que anhele siendo niña porque lo veía bastante romántico y ahora, lo estaba viviendo con mi esposo, justo como la Adhara de hace veinte años había deseado.Los cuentos de hadas que me leía, estaban dándome lo que tanto anhele al leer esas historias. El esposo que dude aceptar y el que me negué a querer, ahora era el hombre con el que me he conectado sin que sea el hombre destinado por la luna.Es aquí donde me pregunto: ¿no se suponía que debíamos ser compatibles para vincularnos? ¿No era eso lo que decían las historias de esto? En fin, la respuesta de eso no importa, si no, saber que estoy vinculada al hombre que me costó aceptar, pero, quien era el único que merecía y merecerá mi amor. El hombre por el que latirá mi corazón y desearé vivir.‘Mi alfa, mi esposo, el hombre con el que decidí anudarme y con quien me he vinculado. He escogido que seas todo para mí sin notarlo

Jareth se levanta, se viste tan rápido de su cintura hacia abajo y con cuidado, me levanta del suelo donde no soy capaz siquiera de moverme. Él, me envuelve en sus brazos, como una bebé y me deja sobre la cama.Desde ese lugar, escucho a Jareth en el baño, preparando la tina para mí. Escuchar el agua fluir era demasiado relajante, pero, me negaba a dormirme, porque no podía privarme de un baño de esponja de mi esposo. Así que, me estiro sintiendo que mi cuerpo duele, solo para mantenerme despierta. Necesitaba hacerlo porque tenemos cosas importantes de las que hacerme cargo. Por fortuna, Jareth no demora en regresar por mí y me coloca en la tina donde me deja cómoda, mientras Jareth toma una esponja que enjabona con calma, como si se tomara su tiempo para disfrutar lo que hace.—Creo que caeré profundamente dormida— susurro en un hilo de voz.—Podemos d