SAMAY Sujeta con una mano mi cintura y con la otra acerca el glande a mi entrada y cierro mis ojos mordiéndome el labio inferior.. —Mírame—demanda—quiero que me mires mientras te penetro. Abro los ojos haciendo lo que me pide y la luz del fuego le favorece manteniéndome en la pose que me tiene. Absorbo la rudeza que emana y lentamente va atravesándome con la polla que con el mero capullo podría darme un nuevo orgasmo. Duele cuando me expande, abre y mis paredes lo reciben mientras tenso todos mis músculos volviendo al mismo juego de hace un rato. Es muy ancho y pese a la humedad desencadenada entra apretado mientras no dejo de mirarlo notando como oprime su mandíbula mientras me lo mete. —¿Todo Samay? —pregunta con tono rasgado y siento que por lo grande que he visto, apenas llevo la mitad adentro. —No me dejes nada afuera—le exijo quiero sentirlo todo así me rompa. Toma mi cintura con ambas manos y… —Ahhhhh…—decimos al unísono, yo me arqueo y el tira la cabeza atrás mirando a

ARMIN Alzo la cadera cuando baja el pantalón que saca completo liberando la polla erecta que recae en mi abdomen. Goteo, desprendo más humedad de lo normal y me relajo teniéndolo libre, dolía si soy sincero y me pulsa con su mirada puesta en mi miembro. —¿Quieres chuparlo? —le pregunto y alza su mirada. —Si—me entierra las uñas en las piernas poniéndome a temblar. Joder las sensaciones que me arroyan no las puedo controlar. —Puedes hacer lo que quieras—le digo ansioso por sentir sus dedos agarrándome. —¿Es mio? —asiento. —Es tuyo Samay—lo digo que si. Lo agarra y cierro mis ojos, estoy tan sensible, tan duro y urgido que el mero contacto me hace sentir que quiero venirme. Me abro de piernas para que se acomode entre ellas, y me mira antes de acercarse al miembro que agarra. Lo hace lento, desesperándome, juega con mis ansias y respiro profundo cuando veo su intención, lo observa, lo palpa y es como si lo midiera al posar la otra mano antes de abrir la boca, sacando la lengua q

GALENKALo escucho, mi amor me esta llamando.—Vamos hermosa despierta, no sabes cuanta falta me has hecho, te necesito Galenka, te necesito mi amor, perdóname por ser tan egoísta, por no apreciarte y amarte cuando estabas aquí, me arrepiento de las cosas que hice, pero créeme cuando te digo que te amo, te amo Galenka.Escucho las palabras de Armin, desee tanto poderlo ver y escuchar su voz, su cabeza en mi pecho, abro mis ojos y su cabello negro fue lo primero que divise, su olor era diferente pero ahora estaba el, mi mate.Se ve tan tierno llorando por mi, que debe sentir los latidos de mi corazon acelerados.Estoy tan feliz que tampoco contengo las palabras que salen de mi, sin pensarlo tanto.—Yo también te amo.Rápidamente levanta su cabeza al escuchar mi voz y nuestros ojos después de tanto tiempo se vuelven a observar.—¿Eres tu?-Si mi amor soy yo, tu Galenka, tu mate.Una sonrisa parece en mi, y de inmediato mi hombre toma mis labios.-UmmmmEs mi reacción cuando por fin vuel

GALENKADuermo, pero el sigue a mi lado. no me niego más a la oportunidad y acaricio por encima de la tela su pene, esta semi erecto, la boca se me seca al querer tenerlo dentro de mi boca, así que me incorporo sentándome en mis pies para quedar a una altura adecuada para poder hacerle una mamada.Meto mis dedos por la tela de su bóxer y su pantalón bajándolo lentamente, él se mueve en la cama y me detengo.Su pene ya liberado y sema parado lo tomo con mis manos, lamo mis labios y de inmediato lo meto a mi boca, muevo mi lengua alrededor de él y subo y bajo con mi boca masturbándolo.Dios, este hombre es tentación pura y desata mis pensamientos más pecaminosos. La boca se me hace agua y me acomodo plantando las manos en la cama para inclinarme sobre la polla a la que le paso la lengua. Lo amo, de eso no hay duda, lo deseo demasiado. Lo estrañe un monton y la tomo sintiendo la dureza, las venas, el grosor que apenas si logro cubrir con mis dedos.Esta caliente. El morbo se me dispara y

ARMIN—Quiero hacerte una pregunta—nos damos una ducha,—Si, claro amor—restriega mi espalda y dentro de la bañera me llena el cuello de besos.—Samay, crees que si no tuviera esa actitud, las cosas hubiesen sido diferentes.Me abraza uniendo mi mejilla a la suya.—No lo se amor—responde—esa mujer era demasiado impredecible por lo que creo, jamás hubiésemos sido buenas amigas, como lo somos Malia y yo.—Va veo—suspiro.—Porque lo preguntas, que pasa.—Te va a sonar raro y no quiero que te enojes, pero la extraño, era rara y muy mala, pero me hizo lo que soy y de cierto modo siento que le cogí mucho cariño.—Es normal cariño, amas toda parte de mi—me dice—en un momento sentí muchos celos, pero lo comprendí, Samay era una extensión de lo que soy y por eso tu inevitable atracción.—Me reprochaba mucho el engañarte, pero se me hacia también imposible no desearla y tenerte en mi mente—le confieso—si te soy sincero, era raro, el mismo cuerpo, pero no el mismo espíritu y aun así, no podía ev