CAPITULO 40Alexandra llega con ayuda de Isaías a una playa, se siente muy débil después de aquel flechazo, pero no le queda más que seguir luchando.—¿Cómo están mis bebés?— desde hoy el bebé de Cassandra es otro hijo, quizás no llegara hasta el destino que tenía contemplado.Isaías decide cuidar de ella hasta que se recupere, cuando Ezequiel su amigo, contrato sus servicios para el escape no le pregunto nada, peor sabía que el médico hacia esto por el bien de alguien.Alexandra se sentía aterrorizada, lo primero que hizo fue tomar a su bebé en brazos, sus ojos color púrpura estaban desapareciendo ahora con un color miel.El anciano le aseguro que su hija tenía la sangre de una Alfa fuerte de linaje limpio, pero ella sabía que esto no era así, desconocia su propia verdad.— Mañana vendra el doctor, es la parte del trato que cerramos antes de regresarla a través del mar a su hogar — le explicó el lobo Isaías.Ella asintio con la cabeza, abrazo a los bebés y juro ante la luna llena de

CAPITULO 42Ezequiel movió algunas influencias para conseguir una invitación para lo que pintaba para ser el evento más importante de aquella manada.La fiesta era de mascaras, todos usarían un antifaz, para ocultar sus rostros, esto le daba una ventaja a Alexandra, pues podría disimular en medio de la multitud usando alguna fragancia que ocultara su olor.Ella suspiro, al verse frente al espejo con un hermoso vestido que le compró Ezequiel, una loba Omega jamás podría usar uno similar, de tela fina y bordados de oro.Se veía delicado, y aunque cuando era la concubina de Leonardo el le regalaba joyas, y vestidos, jamás pudo llevarla a un evento como este, pues seguía siendo no solo una desterrada si no una esclava. — Espero que sepas que lo que vas a hacer es muy arriesgado, intentaré cuidarte mientras una Nana Omega cuida de los bebés — Ezequiel sabía que ella se estaba arriesgando mucho.Llega la noche.Los invitados empiezan a llenar la mansión de Luciano Sunmoon, el hombre está a

CAPITULO 44Marco abrió los ojos, ni en un millón de pensamientos llegó a creer que ella estaría de nuevo delante de sus ojos.— Te busque por muchos lugares, necesitaba hablar contigo y saber de ti — Marco se acercó para darle un abrazo pero Alexandra se alejo un poco.Su prioridad era Julián, y que su plan no fuese una trampa para ella misma, solo le pidió de nuevo su ayuda.Marco cargo en sus brazos a Julián, y los dos salieron del castillo de Anthony, por una serie de pasillos que Alexandra conocía y que el mismo Leonardo le había mostrado.Mientras tanto, Matías y Anthony hablaban rudamente, hasta que Matías se abalanzó contra su enemigo.Le dió un fuerte golpe en la cara, y lo dejo en el suelo, los dos tenían cuentas pendientes, en medio de los puños sacaban la rabia que habían acumulado por muchos años.Anthony regresaba los golpes con impotencia y Matías respondía a cada uno al recordar que tenía en frente a él Lobo que le arruinó su felicidad con Alexandra.Lucrezia le pide a

CAPITULO 46Alexandra sabía que la única manera en la que su querido Matías, obtendría el apoyo de los Omega, era desvelando su identidad.Todos estaban sorprendidos, nadie imaginaba que el arrogante Alfa fuera quien un día los salvó.— Te apoyaremos, eres nuestro Alfa líder, y defenderemos la manada Moonligth por el honor de nuestros antepasados — Dijo uno de los Omega más ancianos.Matías se sentía apoyado y querido por su pueblo, algo que nunca pensó sucedería, desde ese momento todos tendrían que trabajar y lo primero era crear un límite entre las dos manadas.— Tenemos que hablar — Dijo tomando la mano de Alexandra al terminar de dar instrucciones.Ella sabía que había llegado el momento de hablar de lo sucedido y decirle que producto de su amor, existía una hija que debían proteger.La loba asintio con la cabeza y los dos fueron hasta el río que un día fue testigo de su amor, pues en su casa estaba Julián, Ezequiel y María cuidando de los niños.— No creo que tengamos mucho que

CAPITULO 48Alexandra se quedó congelada al recibir el beso de Marco, el esperaba mucho de ella y era consciente que le debía mucho.— Marco, esto me ha confundido — Alexandra no sabía cómo procesar sus sentimientos.Primero saber que era libre, que Anthony no tendría porque retenerla como lo había hecho, segundo saber que él era el lobo de la fiesta, el que por primera vez le había hecho olvidar a Matías.— No quiero presionarte, solo quiero que te des cuenta que estamos destinados, y que Matías debe salir de la fórmula más ahora que es padre, tu hija no merece el calificativo de "Bastarda" — Marco sabía que este era un punto para presionar.Alexandra suspiro, odiaria que su hija fuese señalada por todos como la hija ilegítima del Alfa, aquella que había nacido de una aventura.No quería ser una concubina de Matías, era lo máximo que podía esperar tener con el, pues el puesto de esposa era para Helena.Lo que le ofrecía Marco era grande sin contar que era un muestra de perdón, pues n