Estrella cerró la tapa después de que terminó de colocar el medicamento y la puso a un lado. Claus también exhaló de alivio, nunca se había sentido tan agotado al recibir la medicina como en este momento. Claus aguantó tanto que una capa de sudor brotó de su frente. Antes, cuando Iván le daba la medicina no se había sentido de esta forma. Esta niña tenía un efecto mucho mayor de como lo había imaginado. Después de dejar la pomada, Estrella nuevamente volteó la cabeza. Había querido aplicar la medicina y luego ir a descansar, pero sus ojos buscaron las piernas de Claus. Vestía una bata negra, así que quizás lo había tocado inesperadamente al aplicar la medicina. En ese momento, la bata estaba ligeramente abierta, exponiendo sus piernas largas y esbeltas. Ella vio una pequeña herida en el muslo de Claus, parecía tratarse de una cicatriz reciente, pues aún había sangre filtrándose a través de ella. No esperaba que la gente común la viera, pero Estrella trataba a menudo con ese tipo de he

Luna se excusó para comprar agua y aprovecho mientras nadie le prestaba atención para ir hasta el último piso, se encontró con un estudiante llamado Carlos Álvarez, a quien le había pedido ir a la azotea.—Pre-preciosa.Cuando Carlos vio a Luna, se mordió el dedo, la miró sin parpadear y a punto de comenzar a babear. Los ojos de Luna estaban llenos de disgusto. Carlos era gordo y de orejas enormes, con un cuerpo ancho y un coeficiente intelectual equiparable al de un niño. El único atributo que tenía y que era del agrado de Luna era que provenía de una familia poderosa e influyente.Desde el primer momento en que vio a Luna, la llamó preciosa. A Luna le molestaba tanto que era insoportable, simplemente lo odiaba. Esta vez como por fin le era de utilidad, Luna le mostró una dulce sonrisa.—Carlos, tengo un favor que pedirte.Carlos quedó hipnotizado al ver esta sonrisa.—Sí preciosa, está bien preciosa.Luna sacó la bebida que había escondido detrás de ella y se la dio a Carlos.—Quier

Luna abrió mucho los ojos y su rostro se llenó de incredulidad.¿Cómo habían llegado a esto? ¿Por qué no había visto a Estrella aquí? ¿Se estaba escondiendo? Eso no podía ser posible, el aula era grande pero no había lugar donde esconderse.El resto de la clase giraba la cabeza horrorizado mientras las chicas gritaban y chillaban cada vez que veían la escena dentro de la ventana. Otras clases llegaron para ver lo que pasaba y los pasillos estaban abarrotados.Algunas personas ya habían ido a llamar al profesor. Estrella estaba al fondo de la multitud, mirando fijamente a Luna, sin perderse ni un gesto de su rostro, con eso, seguramente ya había adivinado quién era el responsable de lo ocurrido en el salón de clases. El rostro de Estrella se hundió y sus ojos se enfriaron.Sabía que Luna le tenía rencor pero no imaginó que llegaría al punto de hacerle perder la dignidad de esta manera. Inesperadamente, había subestimado el alcance de la insidia de la familia Sánchez. Luna era realmente

Estrella pensó para sí misma que realmente había hecho eso, había saltado pero evidentemente no iba a decirlo. También se alegró bastante de que alguien hablara por ella, demostrando que no todos los de esta clase eran idiotas sin cerebro.Volvió a su asiento y se tumbó en su pupitre para seguir durmiendo. El salto desde aquí le había quitado mucha energía y ahora sólo sentía más dolor en el estómago, se presionó el estómago para aliviar el dolor mientras se preparaba para dormir.Mientras durmiera, podría olvidar el dolor. Al terminar la última clase de la tarde por fin podían salir de la escuela.Hubo algunos alumnos chismosos que incluso publicaron fotos de Carlos y las colgaron en redes sociales debido a que el impacto de la historia de Carlos fue demasiado malo. En un principio, la escuela quería mantener este escándalo en secreto para salvar a la familia Álvarez de la humillación, pero con esto ya era imposible ocultarlo. La escuela tuvo que invitar a los padres de Carlos.El je

El resto del grupo sintió que tenía razón una vez escucharon lo que dijo, cualquier persona se sentiría ofendida en su corazón si que fuera inculpada sin ninguna base. Además, Estrella no parecía alguien capaz de hacer algo así. Claudia ignoró las miradas extrañas de los alumnos, estaba bastante segura de que el escritorio de Estrella tenía que ser registrado.—¿Te estás acobardando? —Levantó una ceja—. Tú fuiste quien no fue ayer al patio, además, no sólo voy a registrarte a ti, más tarde, también voy a registrar al resto de los presentes, nadie puede escapar.Mirando a Claudia como si ya tuviera un plan completo en mente, Estrella quiso reírse.—¿Y si me niego? Es una invasión de la privacidad que me registres sin ninguna base o razón. Además, si sospechas de mí, muéstrame primero las pruebas, de lo contrario no hay necesidad de que coopere. —No es imposible que lo hagas si insistes en buscar, pero espero que puedas pedirme disculpas delante de todos si no encuentras nada más adelan