CAPÍTULO 51. UN CUMPLEAÑOS, UNA VISITA. Adara compartió toda la tarde con su madre, aunque sentía que tenía muchas cosas por hacer, bien sabía qué para su madre, el día de su cumpleaños era un día especial, así que respetó la tradición que le habían enseñado y le dedicó atención a su progenitora. La mención del hombre llamado Ramsés había llamado la atención de Adara por lo que interrogó a su madre acerca del individuo preguntándole su edad, profesión, dónde lo había conocido y qué pensaba de él. Ava respondió a cada una de las preguntas con sinceridad y precisión tanto así que incluso para Adara fue evidente desde el primer momento que su madre no estaba enamorada, lo cual le parecía una lástima ya que prefería en la mujer no estuviese sola. Adara pensaba que su madre era una mujer joven, fuerte y hermosa, que tenía tanto el derecho como la posibilidad de enamorarse y ser feliz, en vez de estar cuidándola constantemente regalándole más atención de la que ella merece, después de tod

CAPÍTULO 53. ENVIDIA. Al día siguiente Adara salió temprano de su casa con su uniforme Vinotinto que le sentaba muy bien a su figura y color de piel, primero pasó por casa de su abuelo quien le había pedido una cita a primera hora, él la llevó al concesionario dónde su nuevo auto la esperaba, para la sorpresa y alegría de Adara era un pequeño auto automático y eléctrico, que era beneficioso para el ambiente, su abuelo le contó que su padre antes de morir había pensado muy bien en el futuro de su hija y hasta ese regalo lo había planificado, como si supiera de antemano que no la vería crecer. Le mostró a Adara la carta dónde expresaba el deseo de su corazón, un auto eléctrico para que su hija comenzara su vida laboral, no tenía muchas palabras, era una carta concisa y precisa, su padre era como ella y aunque no supo mucho de él mientras crecía ahora lo sentía cerca. Solo habían tres modelos de autos, Adara escogió uno de color negro en la parte superior y rosa en la parte inferior, f

CAPÍTULO 55. VISITA. Adara se sorprendió al ver que tras ella Abner había caminado, no sabía si la estaba siguiendo, así que decidió hablarle. -¿Y tú que haces aquí? -El joyero confundió nuestras cajas- le mostró una caja negra igual a la de ella, Adara abrió la que llevaba en la mano y dentro de ella estaba un hermoso reloj de mujer. De pronto una sensación de opresión quiso aparecer en su pecho, ella no mostró ninguna emoción, pero algo extraño estaba sintiendo, con cuidado cerró la caja y se la entregó al hombre, “tal vez sea para Ana” pensó. Abner le entregó la caja que el traía y Adara la abrió para revisarla y constatar que allí estuviese la pulsera que ella había comprado, asintió, la cerró con delicadeza, Abner pudo ver de cerca que la mujer traía puesto el anillo que él le había regalado como señal de afecto y compromiso, quiso preguntarle, pero no tuvo valor. -Gracias – lo miró a los ojos y levemente movió la comisura de sus labios como si intentara sonreírle. Él de pr

CAPÍTULO 57. LA QUISE. Adara podía entender las preocupaciones de Belén como madre y esposa, pero no podía prometer algo que no podía cumplir, en su código ético las mentiras no encajaban, ella decía la verdad siempre. Podía prometer ser como una hija para Asaf, apreciaba al hombre, él y su abuelo eran lo más parecido a un padre para ella, pero Abner no era su pareja y ella no podía meterse en su relación. Así que no podía prometerle a Belén ser la esposa de Abner, eso era algo que solo Abner y ella podían decidir. Adara abrió la boca para contestar y pronto sintió la cálida mano de Abner posarse en su cintura, cerró la boca antes de hablar y volteó a verlo. -Así será madre, no tienes que preocuparte por nada, todos estaremos bien, Adara y yo nos casaremos. Adara lo miró perpleja y quiso contestar, un sonido agudo salió de la garganta de Belén como si le costase respirar, Adara pronto tomó acciones, Belén comenzó a tener dificultades, Adara le pidió a la enfermera que le entregar

CAPÍTULO 59. NECESITO HABLAR CONTIGO. Asaf despertó temprano en la mañana, se sentía descansado como hace mucho tiempo no se sentía, el té que había tomado ciertamente lo había relajado y ayudado a descansar, los últimos meses pasaba sus noches pendiente de Belén, de sus quejas, sus dolores y depresiones producto de la enfermedad, no se había dado cuenta de la necesidad que tenía su cuerpo de descansar hasta ese momento, ahora se sentía en paz, a la vez triste, sin duda la extrañaba, pero ya no soportaba verla sufrir más, deseaba un milagro, pero el descanso era buena opción para la mujer, de hecho era lo que ella deseaba, constantemente le decía a su esposo que ya deseaba descansar. Mientras más lo pensaba, más sentía que Belén estaba segura de que pronto moriría, por eso los últimos días le había dado órdenes, explicándole que debía hacer con sus objetos valiosos y pidiéndole que ayudara a su hijo a hallar el amor, le pidió que fuese agradecido con Adara, que intentara rehacer su v