“La valentía de una madre es el mejor motor que impulsa a un hijo cada mañana” No se creía nada de eso de que quería saber sobre ellos y le dijo: —Dime la verdad Zeink. Entonces se la dijo: —Dice que se parece a mi hermano fallecido. Valkiria miró a su hijo que miraba todo con curiosidad y entonces le dijo a Zeink: —Zeink no quiero problemas. —Calma, no hay problema, porque Noah no es nada mío, ¿verdad? Valkiria lo miró sorprendida, no podía creer que la llevara para eso, miró a su hijo y le dijo: —Espero que no haya problemas, ni confusiones, Noah es lo más importante que tengo en mi vida. Saíd se acercó en ese momento y vio al niño y fue a él y se acercó a mirarlo detenidamente, esos ojos… Esa sonrisa diáfana, ese era su nieto, su corazón se lo gritaba en ese momento: —Dam dami. Noah le preguntó entonces: —¿Qué significa eso? —Sangre de mi sangre. Noah sonrió y le preguntó: —¿Y eso qué quiere decir? —Que me perteneces…—sonrió el anciano. Valkiria entonces se puso de

“Mis planes son amarte Y los tuyos son a la Luna Qué importa, nena, si el destino está jugado” Mis planes son amarte, Juanes —¿Esa es tu brillante idea de formar una familia?—dijo dolida. —Es la que encontré, es más, solo vine por Adrián a comprobar que es hijo mío y encontrarte en el camino fue… Revelador, lo supe enseguida. Valkiria lo miró molesta y le dijo: —¿Supiste que yo era la mujer de tu vida? —Supe que te seguía amando y que si la vida te ponía en mi camino era para algo grande. —Zeink pasaron 8 años, OCHO años y la mujer que decías de tu vida estuvo sola criando a tu hijo. —Debiste decirme… —Claro, es mi culpa… Zeink entonces le dijo: —Tawaqaf ean ´iinkaraa. (Deja de negarte a mí) Valkiria le dijo dolida: —´ant taeish tawaqif fi alwaqt almunasib. (Tú vives detenido en el tiempo) —Donde me dejaste. Zeink se acercó a ella y la abrazó por detrás y le dijo: —Nunca te pude olvidar mi diosa del desierto, irme me costó dolor y soledad. —El agua corrió. Él olía

Nuestro amor es asíPara ti para míComo una recetaNuestras curvas se hallanNuestras formas entallanEn medida perfecta Cóncavo y Convexo, Roberto Carlos La alarma sonó y todos los niños salieron con los maestros, las profesoras los guiaban, el humo comenzó a extenderse por todo los pasillos y los bomberos se acercaban para controlar el fuego. —¡Maestras cuenten a sus alumnos!—gritaba el director. Las maestras contaban a los alumnos, Estévez veía a los alrededores, solo faltaban de su grupo Noah y Adrián, entonces supo que estaban adentro y nervioso se acercó a la profesora y la tocó: —Espera Estévez, estoy contando a tus compañeros. —Profesora—la sacudió—Logan y Marshall no están, se quedaron adentro. La profesora corrió a informarle al director sobre los niños perdidos. Valkiria estaba revisando unos informes, cuando una de sus compañeras entró: —Valkiria, dicen que hay un incendio en la escuela de tu hijo. Ella la miró sorprendida y consultó su móvil y allí estaba la not

“La verdad, así sea bajo los escombros, seguirá siendo verdad” La Pluma Todo aquello hizo que Zeink se sintiera vulnerable, de hecho desde que Ghadi murió se sintió desamparado, no estaba listo para figurar como el heredero del rico árabe, ni para dirigir un clan y su padre presionaba que lo hiciera, no lo dejaba respirar desde su regreso y quería que todo fuese como él soñaba, olvidándose de sus sueños. Entonces decidió revisar por enésima vez el video del asesinato de su hermano y lo que captaron las cámaras era un sujeto de negro que le disparaba a su hermano en el pecho y este caía, nada concluyente. Repetía el video una y otra vez intentando ver lo que no vio, pero ni los expertos que había contratado habían dado con una respuesta. Recordó cuando pudieron ver el cuerpo de Ghadi en la morgue, al descuido de su padre tomó el collar de su hermano, total él era el único que sabía que su hermano tenía una novia embarazada, llamada Dalila Napel, una joven humilde y de la que supo po

“Tú eres la droga y yo soy el veneno, juntos alzamos vuelo” Cuando Zeink llegó con Adrián y el cachorro al estacionamiento del edificio de Valkiria, notó que el auto de la joven estaba en allí y que parecía haber alguien dentro, entonces se bajó y le dijo a Adrián que esperara. Cuando llegó vio a Valkiria recostada en el volante profundamente dormida, eso le extrañó, tocó el vidrio y ella apenas si reaccionaba, entonces abrió la puerta y la movió: —Valkiria, ¿qué tienes? Ella despertó y como si viera a Zeink distorsionado comenzó a reírse… —Te veo en todos lados… ¡Ja, ja! —¿Valkiria? Ella se recostó en el asiento y le dijo: —Tengo mucho sueño. —¿Desde cuándo estás aquí? —¿Dónde estoy? Zeink creyó que ella le tomaba el pelo como se solía decir y le dijo: —Vamos Valkiria, estás en el auto. Ella miró en torno y se quedó impresionada: —Iba a mi trabajo… Zeink miró su Rolex y entonces le dijo: —Son las dos de la tarde. Ella no entendía nada, es decir, se supone que salió a