Extra Mateo y Katia. Narra Katia. Creo que un dragón ha poseído mi estómago, unos días después de nuestras vacaciones empecé con un apetito voraz y no solo sexual, porque ese sí que lo tengo activado. En las noches me tengo que levantar a comer porque mi estómago empieza a rugir, yo creo que es por toda la energía que pierdo mientras devoro a mi terroncito. Además la noche que le hice el baile fue una locura total.Estoy en la oficina revisando unos menús mientras disfruto de unos ricos caramelos. Paola entra a la oficina se detiene y me mira, bueno mira todo lo que tengo en la mesa, una mezcla de dulces y salado. —¿Es enserio? —se cruza de brazos —, ¿no desayunaste antes de venir?—¿Vas a invitarme a desayunar? —hablo con la boca llena.Ella rueda los ojos y se sienta en su escritorio. —Te va a dar una indigestión con todo eso que tienes ahí.—Tengo que alimentarme bien para poder responderle a mi terroncito como es. Después de las clases de sexy dance se nos han ocurrido cosas

Extra Álex junior. Once años después…Mi nombre es Alejandro Fernández Román, tengo 20 años, aunque todos me dicen Álex, bueno en realidad me decían mini Álex, pero como ya crecí ahora soy Álex junior. Aunque desde que nació mi hermana yo perdí mi nombre y pasé a llamarme; Arándano, escudo humano.Ella se convirtió en la pequeña zibá, mi bichito o bichín, eso es por el color de sus ojos. Ella me puso arándano por mi color de ojos, según ella porque soy dulce como los arándanos, cabe decir que solo ella conoce ese lado dulce y escudo humano por todas las veces que la he protegido de algo.Yo siempre le digo zibá por mi tío, de hecho puedo decir que ella lo conoció a través de nosotros, aunque nunca lo pudo conocer físicamente aprendió a quererlo. También le puse bichito por la rareza de sus ojos bipolares, uno es azul y el otro marrón, en uno esta mamá y en el otro papá, por eso es una bichín. Mi personalidad se basa en; no quiero, no me gusta, no me interesa. Todos dicen que soy un

Primero, quiero agradecer a esa persona que se toma el tiempo de ayudarme con las correcciones. A esa persona que me ha estado ayudando desde hace casi dos años, dedicando su valioso tiempo incluso cuando tiene sus propias ocupaciones. A veces su tiempo es limitado, pero siempre encuentra un espacio para ayudarme de manera desinteresada, sin esperar nada a cambio (bueno, aparte de una buena hamaca que ya tiene asegurada y mi gratitud eterna). Gracias por el tiempo dedicado, por la paciencia que has tenido incluso cuando me corriges los mismos errores una y otra vez, y por ayudarme a pesar de que a veces los vuelvo a cometer por descuido. Gracias por todo lo que he aprendido de ti. No existen palabras que puedan expresar mi gratitud y admiración....Ahora llegamos al final de esta hermosa historia. Hace casi dos años que comencé con esta historia, y muchas cosas han sucedido en el camino que me impedían escribir. Es una de las historias que más tiempo me ha llevado completar, porque u