Sombras del pasado«Hay dos embriones creciendo dentro de usted»«Dos bebés»Valeria no prestó atención a ninguna explicación que la doctora les dio, tampoco en las disculpas que ofreció por no haberse dado cuenta del segundo feto, pero estaban allí y ambos estaban creciendo sanos.La felicidad que embargó a la joven fue tan grande, que ni siquiera se dio cuenta del momento en que sus dedos se aferraron sobre la mano de Derrick, él estaba en shock y rebosante de alegría. No era un bebé… ¡Eran dos! Y era la mejor noticia de su vida. Valeria y él tenía muchas cosas que vivir como padres y no perdía la esperanza de que lo hicieran como pareja. Derrick rogaría por esa oportunidad, si era necesario.Cuando la pareja dejó el hospital, Valeria se negó a ir a la oficina y cuando Derrick le ofreció llevarla al piso, ella no se puso.Derrick manejó directamente a su penthouse, era el único lugar donde podrían tener privacidad y hablar de sus hijos sin ningún temor a ser escuchados.—Dos bebés —

Bésame la bocaLa mano de Zoe se detuvo sobre la manija de la puerta, subió los vidrios de su auto con prisa para evitar ser vista por Patrick Phillips. ¿Qué hacía un hombre como él por esos lares de la ciudad?Zoe pensó que quizás trataba de comprar el edificio. El hombre era dueño de una constructora, sería lo más lógico, sin embargo, cuando se bajó del auto no parecía interesado en el lugar, sino en alguien delante de él, ella maldijo al darse cuenta de que la columna de enfrente era una maldita barrera y no le permitía ver con quién se reunía el padre de Derrick. Por lo que, pensó rápido.Zoe se liberó del cinturón de seguridad, se pasó al lado del copiloto, tratando de no hacer ruido y de moverse lo menos posible, pues Patrick no venía solo, había varios hombres escoltándolo. Cuando Zoe alcanzó por completo a cruzar al lado del copiloto, intentó ver de quién se trataba, pero todo lo que pudo ver fue la silueta de un hombre.—Maldición —gruñó con frustración, quería salir y dejar

Uniendo un corazón «Imagina que mi hijo es de cualquier otro hombre»Archer no podía creer lo imbécil que se estaba portando con Victoria, pero lo estaba siendo. Estaba comportándose como prometió jamás hacerlo, él no quería parecerse a su padre, sin embargo, iba por el mismo camino.El sonido de un golpe y el grito de una mujer lo arrancaron de sus pensamientos.—¡¡¡Victoria!!! ¡Llamen una ambulancia!Archer salió corriendo de la sala de juntas para encontrarse con Victoria desmayada y tendida en el piso.—¡Señor Paul!El nuevo grito de la mujer hizo que Archer saliera de su estupor y se arrodillara junto a Victoria.—¿Qué pasa? ¿Por qué tantos gritos? —preguntó Paul uniéndose a ellos hasta ver el cuerpo de Victoria.—Señor...Paul no respondió y avanzó hasta donde Victoria y sin medir palabras, apartó a Archer de ella.—¿Qué fue lo que le hiciste? —preguntó con ira en la voz y con una mirada furiosa.—No le hice nada —refutó Archer.«Mentiroso»Archer apartó el pensamiento que acud

El primer regalo«¡Es mi hijo! Yo soy su padre»El salón volvió a conmocionarse con las declaraciones de Archer Watson. Un revuelo y un sinfín de preguntas volvieron a encender a los periodistas ávidos de respuestas.—¿Usted y el señor Phillips se compartía a la misma mujer?—¿No estaba usted comprometido con Marie Anniston?—Señores esto ya no tiene nada que ver con ustedes. ¡La rueda de prensa se hizo para dejar en claro que Victoria Owen y Derrick no tienen ningún tipo de relación y que la paternidad que morbosamente le han atribuido, no es suya! —exclamó Paul, llevándose a Victoria de la sala de juntas y poniéndola a salvo en un lugar seguro.Mientras tanto Archer se quedó y convirtió en el centro de atención de los periodistas, sin embargo, se negó rotundamente a decir una sola palabra más. Ellos solo tenían que saber que el hijo de Victoria era suyo y hacerlo público.—Señor Watson, ¿nos puede decir cómo se ha tomado el señor Phillips esta noticia?—¿Siguen siendo amigos?—¿Qué

Capítulo veintiocho. Atrapados Victoria era una mujer fuerte y valiente de cara al mundo y frente a las personas de su entorno, pero si había algo capaz de causarle terror, era quedarse encerrada en una habitación pequeña y oscura. ¡Era lo peor que podía pasarle! ¡Estaban atrapados! —Estoy aquí, Victoria —susurró Archer pasando sus brazos por los hombros de la modelo, atrayéndola contra su pecho. —No quiero estar aquí —sollozó ella, cerrando los ojos y llevando las manos a sus oídos, como si no quisiera escuchar nada de lo que sucedía a su alrededor. Archer buscó a tientas su móvil y prendió la linterna, sabía que no iba a durar mucho, pero lo hizo para confirmar su teoría. —Abre los ojos, he puesto la linterna —le susurró junto al oído. Victoria abrió lentamente los ojos, la luz del móvil fue un ligero alivio para su corazón. —¿No va a apagarse? —preguntó con voz temerosa —No, por el momento no —respondió sin ánimos de mentirle. —¿Tienes cobertura? Llama para que alguien nos