Después de mucho buscar, encontraron a un abogado dispuesto a asumir su caso, él está seguro de que va a ser un caso difícil, por el hecho de tener muchas cosas en su contra, pero va a hacer todo lo posible para triunfar. El abogado tiene la convicción de que la madre, es la que debe estar al cargo de la crianza de los menores o por lo menos, eso es lo que le está manifestando a Ross. De allí que aceptara el caso a pesar de lo complicado que se pinta. No pasa mucho tiempo, para que el abogado comience a introducir los documentos respectivos para el juicio, pidiendo de antemano, que Ross, pueda pasar tiempo con sus hijos. El juez se lo concedió, una vez que demostraron que la mujer ya no tiene problemas de salud mental. Ross se encuentra feliz por los avances que ha obtenido, por el hecho de poder compartir con sus hijos sin estar bajo vigilancia o en compañías de terceros. También lo puede ver las veces que desee y el tiempo que ella estipule necesario, de allí que los busca todos

Pasan los días y el juicio no termina, cada vez sacan más pruebas y evidencia del comportamiento de Alex y de Ross como padres y miembros de una sociedad.Eso le está dando una esperanza a la mujer, puesto que hay cosas que Alex ha hecho que no son bien vistos en el entorno social, por lo que le dejan a ella como mejor opción para la crianza de los menores.Siempre que sale de los tribunales, Ross pasa buscando a los niños, para pasear con ellos y compartir con ellos, la mejor se siente feliz de poder estar con sus hijos.— Mamá, ¿cuándo nos vas a llevar a vivir contigo?, pasan los días y todavía seguimos con la niñera, pues, mi papi nunca está en la casa —expresó Robert con inocencia.— Pronto hijo, el juicio está marchando muy bien, creo que el juez está pensando en dejarlos regresar conmigo, por eso deben de tener todo preparado. A penas el juez tome su decisión y me otorgue la custodia de ustedes, nos vamos de viaje —expresó la mujer mientras la abraza.— Ya quiero que vivamos j

A Ross, se le humedecieron los ojos al verse descubierta así que presiona al niño contra su pecho. No puede creer que al último minuto la descubrieran, por un instante sintió que lo iba a lograr, ya faltaba tan poco.— Por favor, Elon. No me separes de mi hijo, ya no soporto más estar lejos de él —solloza la mujer de forma desesperada, sin aflojar el agarre que le tiene al infante—, sé que no me crees, pero este bebé que tengo en mis brazos, es mi hijo.— Ross…. No lo hagas más difícil de lo que ya es, yo te quiero ayudar, por eso te propongo una tregua —expresó Elon mientras se acerca—, vamos a hacerle la prueba de ADN, esa es la única forma que tengo de demostrar que el niño no es tu hijo, después de eso, te vas a poner en control con un psiquiatra. Lo que estás haciendo sobrepasa los límites de la normalidad, es por eso que necesitas ayuda especializada.— Yo hago lo que tú quieras, lo único que te pido es que le hagas esa prueba, así te das cuenta de una vez por todas que este n

Al salir de la mansión, Elon pasa buscando a Ross, puesto que ese día le va a hacer la prueba de ADN al pequeño. El hombre desea ayudarla y esa es la única forma que encontró, demostrarle que ese niño es su hijo con Liz. «Al verificar que el niño no es su hijo, va a aceptar ayuda psiquiátrica y va a poner de su parte para mejorar, o por lo menos eso es lo que espero», pensó el hombre mientras manejaba a su encuentro. Una vez junto, se puede notar la emoción de Ross, ella se encuentra segura de que el infante es su hijo secuestrado y en solo días va a quedar demostrado.— Gracias, Elon. Sé que estás seguro de que el niño es el hijo de Liz, pero con esta prueba te voy a sacar de ese engaño —expresa la mujer esbozando una sonrisa.— Eso lo va a decir el examen, solo te pido que cumplas con tu palabra y dejes la manía con mi hijo —expresó el hombre mientras la ve con preocupación—, una vez que tengamos el resultado, te vas a poner en control médico y hacer todo lo que él te diga. Ya e

Por la desesperación que tiene Ross, se suelta del agarre de Elon y sale corriendo sin rumbo, solo quiere encontrar a su hijo y asegurarse de que esté bien. Elon salió corriendo detrás de ella, tiene miedo de que cometa una locura. Una vez que la alcanza, trata de consolarla.— Amor, cálmate, pronto encontraremos a nuestro hijo —expresa mientras la aprieta contra su pecho, quiere hacerla sentir que no está sola y que puede contar con el.— Amor, nada. Ahora si lo llamas nuestro hijo, después que me veías como si estuviera loca —gritó entre sollozos—, todo esto que está pasando es tu culpa, si solo me hubieras escuchado…, nada de esto estaría pasando —expresa la mujer y se desvaneció en ese momento siente como su cuerpo pierde las fuerza para continuar, no cae al suelos debido a que Elon la tiene abrazada.— Tenías razón, Ross, discúlpame, sé que lo que está pasando es mi culpa, debí creerte desde un principio —expresó Elon y bajó la cabeza—, todo parecía tan increíble, nunca pensé qu