Agnes.Ayer llegue tardísimo al trabajo, no pude estar presente cuando presentaron al nuevo CEO de la empresa, en verdad que tenía ganas de conocerlo, quizás sea diferente al señor Marchetti. Hable con mi madre solo para preguntarle sobre el hombre que asegura es un “pan de Dios” yo no creo que sea de esa manera, pero es mejor darle el veneficio de la duda. Mi mamá hablo maravillas del supuesto niño que vio crecer, aunque fue poco el tiempo que lo tuvo en sus brazos. Aseguro que su corazón es más grande que el de un santo > no se si creerle o pensar todo lo contrario.>—¡¿Ya viste al nuevo jefe?! —Donato entro a mi cubículo sin llamar a la puerta.—No.—Mujer te pierdes de mucho —tomo asiento en una silla.—¿Por qué?—Se cae de bueno el condenado —mordió sus labios con deseo.—Explicame, porque no te estoy entendiendo.—Te contare el chisme completo. Ayer que llego el jefe, yo estaba en la recepción, ya te imaginaras la escena. Con hombre
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