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Todos los capítulos de Sombras de Abril: Capítulo 31 - Capítulo 33
33 chapters
31- "La excursión II"
APRILSaltó de la rama, aterrizando con una ligereza que parecía burlarse de las leyes de la física.Se puso frente a mí, sonriente, y por un instante tuve que recordarme a mí misma cuál era el plan.Yo era la que quería mostrarle algo.Yo era quien debía llevar el control.Yo era... la que en este momento apenas podía pensar.—¿Qué querías mostrarme, April? —preguntó, ladeando la cabeza con esa maldita expresión de curiosidad sincera.Tragué saliva.No podía permitir que sus pestañas largas me distrajeran.—Ven, sígueme —ordené, con toda la autoridad que pude reunir en mi tono.—¿Me vas a empujar por un barranco? —bromeó, caminando a mi lado como si nada lo alterara.—No, aunque ganas no me faltan.Es algo mejor.Sus pasos se sincronizaron con los míos.El bosque se abría a nuestro alrededor, filtrando la luz del sol en haces dorados que parecían pintados a mano.Avanzamos en silencio, el aire cargado de esa tensión extraña que parecía seguirnos como una sombra.Finalmente, me detuve
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32- "Donde los silencios hablan"
APRILDespués de cenar, salimos otra vez a la galería del puerto. El aire era tibio, y las luciérnagas comenzaban a encenderse como pequeños faroles dispersos.Él apoyó los codos en la baranda de madera y miró hacia el bosque.—¿Sabés? —dijo de repente, sin mirarme—. No pensé que me iba a gustar tanto este lugar.—¿La reserva?—Todo. La reserva, el sheep, los jazmines... vos.Me congelé. Literalmente.No sabía qué decir. No sabía qué hacer con esa frase, con esa confesión simple y brutal.Me limité a quedarme a su lado, apoyada también en la baranda, mirando las luces parpadear entre los árboles.A veces, las mejores respuestas son el silencio.El viento trajo el aroma dulce de los jazmines otra vez, como recordándome que no todo era dolor, que también existía la belleza, incluso en los días en que el alma dolía.Pav, desde adentro, puso algo de música suave. Viejas canciones de jazz que parecían derretirse en el aire tibio.Y entonces, sin saber bien cómo, me encontré riendo con él, c
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33- "Entre luces y sombras”
Ethan Estaba sentado a su lado en el muelle. La única luz provenía de una farola cercana que acariciaba su oscuro y brillante cabello. La punta de su nariz, enrojecida por el frío, le daba un aire aún más tierno. Quise imitar su acción y sumergí mis pies en el agua.—¡Ay, joder! Está helada. ¿Pero qué le pasa? ¿Está loca o qué? Se va a enfermar… No te metas, Ethan… ya sabés que ese no es el camino… Pero si dejo los pies en el agua, seguro que mañana caigo con fiebre… Odio estar enfermo… es lo peor…—Emm… está congelada… ¿No tenés sensibilidad en los pies o qué? —pregunté, intentando sonar casual.—No tengo sensibilidad —respondió en tono serio, sin mirarme. Luego volteó y sonrió, tratando de no reírse.¿Perdón? ¿Se está haciendo la graciosa? Okey, tengo que aprovechar este momento. Cuidado, Ethan, "cuñada de Léi", malditos títulos relacionales.—Pues… tu nariz no dice lo mismo —dije, señalando su nariz con una sonrisa.Llevó su mano instintivamente a su nariz.Joder, yo quería hacer
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