Dos semanas después….—¡Harry, Harry! Por favor abre la puerta, no puedes seguir así.El príncipe Harry no quiere salir, en realidad no quiere seguir viviendo en un mundo dónde su amada ya no existe. Esta desecho, no sabe cómo seguir con su vida.—¡Dios mío! Porque te la llevaste, cómo se supone que voy a seguir sin ella.La reina toca un par de veces, y al ver que su hijo no responde, le dice a una mucama:—Ve por alguien para que abra la puerta, pero date prisa.Aproximadamente 10 minutos después, llega la mucama, con un hombre para abrir la puerta, no tarda en abrirla. Entra la reina, y ve a su hijo demacrado, con la barba más larga, desarreglado, por lo que ve a estado bebiendo, su recámara está deshecha. La reina nunca se imaginó ver de este modo a su hijo, verlo así le parte el alma.—Harry por favor, escúchame: ¡No puedes seguir de esta manera! Sé que estás sufriendo, pero a Kate no le gustaría verte de esta forma.—Cómo lo sabes madre ¡KATE ESTÁ MUERTA! Y sabes es mi culpa, yo

4 meses después…Se siente una atmósfera de tristeza, la reina Elizabeth se encuentra inconsolable, ya que el rey ha muerto, nadie entiende cómo paso tal desgracia, sé suponía que el rey había estado mejorando los últimos meses.El doctor dice que: Su corazón fallo, debido a su edad, y a la enfermedad que lo aquejo por muchos años.Están en la ceremonia de velación, todos los presentes están afligidos, y con incertidumbre, porque no saben que pasará con Inglaterra. Se supone que por línea de sucesión el príncipe Harry debería ser el rey, pero todos temen que el rey Francis, reclame el reino de Inglaterra.Todos saben que los franceses, solo apoyaran a Harry, si tiene un heredero con la princesa Francesca.❤️Kate estoy sentada en mi cama, tratando de dormir estoy en mi último mes de embarazo, y mi pequeño ha crecido bastante, estoy en esta posición porque acostada a veces siento que me ahogo, siento que mi hermoso bebé me patea, a decir verdad ha estado muy inquieto.—¡Mi amor! Tranqu

Al escuchar lo que dijo el médico, Lady Annie no puedo evitar que la rabia se apodere de ella, ha esperado tantos años, para estar con el ahora rey Harry, y ser su reina. Que no puede permitir que eso pase.—Su majestad, no cree que está exagerando. Debe haber otra opción. Usted no puede irse y dejar a Inglaterra sola.—Lady Annie, no estoy pidiendo su opinión, no voy a dejar que la madre de mi hija muera, sin hacer nada.—Pero…—Nada lady Annie, voy a hacer los preparativos, para salir mañana a primera hora.—Ok… Arreglaré mis casas para irnos.—No, Lady Annie, usted no va.—¡¿Cómo que no voy?! La reina me puede necesitar.—No se preocupe por eso, llevaré un par de sirvientes, que se encarguen de ella, y de mi pequeña.—Su Majestad, sé que llevaran a sus sirvientes, sin embargo, quiero apoyar a la reina, ella es mi amiga.—Lady Annie, sé que es su amiga, pero está ocasión es mejor que permanezca aquí. Me retiro tengo muchas cosas que hacer.El rey Harry se retira, dejando a Lady Anni

El rey Harry se queda paralizado, su cuerpo no le responde, ve cómo Lady Kate, se va en un carruaje, todo pasa lento como en un sueño. Para cuando reacciona el carruaje, ya está demasiado lejos, corre para alcanzarlo, pero sus intentos son inútiles.—¡No puede ser! Tengo que estar seguro de que es ella, y ese niño. ¿Será mío? Si eres tú Kate Hamilton, ¡Juro que nadie te podrá salvar de mí!, ¡Cómo pudiste hacerme eso!—dice con rabia.Trata de calmarse, tiene tantos sentimientos encontrados, no sabe que hacer, nuevamente Lady Kate, ha puesto su mundo de cabeza.Regresa rápidamente al hospital, necesita confirmar, si es Lady Kate, corre desesperadamente, él cree que la mujer de quién le hablo Christopher, es ella. Cuando llega, su hombre de confianza Sr. Vincent lo ve, y le pregunta:—Su Majestad, ¿Qué pasa?—Esta viva Vincent—dice el rey sin aliento.—¿De quién habla su Majestad?—De Kate.—¡Eso es imposible!—La vi, con un pequeño. Pero necesito 100 porciento seguro.Entra al hospital,

Una semana después…Estoy desesperada, no quiero regresar a Inglaterra. Cómo me gustaría que nada de esto fuera realidad.—¡Maldición! Sin tan solo ese maldito arrogante, entendiera el peligro que corre su hijo—, camino de un lado a otro en mi recámara, creo que le voy a hacer un hoyo al piso. Nunca pensé decir esto: —¡Cómo te odio Harry!Tocan a mi puerta.—Adelante—digo, supongo que en mi voz refleja mi desesperación.—¡Hija!, ¿Cómo estás?—Mal señora Clarise, no quiero irme, eso va a ser un caos.—Lo sé, pero quizás cuando estés allá, puedas cerrar, esta etapa de tu vida. Y volver a empezar, sin mentiras.—No lo sé, temo por el bienestar de mi hijo, y de mi familia. Estoy como al principio, no supongo que peor. Ese Malnacido me hará la vida difícil.—Considero que solo es un hombre dolido. Eso no justifica como te ha tratado, pero dale tiempo verás, que cuando todo ese enojo se le baje, verá por qué hiciste todo esto—¡Tiempo! Con ese hombre, siempre he tenido que esperar, y si nun