—¿Estás lista? —pregunta Allarik dedicándome una de esas sonrisas preciosas de dentadura completa y yo asiento. Este hombre sabe como quitarme el mal humor y solo es cuestión de que use sus encantos para hacerme sucumbir. Aún mi mente y mi corazón tienen una lucha interna para ver quién tiene la razón, pero no pienso convertir mi luna de miel en una luna de hiel, solo porque a un grupo de personas se les ha ocurrido la espléndida idea de arruinar la imagen de mi esposo con sus críticas hacia él, nadie lo conoce como yo lo hago y a pesar de que cuando quiere, puede llegar a ser un completo monstruo, también ha demostrado que puede cambiar si se lo propone. Las cosas entre nosotros fueron hostiles al principio, pero ya no más, se acabó ese hombre al que solo le importaba ser una bestia conmigo y ahora solo se esfuerza por demuestra cuanto me ama. Llevamos varios días en Venecia y no hay ninguno que no hayamos disfrutado al máximo, hemos ido a todos los lugares que he querido y comido

POV ALLARIK —Tengo algo perfecto para ustedes —pronuncia con un entusiasmo infantil Selene—. Siganme.Ambos nos encaminamos donde sea que nos lleve la sensual mujer que viste con un extravagante vestido de color rojo, pero a medio camino soy detenido por Zahira.—Allarik, no creo estar preparada para hacer ese tipo de cosas —dice algo asustada y yo la abrazo.Puedo ver como se debate con su moral sobre lo bueno y lo malo y adoro colocarla en esa situación.—No sabes aún lo que nos tienen preparado en la habitación que pedí, y en caso de no estar segura de lo que te encuentres detrás de esas puertas —me separo por un momento de ella para mirarla a los ojos—. Entonces, nos iremos —le digo y ella asiente.Yo tampoco sé a lo que nos enfrentaremos, pero quiero que mi esposa empiece a vivir cosas nuevas, que se libere de todas aquellas ataduras que siempre le han impuesto solo con el pretexto de que debe ser una dama que se porta bien, quiero ver la oscuridad que ella alberga, desatar sus

POV ZAHIRA —¡Bienvenidos, señor y señora Gabad Asod! —nos recibe una comitiva de empleados, que permanecen parados en la puerta formando una hilera a cada lado de esta. Pasamos en medio del séquito de personas y llegamos a la entrada en donde nos espera nuestra suegra, ensanchando una sonrisa que se me antoja siniestra. Sus rasgos finos y bien cuidados, suelen ser angelicales, junto a esa mirada calma que a cualquiera le transmitiría tranquilidad, pero por alguna extraña razón su sonrisa representa la malicia pura. Camina hacia nosotros, dejando que la brisa ondee el hermoso vestido de color verde esmeralda que trae puesto, aquel que la hace lucir como una actriz de Hollywood a cada paso firme que sus altas zapatillas dejan que de. Sus exageradas joyas, hacen ruido con cada movimiento que su curvilínea silueta proporciona con su elegante andar. —¡Bienvenidos! —abraza primero a Allarik y luego me ofrece a mi, un beso en cada mejilla en señal de saludo. —¿Cómo te ha tratado el se

POV ZAHIRA Doy dos pasos hacia atrás dispuesta a abandonar el recinto, pero son esas dos simples letras que conforman aquella sílaba, que me devuelve el alma al cuerpo.—No —habla Allarik con rotundidad y nunca en mi vida, me había alegrado tanto de escuchar una negación.Las dos mujeres que nos acompañan sueltan un sonido estrangulado y lleno de sorpresa desde sus gargantas y yo no puedo estar más estupefacta que ellas.Mi marido, toma a Sharik por los hombros y la aparta de él haciéndola a un lado, pasa sus enormes manos por su elegante traje, limpiándose como si se hubiese ensuciado de algo y luego dirige sus pasos hacía mi.Se planta frente mío, que lloro desde hace quien sabe cuanto y con los nudillos que conforman sus gruesos dedos, limpia cada una de mis lágrimas.—Seria incapaz de traicionar a la mujer que amo —dice sin dejar de observarme, ahora acariciando una de mis mejillas con el dorso de su mano—. Juré tener solo una esposa —me sonríe y yo cierro mis ojos para calmar la

POV ALLARIKAbro mis ojos en cuanto siento el ruido infernal del tono de mi teléfono móvil, suelto un gruñido de desagrado cuando el sonido no cesa y me siento en el borde de la cama lo más veloz que mi adolorido cuerpo me lo permite.Han sido noches muy placenteras, pero así como la satisfacción ha invadido mi cuerpo cada día. Del mismo modo deteriora mi energía.Sonrío mientras miro a la rubia con rostro de angel que duerme plácidamente, como si no fuera la causante de mi desgaste físico. Esa mujer es insaciable y aunque se niegue a reconocer lo adicta que se ha vuelto a mis caricias, me complace saber que soy el único dueño de su amor y jamás encontrará a alguien que le proporcione tal sensación.El maldito aparato que había dejado de sonar vuelve a hacerlo, sacandome así de aquel letargo en el cual no me importaría permanecer por siempre, si en él me acompaña la mujer que amo.Tomo mi móvil y coloco los ojos en blanco al ver de quién se trata, deslizo mi dedo sobre la pantalla y c