ARREGLODYLANMi vida no ha sido fácil, mi madre era una buena mujer, pero débil de mente mi padre repetía eso cada vez que le pegaba, que era una inútil ni para darle hijos sirvió, si ella no se defendía o me defendía que quedaría para un niño de siete años que soñaba con bailar ballet.¿Tonto? Es posible, pero los bailarines se movían con una gracia y flexibilidad que me tenían soñando, según mi padre era mariconerias que él no iba a consentir y comenzó encerrandome en mi cuarto por horas y hasta días, dependiendo de su buena voluntad esa semana.No era necesariamente gay a la edad de siete años. Bueno, no lo veía así, sólo tenía gustos diferentes.¿Qué de malo había en eso?Para mi padre todo estaba mal, él quería un niño fuerte que jugará fútbol y trajera chicas a la casa. Si traje chicas a la casa, pero, Phoebe y Cassy eran mis mejores amigas, nunca me juzgaron por mis gustos femeninos y yo las escuchaba hablar de chicos, aun a pesar de lo que mi padre creía si me gustaban las mu

ASUSTADACASSYDylan simplemente se levantó del mugriento suelo y se largó luego de que le dije que todo estaría bien, no se que dije de malo, pero si se que algo le pasó.Estoy tan asustada con el correr de las horas que no le he insistido más a Dylan que me suelte, jamás pensé que Dylan estaba en estas condiciones, él siempre fue más reservado, pero siempre amigable y sonriente, no se que pasó hoy que desencadenó todo esto, pero algo pasó con Balthazar, eso es seguro. Quisiera averiguar más, pero no sé que se hizo Dylan y me aterra moverme de mi lugar.—Cass —escuché a alguien llamándome muy bajito —psst, psst.No me moví de mi lugar esperando que quien fuera me desatará.—¿Estás dormida? —volvieron a susurrar más cerca.La madera sonaba a cada paso que daban y mi corazón se aceleró haciéndome marear, la adrenalina comenzó a correr por mis venas llenandome de una energía repentina, preparada para correr si se me daba la oportunidad.—No te haré daño —Dylan se puso justo en frente de

RESCATENARRADOR OMNIPRESENTE Todas las personas presentes en la Hacienda Las Colinas montaron en diferentes camionetas y se fueron a la dirección en la que Jazziel dirigía, solo querían encontrar a Cass, aun no creyendo del todo lo que decía Balthazar. Manejaron por casi una hora para poder llegar a la locación y antes de llegar dejaron a Camilo al pie de una montaña a 4 km del lugar asignado, eran alrededor de las 3 de la mañana cuando llegaron cuatro camionetas a la granja abandonada, ninguno salió al exterior esperando una señal. Balthazar se baja de la camioneta haciendo una seña en el aire, esa señal iba para Camilo su mejor amigo y el mejor francotirador que Escocia puedo tener en la milicia. Todos proceden a bajarse de los coches armados, hasta las mujeres tenían aunque sea una Glock 9 mm en sus manos. —El plan es el siguiente sacar a Cassidy de allí sana y salva sin disparar —respiró profundo e hizo una pausa —a menos que sea necesario recalcó Baltazar en voz baja. En su

CASSY¿Ustedes saben lo que es pasar dos días consentida?Pues, yo sí y es hacer absolutamente nada. Así me tenía Balthazar, sin hacer nada, ni voy a bajar de la cama sin que él a donde quisiera, hasta me lleva al baño cargada, simplemente quería ir al baño a lavar mis dientes. Aparentemente simplemente quería consentirme y lo estaba logrando, de hecho le dije que me iba a malcriar si seguía así, a lo que él respondió que igual quería hacerlo, quería consentirme.Balthazar entró a la habitación con una bandeja, últimamente hacia eso.—Te traje café —se ve tierno así de mandilon —con una pastilla que ya te toca ¿aún te duele mucho la cabeza?—No, ha ido remitiendo poco a poco, ya hoy es casi nulo el dolor ¿me dejas bajar de la cama sin que me cargues? —pregunté a modo de sarcasmo.—No sé. Déjame pensarlo, me gusta sentir tu cuerpo junto al mío —nos vimos por dos segundos empezamos a reír.—¿Cómo están los chicos? —estuve algo preocupada por ellos.—Los chicos están bien, hasta Dylan est

BALTHAZAR Toda la situación del secuestro me tenía en una ansiedad constante, no quería que Cass se quedará sola en ningún momento. El pánico invadía mi torrente sanguíneo, cada vez que recordaba las pocas horas que estuvo perdida y que a mí casi me daba un infarto por no tenerla a mi lado sana y a salvo. El vuelo hacia Edimburgo fue algo tenso para mí, hubo un poco de turbulencia y sumado a eso todos los papeles que tenía que revisar. Las monjas pensaban que las sacaría del lugar así que amenazaron con hablar con los medios y esa mala publicidad seria terrible para la multinacional. No es fácil, es como haber perdido un mes en el colegio y estar atrasado en tus deberes, quiero en lo máximo de lo posible para compartir mi tiempo con cassidy. Me alegra mucho que se haya querido venir conmigo, cuando llegamos al aeropuerto privado de Edimburgo 4 BMW estaban estacionados en el hangar privado que yo tenía. Todos últimos modelos de distintos colores, el mío era de color negro, enseg