[ Visión de Iuri Stevens] Le doy la espalda y empiezo a besar su cuello, me encanta ver cómo se estremece con cada roce mío. Con destreza suelto el gancho de su sujetador y se va al suelo, la giro de frente, tomo sus labios en un beso tranquilo y cariñoso, sin prisas, sólo disfrutando del dulce sabor que tiene en la boca. Muy lentamente detenemos el beso y sonreímos mientras nos miramos, es palpable el amor que sentimos el uno por el otro.Admiro su rostro sonrojado, es increíble como aún se sonroja después de que nos besemos en estos momentos íntimos, bajo mis ojos a sus pechos llenos, mi boca saliva, sin rodeos me rindo a la tentación y caigo la boca en el pecho derecho, lo chupo con avidez, con deseo y lujuria. Mientras masajeo la otra con una mano, coloco mi mano libre en su intimidad y masajeo su punto de placer en la parte superior de sus bragas. Intenta controlar sus gemid

[ Visión de Aya Stevens] - Aya, despierta -oigo que me llama Iuri mientras reparte besos por mi cuello.- Buenos días, marido - hablo con los ojos aún cerrados - no quiero despertarme.- Tienes que despertarte, hoy va a ser un día movido - me acaricia la barriga - Buenos días bebé - dice y me besa la barriga.Tras una sesión de besos y caricias matutinas, Iuri se levanta, me tiende la mano y pasamos a ducharnos juntos. Nos preparamos y nos sentamos a la mesa a tomar café.Cada día que pasa estoy más ansiosa por saber el sexo de mi bebito, Iuri no me dejaba volver al trabajo, decía que era un peligro y que este momento debía disfrutar de mi embarazo y dejarlo a él hacer el papel de padre y esposo, me pareció lindo de su parte. Aunque echo de menos el trabajo, ahora tengo más tiempo para pasar con mi pequeño.- Tenemos

05/04/2057 - treinta años después. [Visión de Aya Stevens]   Soy muy feliz, estamos celebrando treinta años de matrimonio. Mis nietos, sobrinos y ahijados vienen a pasar las vacaciones conmigo. Tengo seis nietos, dos sobrinos y cuatro ahijados.Luanie, Luciana y Luan son los hijos de Maike con Felipa, son trillizos y tienen siete años, son unos niños encantadores, las niñas son idénticas, la única diferencia es que una es rubia como su madre y la otra es morena como su padre, ambas tienen los ojos azules heredados de su madre. Luan es diferente a las chicas solo tiene los cabellos que son mucho más cortos que los de ellas y son muy negros heredados de mí y sus ojos son oscuros también heredados de su querida vocecita, que en este caso, soy yo, es decir, arrasa con los corazones femeninos (también masculinos pero no le gusta este tipo de cor