Erick cumple su palabra, son las 2 de la tarde y no me ha buscado. Por curiosidad he abierto los regalos, hay libros, maquillaje, zapatos nuevos, todo lo que según Erick, a mí me gusta, solo me llaman la atención los libros, dado que son, por primera vez, de mis favoritos y observándolos bien sé de donde salieron; son los libros de mi casa. Erick entro ahí.* * * * *Erick entra ya tarde, dice que iremos a la playa y yo me vestí para eso, me pregunta por mis regalos y le doy las gracias, no hay nada más que hacer.Comemos casi en silencio en el yate, todavía hay personal de la cena de ayer, así que ellos son los que nos cocinan y para ser honesta es que no lo hacen nada mal y me hacen disfrutar de la comida y de la cena.* * * * *Pasamos toda la tarde en la playa, no me dice mucho y yo tampoco lo hago, puedo descansar y leer en silencio y por "mi excelente comportamiento" Erick me permite tomar su IPad, puedo leer las noticias, ver algunas cosas más de Londres, de Roma inclusive, de

Estoy casi en la misma posición, solo con los pies contraídos, no deseo moverme a ningún lado. Estoy en shock. Lo que acaba de pasar definitivamente no lo esperaba de ninguna manera, pensé que para que esto sucediera Erick me trataría de otra manera, no como ha hecho, como me poseyó. Me siento como una prostituta, como un juguete, como nada, él lo disfrutó, yo.... No pude hacer nada por intentar disfrutar aunque sea un poco la situación. Fue directamente a lo que buscaab, su manera de castigarme está dando efecto, no tengo ninguna intensión de desobedecerlo ahora mismo, y nunca más.Me duele todo, desde la última fibra de mi cabello hasta la última articulación, es un dolor indescriptible, quiero salir de mi piel, poder gritar, llorar, pegarle, salir de su vida, que me deje en paz, pero cada día descubro más sus alcances, me estoy desgastando, se me están quitando las ganas de vivir, las ganas de seguir luchando, estoy destruida física y emocionalmente, pero no puedo, no quiero caer e

No me he movido de este lugar, quiero pararme, ir al baño a limpiarme, pero no tengo fuerzas ni emociónales y físicas... Ese sueño, el amor se está yendo de mi vida en todos los aspectos, las ganas se me están terminando. Ya no soy ningún ejemplo, soy un asco, ya no sé cómo luchar, ya no sé qué hacer. Quiero irme de aquí. —Haz pasado mucho tiempo en esa cama, necesitas comer. Dice Erick entrando a la habitación. Yo no digo nada. Ni siquiera volteo a verlo. No puedo. —Nicole contesta por favor. No me hagas enojar. —No tengo hambre, muchas gracias —digo acatando rápidamente su regla. —¿Piensas quedarte así más tiempo? —No lo sé, tal vez sí, no me siento bien. —Nos vamos a casa en cuestión de horas, no quiero, ni deseo que estés así, necesito que me obedezcas y hagas lo que se te pide, y ahora quiero que te pares, cambies y estés lista para lo que yo deseo, o ¿quieres verme enojado una vez más Nicole? No creo poder soportar tan rápido un castigo de esa naturaleza, o de cualquier o

La puerta se abre, me le quedo observando directamente, está Erick en la entrada, ahí en el umbral, esperando quien sabe que, me mira, se enoja, pero no viene hacía mí, sino me comienza a gritar.—¿Qué carajos crees que haces? ¿Por qué te estás tocando sin mi permiso?Mi cara es de desconcierto, ni siquiera sabe que estoy haciendo y me reclama, solo está suponiendo pero aun así decide gritarme.—¡Respóndeme Nicole! —dice mientras yo me quedo congelada ante su presencia—. ¡Hazlo! —grita aún más fuerte.—No me estoy dando placer si eso es lo que piensa, de verdad Señor, no lo hago —digo con la voz temblando y con miedo —Erick me mira confuso.—¿No? Y ¿Entonces qué haces?—Anoche —tomo una gran bocanada de aire antes de hablar—. Anoche me lastimó, me duele mucho la entrepierna, así que vine a buscar un ungüento y a ponérmelo para intentar ayudar a mi dolor. —Erick me mira confundido.—¿Y crees que un ungüento te va a ayudar?—No lo sé, Señor, tal vez sí, estar sentada hace rato en el res

Me llevo la mano a la mejilla y solo asiento con la cabeza gacha, Erick sigue ganando.—Cada que tengas la necesidad vas a ir a la puerta y ese será el único momento que yo te dejaré hablar, si estoy en la casa escucharé cuando me llames, pero si yo no estoy, tendrás que esperarte.Una lágrima cae por mi mejilla, ¿me está bromeando seguramente? ¿No voy a poder ni siquiera ir a hacer del baño sin pedirle permiso? ¿Por Dios, hay días en los que él no está? ¿Cómo le haré?—Sé que estás pensando, cuando salga varios días la puerta estará libre y no pedirás permiso, pero te avisaré con anticipación para que estés preparada para mi salida, quiero que estés limpia, depilada por completo y desnuda cuando venga aquí.Sé que esto apenas comienza, sé que tiene planes, sé que esto va a ser peor de lo que me he imaginado.Las lágrimas siguen brotando, con cuidado de no hacerlas muy notorias me las limpio, pero sé que es del todo imposible.—Nicole, Nicole deja las lagrimitas y acepta las consecuen