Niego con mi cabeza—Ya no quiero escucharte porque me haces mal—lo vuelvo a empujar.No me pude resistir a enfrentar lo que tenía para decirme y solo logré escaparme. Subí lo más rápido que pude las escaleras, me encerré en mi habitación y no salí de ahí hasta el día siguiente.Ya no aguanta más tener que fingir llevar un matrimonio feliz cuando apenas nos podíamos ver y nunca habíamos compartido como cualquier pareja una cama. Alan estaba siendo tan él que yo lo único que buscaba era la forma de regresar a casa y no tener que lidiar con tantas responsabilidades. Sabía muy bien que de este matrimonio dependían mis padres y debía darle un hijo a la familia Frank para terminar el acuerdo. La cosa más difícil es poder tener un hijo con Alan Frank y tener que estar atada toda la vida a su lado por la culpa de las ambiciones f

Camina hacia mi—La parte de mi herencia como corresponde—responde riéndose. —No te me acerques, imbécil. Eres el demonio—le grito. Se ríe en mi cara, camina hacia otro lado y me voy directo a mi habitación, miro el techo y no entendía como fue que ocurrió tener que llegar hasta el punto de odiar mi propia vida. En cuanto a mi cabeza llena de pensamientos malos hacia él explotaba, me di varias vueltas en la cama y no logre dormirme. Nuevamente salí para poder comer algo y un ruido hace que grite —Dios—exclamo. Estaba ahí sentado tomando algo y mirando su celular —Deberías estar durmiendo porque es tarde— suelta de repente. Me volteo—Tu también, deja de comportarte como si fueras mi padre porque no lo eres —sostengo. Ya noto mi cambio de humor, no quer&iacu

—Si— respondí sonriendo. Él me abrazo y después dejo un beso sobre mis labios. Darme ese espacio para verlo de otra forma hizo que más me gustará. Me suelta rápido y camina hacia su escritorio—Bueno ahora debo terminar de hacer unos asuntos—me dice.Entrecierro los ojos—¿Estás bien?— le pregunté. —Si.Sin embargo, así de la nada ese hombre que hacía unos instantes me declaraba su atención y ahora me apartaba. Se lo notaba sumamente nervioso y lleno de preocupaciones en su cabeza—Estas raro, ¿pensaste que diría que no? —pregunte. Se toca la cabeza frustrado—No es eso, Harper. Quiero terminar con esto— señala los papeles arriba de su escritorio. Desesperado de tener que dar explicaciones hasta en esos momentos, se levanta molesto y me se&n

Sonríe—Si, pero no estoy preparado para sentirme así con una mujer —dice alejándose. Todo lo que Alan Frank me pegaron en el alma, no sabia que pasaría ahora que sabia realmente la verdad y necesite un instante para procesar tanta información. Tenia tantas preguntas inevitables, solo me distancie—Entonces todo estaba planeado por ti—susurro. Camina hacia otro lado, se quedo en silencio y no decía mas nada. Suspira estirándose—Mis padres me presionaron para casarme, toda familia con dinero necesitan herederos y pensé que serias la correcta—sostiene. Alan desde el primer momento había pensado todo. Recuerda cuando sus padres pidieron una reunion con él y los abogados. Esa mañana estuvo pensando de que se trataría todo, lo hicieron sentarse y comenzaron a sacar papeles. Lo señala—

Niega con su mano—No se puede hablar contigo—dice queriéndose ir.La relacion con mi padre siempre fue mala, ahora era peor y no sabia que iba a pasar pero me jodía tener que estar todo el tiempo limpiando sus desastres. Sentía que todo me iba para atrás, que nada tenia sentido y cada vez que buscaba ser feliz aparecían obstáculos para detenerme a cada paso que quería dar. —Hija no discutan porque eso hará que todo nos vaya mal, por favor—me pide. Muevo mi cabeza—Esta bien, ven—le pido. Se queda mirando a todo su alrededor—Tienes una mansión, no sabia que Alan pudiera tener tanto dinero—dice asombrada. —Si, madre pero no tocare nada de él. Estoy trabajando para no tener que depender de su bolsillo—sostengo. Muerde su labio, deja la taza de caf&eacut