Al salir de la oficina, Alicia le pidió a Axel si podía llevarla a su casa para cambiarse de ropa; accedió a la petición de Alicia. Después de cambiarse con un atuendo negro, Axel y Alicia llegaron al velatorio y en la entrada de este lugar se encontraron a Celeste con un atuendo igualmente negro.—Mamá.Alicia abrazó a Celeste, y ambas comenzaron a llorar.—Hija, tranquila, hay que pensar que ya dejó de sufrir esa enfermedad, lo acabó.—Sí, mamá, aunque duele.—Lo sé, hija.Axel se acercó a Celeste, apenado por la situación que atravesaban; le hizo recordar el dolor de perder un padre.—Señora, mis condolencias, siento mucho lo de su esposo.—Muchas gracias... ¿Señor?Alicia se dio cuenta de que no lo había presentado a Celeste.—Lo siento, no los he presentado, mamá, él es el señor Caballero, es mi jefe, me trajo hasta aquí para no venir sola.— Señor Caballero, ella es mi mamá Celeste, bueno, realmente es mi suegra, es la mamá de mi espo... Mi exesposo.—Mucho gusto, señora, y sient
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