"¡Mamá! ¡Mamá!" Un joven de temprana edad exclamaba con gran emoción mientras corría hacia el interior de una vieja casa. La mujer dejó lo que estaba haciendo y se dio la vuelta para enfrentarlo, una sonrisa decoraba su rostro que ya tenía varias arrugas por la edad. "¿Qué le ocurre a mi pequeño?" El niño también sonrió, y sus ojos se iluminaron con un brillo especial, miles de estrellas formándose en esos dos profundos orbes. "¡Es tu cumpleaños! Así que te he traído un regalo" detrás de su espalda, el niño estaba sujetando una flor blanca entre sus pequeñas manos. Sin esperar mucho más, se la entregó a su madre con una ilusión que desbordaba por todo el lugar. Ella tomó la simple pero delicada flor, regalándole otra sonrisa. "¿Siempre te acuerdas verdad? Le buscaremos un lugar" "¡Si!"Corrió hacia su madre, abrazánd

Cuando la mujer pronunció aquellas palabras, el corazón de las tres personas se encogió, especialmente el de aquellas que pertenecían a Dongtu. Muchas cosas pasaron por la mente de Bing Wen y Bing Ming, quienes tenían una tez más que pálida. Que sucediera algo así justo en plena crisis entre los dos países, no era para nada una buena noticia. "¿Qué ha pasado exactamente?" Shi MinZhe preguntó con un creciente miedo.La mujer quería hablar, pero de solo pensarlo, el borde de sus ojos se enrojeció, deseando llorar. "Mejor que hablemos dentro... ¡Cualquiera de ellos podría estar aquí!" ella llevo ambos manos a su cabeza en señal de pánico, a la vez que miraba a todas partes con ansiedad."Está bien, tranquila" Bing Wen ayudó a la mujer a caminar, y detrás, tanto Shi MinZhe como Bing Ming los siguieron.A esa hora del día, la villa Zhulin se encontraba animada. Aunque la población era baja, se podía sentir un ambiente jovial. La

En la Gran Sala de Senshi Xu.Xu AnRong estaba sentado cómodamente detrás de la amplia mesa. Encima de ella, varios ungüentos, vendas, y artilugios medicinales se encontraban dispersos. "¿Por qué no has dejado que los otros médicos traten tu herida?" Ming Hui retiró la venda totalmente empadada en sangre. Enseguida, sus manos también quedaron manchadas del mismo color. Xu AnRong cerró los ojos con indiferencia, dejando que Ming Hui continuara con su trabajo. "Sabes que en Dongtu se emplean técnicas prohibidas. Es obvio que la puñalada que has recibido no es simple. ¿Creías que solo con tu cultivo te recuperarias?" Las delicadas manos de Ming Hui sumergieron un pequeño paño en agua tibia. A continuación, comenzó a limpiar los diminutos restos de tela y la sangre de aquella fea lesión. "Termina tu trabajo y deja de hablar" Xu AnRong contes

Shi MinZhe y Bing Wen no dejaron de observar a Bing Ming en ningún momento. Ella lucía tranquila, aún respirando con suavidad. Su rostro lleno de golpes y heridas no cambió en ningún momento, como si estuviera sumida en una paz reconfortante.Bing Wen tomó una de sus manos, y después dijo en un tono afligido: "Perdona a tu hermano por ser un inútil en estos momentos" Shi MinZhe observó esta melancólica escena sin pronunciar palabra alguna. Ellos llevaban descansando un tiempo indeterminado. En dicho tiempo, Shi MinZhe pensó en todo y nada a la vez.En la novela original, nunca se produjo un ataque directo hacia los hermanos Bing, aunque muchas personas intentaron hacerles daño por estar relacionados con Xu AnRong y por supuesto por el romance de Bing Wen con él.Pero jamás se había llegado a este nivel.Bing Wen fue el que se llevó la peor parte, al ser el protagonista secundario. Aunque ahora, ese rol parecía haberse invertido.De rep

"¡Ahí están!"Tanto Chengen como Zhou Qiao y Zhou Qiu se encontraban en la entrada de la secta esperando el regreso del grupo. El amplio carruaje se estacionó, y de el,  tres personas bajaron. Chengen recorrió sus ojos de un lado a otro, antes de preguntar: "¿Donde se encuentra Xu-zhangmen?" Ming Hui suspiró y dijo: "Acompáñenme hasta la sala médica de Yunduan Yao. Bing Ming será tratada ahí hasta que se recupere"Si Ming Hui no quiso contestar a su pregunta, es que había sucedido algo que no debía ser dicho. Por lo tanto,  permanecieron en silencio. Bing Ming acarició su cuello, ansiosa por hablar. Sin embargo, en su estado actual era imposible. Chengen, Zhou Qiao y Zhou Qiu se la llevaron, mientras que Ming Hui y Bing Wen se quedaron atrás. De espaldas a él, Ming Hui juntó sus manos, y habló con una solemne sinceridad."Bing Wen, nada de lo que ha pasado es tu culpa. Hay ev