Math: SudaméricaEntre los grandes cerros tupidos de vegetación se encuentra escondida un pequeño clan de vampiros todas mujeres, la jefa una guerrera imponente y verdaderamente agraciada de belleza, ¿como es que lo se?Yo fui abandonado desde que nací en las cumbres de estos cerros por ser ciego, sordo y mudo, la gente de mi pueblo creía que tenía una maldición y que traería mala suerte por eso decidieron abandonarme a mi suerte en la selva, en el momento en que me dejaron ella llegó a mi rescate y fue la que me crío todo este tiempo hasta el momento en el que pueda regresar el gran favor yo me convertí en vampiro y eso fue suficiente para poder ver oír y hablar, pero la conversión no fue de inmediato toda mi ni&

Leyna: —Listo, ya coloque el nuevo gotero —mencionó la doctora ojeando una libreta —Gracias doctora —murmure y me recosté en la cama —Puedes decirme Tayla, no es necesario que me llames doctora —dijo mostrándome una sonrisa carismática, le devolví la sonrisa un poco cansada, la verdad me sentía muy débil —llegaron —dijo Tayla sorprendida —¿llegaron?, ¿quienes? —dije dudosa, Tayla me miró con curiosidad, pero parecía no ser para mi —No es nada, todo está bien, vendré a verte mañana, para ver tu progreso —se despidió y sali&

Ada:Soledad, tristeza, dolor, son sentimientos que se supone no tienen los vampiros, son sentimientos vagos que pasarán de ser malos a ser buenos, de la soledad llega la compañía, de la tristeza la felicidad, del dolor el bienestarNote como mi hermana salía de la oficina del jefe, en su rostro se notaba la calma, tranquilidad y felicidad, una expresión que nunca había visto antes en ese instante supe lo que pasaba, ya todo había terminado y ella se quitó un gran peso de sus hombros, me sentí tan feliz quería saber qué fue lo que ocurrió en la misión pero aún no estaba preparada para hablar con ella, por lo que desaparecí antes de que ella me volteara a ver, después de todo ella había sufrido por mi culpa Me encontraba caminando por los grandes pasillos de las habitaciones cuando de repente escucho un gran golpe y vi como Liam y Jhey salían de una de las habitaciones, Jhey parecía haberse divertido ahí adentro y yo definitivamente tenía curiosidad, ellos se fueron y yo aproveche par

Ada Leyna no decía nada, parecía confundida, la miré un poco curiosa, ¿tanto le impactó lo que le dijimos?—Saldré por un momento —dijo Tailer y no tardó mucho en marcharse dejándonos a ella y a mi en la habitación —¿De dónde eres?, ¿Siempre has vivido aquí? O ¿Cómo llegaste aquí? —empezó a inundarme con preguntas—Espera chica, espera, tranquila —intenté calmarla un poco —Por favor dime —ella insistió —¿Por qué quieres saber? —la verdad dudo que sea interesante saber la historia de los demás —Por qué quisiera conocerte mejor, desde que vine aquí todo a sido muy confuso para mi y quisiera conocerlos a todos para llevarnos bien —esas palabras me conmovieron un poco, si ella supiera que la historia de todos los de este lugar no es color de rosas, para empezar la mía tampoco lo es Mi vida siempre ha sido un sufrimiento, para comenzar no recuerdo a mi madre y mucho menos a mi padre mis recuerdos comienzan en una horrible celda en donde nos moríamos de hambre mi hermana y yo y si no

Neitan:Sentí un susto y dolor, me tiraron con agua helada —Mocoso, no estas aquí para descansar, levántate y ponte a limpiar —ordenó un hombre grande y peludo más bien parecía un gran gorilaMe puse de pie con las pocas fuerzas que me quedaban la habitación en la que estaba apestaba pero ese olor era similar a donde vivía en las calles, apestaba a orines, excremento y muerte, aparte de mí, se encontraban más personas en muy mal estado, pero no parecía haber nadie de mi edad, todos eran personas de edad mayor que la mía —Niño es mejor que te levantes a limpiar antes que te golpeen por no hacer caso —hablo un señor que estaba al lado mío, era una persona esquelética con la piel colgando, pero no parecía ser vieja para tener esa apariencia —¿Qué tengo que hacer? —le pregunté, pero de repente vi a mi ángel pasando por enfrente de la puerta, sorprendido corrí a ella y la abracé por detrás—oh, pero que lindura —la voz era diferente a la de mamá al alzar la mirada, vi a una mujer total