—No entiendo por qué quieres ir a verlo ¿qué crees que vas a conseguir de ese maldito? —pregunta Falcón.Llevamos toda la mañana discutiendo por lo mismo. No puede entender que necesito que me mire a los ojos y me diga algo sobre Lourdes. No puedo seguir con esta incertidumbre.—Te lo he dicho, necesito saber.—Trataré de hablar con Ferreyra, no sé si será posible Val. —acuerda finalmente y se marcha de la cocina.El Gitano lleva dos días encarcelado y las noticias vuelan, ya todo el mundo está al tanto de dónde se encuentra. Su maldito abogado se encargó de poner a la prensa al tanto.Según él, del maltrato injusto que recibe su cliente. Increíble… no entiendo cómo puede dormir por la noche sabiendo que defiende a un psicópata asesino de niñas.Luego del desayuno, dedico

La vuelta a casa es un suplicio, primero tener que eludir a la prensa, mientras Galindo, hace uso y abuso de los medios, alegando continuamente que yo he sido la causante de todo, inventando una historia de fantasía que tiene como objetivo acabar con un hombre de bien como Vargas.Y que esta fue la causa de que me echaran del periódico, algo absolutamente falso, pero por asesoría de Ferreyra, decido no decir una palabra. Me tomo mi tiempo para contarlo todo en el blog.Apenas llegamos a casa, Elvira comienza a preparar el mate, mientras Falcón da vueltas en círculos alrededor de la mesa, cavilando en su mente y tratando de mitigar la enorme ira que crece en su interior minuto a minuto.Por mi parte, voy por mi ordenador y comienzo a contar lo sucedido en la audiencia, dando a cada uno de los interesados en la historia, el verdadero curso de los hechos. Defendiéndome de las acusaciones de Galindo una a una, presentando co

Todo es tan confuso que no llego a entender del todo lo que está pasando. Repaso los últimos acontecimientos en mi mente, y de lo único que tengo certeza es del tremendo estruendo que antecede al caos.Los gritos comienzan a sucederse como cascada, el polvo y restos de escombros impiden la visibilidad, pero a lo lejos alcanzo a distinguir las distintas luces de la ayuda que viene en camino, las sirenas suenan cada vez más cerca.—¿Estas bien? —pregunta alguien a mi lado.Me toma unos segundos notar que bajo el polvillo se esconde el rostro de Ferreyra, quien me sujeta por los hombros y comienza a revisarme de arriba abajo, buscando alguna señal de herida.—Sí ¿qué sucedió? —pregunto aun confundida.—Aparentemente una bomba, no lo sé con certeza. —admite preocupado.Estoy en shock, no puedo creer que haya hecho algo así, las

Luego de la inútil incursión a Puerto Diamante, volvemos a la ciudad y tras un breve paso por el hospital, donde Falcón recibe algunos puntos, volvemos a casa.—Estaba allí —digo con frustración—Si hubiéramos hecho lo que propuse, quizás ahora Lourdes estaría aquí con nosotros.—Tienes razón, fue una decisión estúpida. No se puede confiar en nadie ¡Maldita sea! —acuerda golpeando la mesa.—Al menos sabemos que está viva. —interviene Elvira sujetando mi mano.—Sí, viva y en medio del infierno. Yo estuve en su lugar, solo deseaba morir… —sollozo.—La encontraremos Val, estamos cerca —anuncia Falcón esperanzado.—Escuche eso muchas veces, me iré a la cama. —advierto poniéndome de pie.Ignacio me toma por la muñeca y me mira

—Ley de Murphy —me digo a mí misma.Cuando algo sale mal, todo sale mal, y es justo lo que pasó con el juicio contra “La Red de la Triple Frontera”. Me entristece tener que escribir este blog, pero debo hacerlo.Prometí que lo contaría todo, le debo la verdad a las víctimas sin nombre, a las familias, a las almas… llevo horas sentada frente al ordenador, sin saber exactamente cómo empezar este post.Es que la verdad duele, indigna y tengo esta horrible sensación de no haber conseguido justicia, aunque muchos no estén de acuerdo conmigo, como Falcón. Él considera un justo final que cada uno de los implicados en la causa, esté enterrado bajo seis metros de tierra.Elvira no piensa lo mismo, yo estoy de su lado. La muerte no es justicia, es una escapatoria, otra forma de burlar la ley, el castigo. El simple hecho que no haya ni un solo detenid