Estoy parado a unos pasos de Hannia, admirando su belleza, cuando un imbécil se le acerca y se le ocurre sentarse en la mesa dónde esta mi mate, grave error idiota. —Hola preciosa, ¿Por qué tan solita? — le dijo el idiota, estaba apunto de acercarme cuando escuche lo que ella le contesto y no pude estar mas orgullosos de mi hermosa mate. —No sé quién seas, porque evidentemente no te conozco y la verdad no estoy interesada, así que puedes irte. — le dijo ignorándole. —¿Cómo sabes que no te interesa?, podríamos pasarla muy bien— le conteste de nuevo, los nervios de ese pendejo, mi lobo y yo solo queríamos, cortarle la cabeza y demostrarle que ella era mía, no lo pensé más y me acerque a marcar mi territorio. —Acaso no escuchaste, que te largues o te explico mejor— le conteste, gruñéndole y con mi voz de alfa, Sax estaba por salir a la superficie y reclamar a nuestra mate, pero pude controlarlo. Ese

    Esta noche será eterna, tome a Hannia entre mis brazos abrazándola con fuerza, mientras devoraba sus labios, le di un beso en la frente y mis manos alcanzaron la sabana y la arroje al suelo, dejando expuesto su hermoso cuerpo frente a mí   Era una diosa, mi diosa solo mía, mis brazos tomaron su cintura y la posicione en medio de la cama, mis labios comenzaron a morder su cuello y fueron bajando por su piel lamiendola y dejando un camino húmedo entre sus pechos, hasta llegar a su vientre, Hannia no podía dejar de gemir y mantenía sus ojos cerrados mientras mordía uno de sus labios. Mis manos comenzaron a acariciar su trasero, hasta llegar a su entrepierna y con mi rodilla, separe sus piernas, para dejarla expuesta frente a mí, necesitaba probarla de nuevo, tomar ese elixir dulce de su cuerpo, mi lengua encontró su clítoris y comencé a lamerlo y morderlo, tan despacio que podía sentir como estaba temblando de

  Llegamos a la casa de la manada y dejamos mi motocicleta en la cochera, Maximo y yo, nos dirigimos a nuestros respectivos cuartos, para cambiarlos y estar listos para el entrenamiento. Estaba caminando al área de entrenamiento no podía evitar en sentirme feliz y sonrojada, mientras recordaba mi noche con Maximo y la manera en como nos entregamos uno al otro, fue una noche mágica. Y recordé sus palabras, el me ama me lo dijo y hará todo lo posible con conquistarme, aunque no tendrá que hacerlo porque lo amo. Cuando llegue al área una voz que reconocí de inmediato me hizo despertar de mi sueño y ver la realidad, que literalmente me estaba dando una cachetada, mientras seguía en el limbo como idiota. —Maximo, no sé porque te extraña que este aquí, siempre entrenamos juntos y siendo yo la entrenadora de las guerreras en nuestra manada, debería estar aquí para enseñar las nuevas técnicas a las mujeres, además ya no podía est

 —Alfa Hansen y Xander, no saben las ganas que tenia de conocerlos, Hannia me ha hablado maravillas de ustedes— dijo Bruno.—Bruno, te agradezco que durante este tiempo, hayas estado cuidando a mi hija— dijo Hansen.—Fue todo un placer Alfa.—Bruno, bienvenido, piensas quedarte mucho tiempo con nosotros. — dijo Xander.—Eso dependerá de Hannia, el tiempo que ella me quiere tener aquí—dijo Bruno mirándome.Bruno se portó como todo un caballero con mi familia, pero pude ver como Maximo no le quitaba la vista de encima.—Bruno, te presento a Alfa Maximo del Blue Mountain Clan— dije girando mis ojos, por la cara que Maximo me estaba haciendo.—¿Maximo? Primo, que gusto conocerte finalmente, — dijo el y todos nos quedamos asombrados, sabia que Bruno estaba relacionado con la familia del del Coven, pero nunca pens&ea

 —Honorable alfa, creo que te equivocaste de cuarto, el tuyo está del otro lado de la casa, este piso y este cuarto es mío— le dije sonriendo con sarcasmo.—De hecho toda esta casa es de tu padre o de Xander, para ser mas específicos, pero quien lo toma en cuenta verdad, pero no te preocupes puedes quedarte en este piso eres parte de la familia y yo soy un invitado especial, no sé si sabias pero soy un Alfa— dijo burlándose de mí.—Eres un imbécil— le dije y el solo se reía por mis palabras.—Me permites, estoy un poco cansada y me gustaría irme a dormir— le dije intentando retirar su brazo del marco de la puerta, para entrar a mi habitación, pero claro eso hubiera sido muy fácil.—No te parece que es un poco tarde para estar en la calle a estas horas— me dijo muy serio, pude percibir que estaba molesto o ce