Narra Abby.Habían pasado varios días desde que llegué de aquella manada, y en el momento que mi padre se enteró se enojó mucho al saber que había participado en la batalla contra los rogue, pues el alfa celebró a casa llena la victoria dándome todo el mérito a mí por ello. Lo que no sabía es que ese mérito me causó dolor, uno que no tiene solución, pero igual me sentí mejor cuando noté a mi padre sonreír  orgulloso de mí, a pesar de que intentaba amonestarme.Mi madre por su parte no paraba de preguntarme que me ha pasado y como siempre buscaba evasivas diciéndole que me sentía cansada. Sentía que alguien me estaba observando, pero no podía oler la  esencia ni el aroma

Los gemidos fingidos de Abby en vez de molestar a David solo lo acaloraron más, el color de su piel cambió a un rojo intenso, su lobo tal parece que estaba entrando en el celo. Los labios de esa peli roja pasó a ser su único centro de atención, había olvidado su odio por un momento mientras ella seguía hablando de como lo haría gritar y llorar por estar a su lado, él acercaba su rostro más y más tratando de besarla, pero Abby fue muy astuta y conoció su intención, apartó su rostro y lo dejó con los labios a medio abrir.ꟷhueles esoꟷ le preguntó con una sonrisa y él negó con la cabeza cayendo en su juegoꟷ aquí huele a perro calienteꟷ decía todo eso provocando a David quien sonrió sin dejar de observar como Abby se desnuda frente a él. Para luego dejar que

 Tras escuchar las palabras de David Abby sintió que algo dentro de su pecho se rompió causándole mucho dolor y es más doloroso ser rechazado luego de ser marcado por tu pareja que antes de serlo, ya que el vínculo se completa por medio de esta. —muy pronto también tu padre me pagará por el daño que me causó —al escuchar todo eso las tres bestias internas de Abby se fusionaron recreando un poder sumamente potente convirtiéndola en un ser temible y con una voz tenebrosa le advirtió — si le llegas a hacer daño a mi padre o a cualquier miembro de mi familia te mataré sin importarme que seas mi pareja, ya que de todas formas estoy más que segura que tendré una segunda pareja destinada —salió sin más, pero no sin