Cumpliendo con la disciplina adquirida desde siempre, los miembros de la Misión Rescate Tierra estaban reunidos en la sala principal de la estación espacial para escuchar las indicaciones después de un receso que los había revitalizado, en el equipo faltaba alguien, era notorio la presencia de un asiento vacío, todos volvieron a mirarse entre sí, Erex había estado con Olgÿn en su natal Lyra recorriendo todos los parajes de esa luna  para después irse a  Morley, la exótica ciudad de seres similares a la experta terrestre y que Erex no había tenido la oportunidad de conocer donde entraron a los más diversos espacios experimentando sensaciones pocas conocidas; Emäzer decidió atender la invitación de Henqèph y se fueron juntos a la luna de Amereyuhah:, una ciudad nueva para el jupiterino donde estuvo encantado con sus avances técnicos y comunicacionales además de degustar las delicias culinarias del compañero de aventura espacial; Wokår y Kievlïa prefirieron quedarse en Ciudad

-Nuestro proyecto de rescatar la tierra de las razas involutivas del universo que la han subyugado ha tenido una evolución espectacular que nunca esperamos, sabemos mucho de los terrícolas de tal manera de estar convencidos que sus conflictos serán permanentes mientras no se liberen  a través de la implantación de los genes que estimulan la benignidad, la mansedumbre, y la filantropía que debe existir entre ellos hasta eliminar los vicios internos que se desarrollan en sus egos que los conduce  a la muerte; es por esta razón que estamos definitivamente decididos a intervenirlos, algo que haremos al terminar nuestra investigación exhaustiva, les hemos facilitado el desarrollo tecnológico y queremos contribuir en otros aspectos hasta llegar donde ellos-, dijo el Comandante General de la Misión al grupo de cosmonautas reunidos en la Sala Principal de las instalaciones de la misión, donde todos estaban brindando informes de las actividades desarrolladas; Erex había terminado e