Kique no estaba asistiendo a sus clases de la universidad, sus compañeros le habían estado preguntando la razón y si podían irlo a ver, pero él siempre respondía con lo mismo.- Estoy enfermo, es contagioso y no pueden venir.No quiso dar detalles, porque podrían saber su mentira y no tenía tiempo para elaborar otra o dar excusas.Al empezar la mañana con muchas ansias lo primero que hicieron fue llamar al número, eran las 9 de la mañana, creían que era una hora razonable, su plan fracasó, no contestaron ni al primer intento, segundo o tercero, al cuarto intento fue el mismo resultado y se rindieron por el momento.Decidieron tratar de explorar otras opciones en su investigación, esperaban que el número regresara la llamada o volverlo a intentar por la tarde o noche.Para las 9:48 de la mañana recibieron una llamada de un número de

- No…, sólo… que… pues no encontré nada, estaba sentado pensando que he sido un inservible, hemos avanzado gracias a ti – dijo Kique suspirando.- ¡Espera! – gritó Génesis.Ella con una sonrisa cálida en su rostro evadió el tema, se acercó a él y lo miró a los ojos, la distancias entre ellos iba disminuyendo relativamente sin que se dieran cuenta, cuando estaban a nada de su primer beso, ella lo empujó hacia el mueble que estaba detrás de Kique.- Génesis pensó – Talvez no sea tan malo, lo que estoy a punto de hacer.Lejos de serlo, ella se fue encima de Kique de forma muy sensual, esto a Kique puso muy nervioso, pero estaba dispuesto a llegar a lo que ella quisiera; para ser sincero tenía cierta atracción a ella.Él intentó no pensar en nada más que en el momento que estaba a pun

- Ten cuidado, creo que algo se trae entre manos – advirtió Daniel.- Claro, iré con cuidado – se expresó Mario con una sonrisa.Caminó hasta ella muy vigoroso.- Mario dijo - ¿Qué detective tan extraña? Mucho gusto soy el novio de Astrid.- Lo sé, mi pareja me comento algo – respondió Génesis.- ¿Lo de extraña? – preguntó Mario en broma.- Si que tienes sentido del humor – respondió Génesis.Mientras tanto Kique y Astrid ya estaban en un lugar tranquilo donde podían hablar y su conversación tan planeada estaba por empezar y la sorpresa de Astrid al ver esto, a su manera de verlo tenía que contárselo.- Así que… ¿Dónde la conociste? – preguntó Astrid.- En un restaurant, ella estaba sola y bueno me le acerqué habl

- Eso lo hace más evidente qué, Mario no se pudo inmiscuir mucho ¿No crees? – contradijo Génesis.- Todo es confuso, estamos entre las cuerdas – suspiró Kique.Exactamente el 15 de noviembre, faltando 5 días para que se cumpla la promesa de Kique, sin consentir una deducción avanzada, con teorías a medio terminar, tenían que ultimar de concebir su plan y prepararse, todo lo llevarían a cabo dentro de cuatro días, dejarían al último que quedaría para mirar sus resultados y pensar en lo que harían después.- Está noche será la peor que tendremos – dijo Kique.- Mientras sigamos juntos, pasaremos los momentos más difíciles si nos apoyamos – contestó Génesis.- ¿Cuál es nuestra deducción final de la muerte del chico? – preguntó Kique.-

Todo lo que le había dicho a su pareja sobre el abogado también era una farsa, la mayoría para ser específicos, el hacer notar que el detective Luis era o muy novato o pésimo en hacer su trabajo, convenció a Astrid que era verdad.La evolución de Mario al poder controlar más la situación con su pareja se debía al tiempo que pasaba con ella, un avance para él.Para el domingo 29 de octubre, cuando Mario pensaba que el asesinato debía cometerlo en la misma casa de Kique, husmeando en detalles para que nadie lo viera entrar o salir, tenía la más grande complicación de su vida, por si algo salía mal o gritaban por ayuda, debía tener un plan de contingencia que fuese eficiente al instante, mostrarse en territorio enemigo era condenarse insanamente y lo llenaba de dudas al imaginarse cada paso ahí.El accidente más afortunado, fue ver a