Jacob estaba de acuerdo con el Señor Bay. Cuando se va a una cena donde va a haber alcohol, tener a un conductor designado es lo más conveniente.Sin embargo, Jacob tenía otro plan en mente.Como tenía un Cullinan y esta era la oportunidad perfecta para presumir, se moriría si no conducía.“En realidad, deberíamos ir por nuestra cuenta”, le dijo Jacob al Señor Bay en ese momento. “Tomaremos mi coche y conseguiremos un conductor designado que nos lleve a casa. Podemos charlar en el asiento trasero… quiero decir, estarías de mal humor si te toca un mal conductor con un coche que huele a tabaco. Ya sabes lo feo que puede ponerse”.El Señor Bay asintió alegremente. “¡Muy bien! ¡Cuento contigo!”.“¡Oh, es solo lo correcto!”.Al llegar a un acuerdo, se apresuraron a salir, con Jacob conduciendo y el Señor Bay de copiloto.Ellos estaban teniendo una conversación agradable cuando Jacob recibió de repente una llamada de Walker, que era su suplente en la Universidad para Adultos.Al cont

El amigo del Señor Bay preguntó de inmediato: “¿Fue el gerente, el Señor Carson?”.“No”, se rio el Señor Bay. “Adivina otra vez”.“¡Oh, vamos!”, se quejó el amigo del Señor Bay. “¿Todavía me estás diciendo que adivine ahora? Solo para que lo sepas, esos magnates se pusieron muy contentos cuando les dije que tendríamos la Sala Dorada y dijeron que traerían sus tarjetas. ¡Se reirían de mí si no les diera los detalles ahora mismo!”.El Señor Bay se rio. “Muy bien, muy bien, dejaré de ser misterioso… es Jacob Wilson, mi vicepresidente. Él contactó personalmente a Don Albert de Primaveras del Paraíso, ¡y el hombre te prometió la Sala Diamante y los mejores vinos de su bodega!”.“¡Santo cielo!”, jadeó el amigo del Señor Bay. “¿El Señor Wilson lo hizo? ¡¿En serio?! ¡¿Y además la Sala Diamante?!”.“En efecto”. El Señor Bay. “Y tú me conoces. ¿Bromearía cuando se trata de tales asuntos?”.El amigo del Señor Bay dejó salir un largo suspiro como si acabara de engañar a la muerte. “Cielos...

Naturalmente, ni el Señor Bay ni Hal discutieron con esto, por lo que siguieron a Albert y Jacob a la Sala Diamante, la sala más grandiosa de Primaveras del Paraíso.Después de que Albert llevó al trío hasta allí y sonrió: “Caballeros, si pueden tomar asiento, mi gente les llevará el té Gran Túnica Roja y nuestro menú a su mesa en breve. También he hablado con la cocina y primero prepararán los aperitivos. Por favor, siéntanse libres de disfrutar de una partida de póquer hasta que lleguen todos, y los platos principales serán servidos de inmediato”.Su disposición fue completamente detallada y el trío estaba inundado de gratitud.Hal y el Señor Bay en particular miraban a Jacob con devoción, como si fuera un magnate modesto al nivel de Charlie.Pronto, cuando llegaron los invitados, Albert llevó personalmente dos botellas de Moutai de 3 litros, que costaban un ojo de la cara, a la Sala Diamante.Por cortesía, Hal pidió dos botellas más de Moutai de un litro, lo que significaba que

“De todos modos, tenemos un problema”, continuó Helena. “Hace dos días, NVIDIA lanzó el procesador B100, su último producto, hace apenas dos horas… un chip de próxima generación que superará considerablemente a nuestro H100. Le he dado instrucciones a Harrison para que haga algunas gestiones y reserve un lote a NVIDIA antes de que el B100 llegue al mercado, al menos para asegurarnos de que podamos conseguir 20,000 en el primer trimestre, cuando el B100 empiece a circular”.Charlie preguntó: “¿Qué piensa Harrison sobre el asunto?”.“Por supuesto que ese viejo zorro se va a mostrar reacio”, resopló Helena. “Pero con la potencia de procesamiento del B100 superando al H100, muchas instituciones de Inteligencia Artificial y gigantes multimedia están esperando con las billeteras bien abiertas. Se está quejando de que, después de hacer sus gestiones para conseguir tantos H100, le da demasiada vergüenza hacerlo de nuevo por el B100”.“Tonterías”, se rio Charlie. “Simplemente no le hace grac

Jacob bostezó, estiró los brazos y se golpeó las mejillas, antes de finalmente responder con desprecio: “Por el amor de Dios, mujer… no hagas de insultarme un hábito. ¿O es que te complace tanto?”.Elaine frunció los labios. “¿A eso lo llamas insultar? Son todos hechos… ¿crees que no te conozco? Dime, ¿qué calificaciones tienes? Tu conocimiento sobre caligrafía es superficial, e incluso los impostores que trabajan en la Calle de Antigüedades podrían vencerte”.“Solo tú tendrías la audacia de asumir el papel de vicepresidenta de la Asociación de Caligrafía y Pintura… Por el amor de Dios, ¿qué tan ciego está el presidente para nombrarte su segundo al mando? Aun así, estarás empacando tus cosas tan pronto como se entere de la verdad”.“Oh, Elaine, pobre Elaine…”. Jacob le sonrió con satisfacción en ese momento. “Me temo que las cosas no saldrán como quieres. El Señor Bay ha estado buscando un ascenso últimamente, y una vez que lo consiga, yo ocuparé su lugar como presidente. ¡Eso signi