Trago saliva duramente y él continua con los ojos sobre mí.
—Yo salí, con un… amigo —susurro temerosa al verlo tan agresivo, su vena a lado de su cuello sobresalta y su respiración es agitada, hasta ahora solo lo había visto dirigir miradas así arriba del ring, con sus contrincantes específicamente, mis malestares por el alcohol de anoche parecen pasar a segundo plano después de esto.
—Te he buscado toda la m*****a madrugada pensando lo peor y tú me dices que andabas enrollándote con alguien —exploto cuando lo escucho decir eso último y sin pensarlo le suelto una cachetada, sé que no le duele, pero trato de expresarle cuánto me duelen a mí sus palabras.
—¡No tienes ningún derecho para hablarme así, soy tu trabajadora, pero eso no me hace de tu propiedad, no me puedes exigir nada después de mi horar