CAPITULO 2.

Hayami mordía su labio, sentía que al leer ese libro no habría vuelta atrás, además de que la incertidumbre y la curiosidad ya habían entrado en su cuerpo como para no continuar.

Abrió nuevamente el libro para posteriormente tomar asiento en el sofá, respiró profundamente antes de colocar nuevamente sus ojos sobre aquel escrito ...

"¿Que si tengo miedo? Claro que lo tengo, ¿cómo no temerle a la muerte?, a dejar este mundo sin haber dejado nada en él, es realmente triste marcharse de esta forma y a manos del hombre que amas con la misma intensidad con la que le temes.

Para ser lo último que escribiré desearía contar desde un inicio la historia, pero no tengo el tiempo suficiente para hacerlo, para la persona que lee esto quisiera que entendiera que fui una chica amada por mis padres, siempre trataron de darme lo mejor, pero ante la pobreza y el hambre ellos aceptaron la oferta de aquel hombre poderoso, realmente no los culpo sé que lo hicieron por mis hermanos, de igual manera de una u otra forma yo ya estaba... Bueno, mi futuro ya estaba sellado.

Realmente creí que podría cambiarlo, que podía hacer que él se enamorara de mí; sin embargo, claramente no fue así, a decir verdad yo si me enamore como una loca de aquellos ojos azules, de su imponencia, de sus caricias, aunque quizás pensándolo bien sí sintió atracción hacia mí, a mi voluntad, a mi carácter, a mi fuerza, era el alimento que su ego necesitaba, pero cuando perdí todo esto deje de servirle, de atraerlo y me convertí una prisionera, puesto que es lo que definió mi ahora terrible final, quise escapar, quise huir a pesar de amarlo tanto, pero finalmente no lo logre ...

Solo hay una manera de escapar de sus manos y es la que esta noche lluviosa pasará.

Quisiera poder contar más sobre mí, me gustaría tener esa oportunidad, pero desafortunadamente no será así que a ti que me lees esto, en verdad te deseo suerte ..."

Hayami paso a la siguiente página que se encontraba en blanco y su corazón se estrujó, hojeó algunas cuantas más hasta encontrar de nuevo la escritura, pero notó de inmediato que era muy diferente...

"¿Cómo comienzo? No lo sé, nunca he sido una chica de escribir, de hecho podría decir que se me da muy mal, pero dada las circunstancias me decidí hacerlo, después de considerarlo mucho al encontrarme este libro en la estantería de esta biblioteca tan antigua de esta habitación donde llevó encerrada más de una semana, por lo que leí en las páginas anteriores me espera el mismo destino que esa chica, así que no sé si alguien va a leer lo que escriba o mis letras quedarán en el olvido. Me parece que divago demasiado, así que comenzaré como típicamente se comienza un diario.

Creo que para saber como llegué hasta este punto de mi vida, donde estoy sometida bajo el encierro de la peor persona que en mi vida he conocido y conoceré, es prudente hablar un poco sobre mí.

¿Qué podría poner sobre mí? Mmmm, solo que soy una chica común y corriente de una familia promedio, mi madre falleció hace muchos años que apenas recuerdo su dulce voz, a ella debo el nombre de Aileana, no sé por qué razón me lo dio, quizás alguna amiga de la infancia con ese nombre o quizás solo porque si, bueno, mi padre se encargó de mí como lo que es, un amoroso y responsable padre, soy estudiante de Lenguas, sí, si sé que para mis 24 años ya debería haber terminado, pero no me decidía por nada hasta que encontré el gusto por los idiomas, podríamos decir que tengo pocos amigos, o bueno tenía pocos amigos, también estaba con el chico más dulce que jamás he conocido.

En realidad no hay mucho que contar de mí. Mi vida se dirigía hacia un solo rumbo, el de la felicidad, pero se vio interrumpida cuando lo conocí, Cuando me encontré con aquellos ojos Azules, tan hermosos, tan hipnotizantes, tan profundos.

Como olvidar esa fecha la tengo clavada en mi memoria como el inicio de mi tormento.

Fue un 20 de enero de 1958, el invierno estaba a mitad de su ciclo, el frío se sentía hasta los huesos o ese era mi caso, ya que siempre he odiado el frío, lo detesto es un clima poco agradable, lo único rescatable que puedo sacar de aquellos días helados, es la calidez del los brazos de aquel chico dulce.

En realidad, Edimburgo no suele haber climas extremos, tiende a variar, las nevadas son hermosas y... Bueno, ¿Acaso soy guía de turista pará estar describiendo el lugar donde vivo? Me desvié del tema...

Esa mañana todo marchaba como de costumbre, yo asistí a la escuela como normalmente lo hacía, jugueteando un poco con

Beth, mi mejor amiga con la que hacemos y deshacernos, a ella la conocí una vez entrando a la carrera, es una buena chica muy linda, podríamos decir que muy atractiva, generalmente cuando estamos juntas los chicos solo la miran a ella, pero no me perjudica porque sé que estaba en los ojos de Graham, mi novio desde hace ya dos años, que por cierto han sido los mejores años..."

__" Aili" ¿Vamos a vernos hoy por la tarde?

Preguntó Beth, sentada justo a lado de Aileana.

__ ¿Hoy? No lo sé, tengo que asistir con mi papá a una fiesta No me preguntes de qué porque no lo sé

__ Anda, solo sería una hora o bueno o acompáñame a comprar una bolsa que necesito.

Aileana estaba indecisa, sus ojos color miel mostraban duda, giró un poco su cabeza hacia atrás mirando al chico de cabello cobrizo y un corte que lo hacía lucir bien parecido, él sonreía con otros chicos.

__ No me digas, ¿hoy saldrás con Graham?

Preguntó Beth al ver como su amiga lo miraba con tanto amor.

__ Si quedamos de vernos donde siempre, será antes de mi compromiso con mi papá, pero... si te acompañare a comprar tu bolsa y después iré con él.

Beth se puso demasiado feliz.

__ Gracias.

Aileana únicamente sonrió al ver la emoción de su amiga.

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