Primera Base

Parece que el "Efecto estréllate contra el asfalto " sólo sucede cuando estoy cerca de un personaje "Michael Belleck", es gracioso que mis piernas se vuelvan de gelatina sólo cuando lo veo, parece que mi cuerpo no coordina con mi cerebro cuando estoy frente a él.

Para colmo, soy la violinista de mi amiga Jhosélin y de su novio, son incansables, tengo que poner música fuerte para no escuchar sus gemidos de pasión todas las noches, no se cansan.

Estos días he estado haciendo diseños en la computadora, me gusta diseñar... Es mi pasión por eso estudié diseño gráfico y es la mejor manera de estar concentrada para no escuchar a Josh y Tomás al colocarme los audífonos y colocar la música a todo volumen.

 Suena el celular, al comienzo no escucho pero después de unos segundos y al darme cuenta que es Ian:

-Hola, Ian...-respondo después de sacarme los audífonos.

- Hola Nat, ¿cómo estás? Papá y mamá están locos de desesperación, por que no te comunicaste con ellos desde que llegaste a Alemania ¿Qué haces? 

-Estoy ocupada, Ian, prometo llamar a papá y a mamá este fin de semana ¿oh están ahí, ahora para aprovechar la llamada? 

-No, tú sabes que están en la pastelería a esta hora.

-Oh, sí. - respondo dándome cuenta de mi error, viendo el reloj, es que el uso horario es distinto allá -  deben estar en la hora pico.

- Sí. Yo iré dentro de un rato a ayudarles, vine a recoger algunas cosas y aproveché de llamarte para hacerte recuerdo que existimos - Ian y su sarcasmo, los hermanos somos igual.

-¡Hay, Ian, parece que te comiste un payasito! - respondo de la misma manera - cambiando de tema...Te cuento que mañana iré con Jhosélin al Munich Arena para ver al equipo en contra del PCV de Holanda por la Champions league. 

- ¿Qué? - pregunta sorprendido- ¿Cómo conseguiste eso? ¿Conseguirás los autógrafos que te pedí? - empieza a preguntar emocionado.

-Sí, obvio, Michael Belleck nos dio entradas VIP. 

-Wow hermanita ¿Cómo conociste a Michael Belleck?

- El día en que llegué a Münich te conté que estaba en el vuelo. Yo no diría que lo conocí, tuve tres encontronazos con él, algo les conté a los papás,  cada vez que lo tengo en frente terminó besando el asfalto, como dice Jhos, y haciendo uno de mis típicos osos al cuadrado.

-Pero a Michael le debes gustar... si te dió esas entradas... 

-Imposible. solo quiere ser bueno con la patichueca de tu hermana.

- Sí claro, hermanita -ya me lo imagino debe estar entornando los ojos- como siempre tan positiva, bueno, me voy, debo volver a la tienda; charlamos el fin de semana.

-Diles a papá y a mamá que los llamaré.

-Claro, besos.

-Besos, hermanito.

Me vuelvo a colocar los audífonos y empiezo a mover gráficos en mi laptop. Afuera de mi cuarto la pasión está a punto caramelo, ¡bah! eso no es para mí, desde chica fui tímida: metida en mis cosas. 

Sólo soy lentes y un cerebrito, ni sexo tuve hasta ahora teniendo la edad que tengo... esas cosas no son para mí, ya acepté que el amor no existe y que esos manjares no probaré jamás.

****

Al día siguiente, después de que Jhosélin me intentó pintar y peinar y lo único que logró es hacerme ver como un payaso de feria,  salimos del departamento directo al Múnich Arena. Me veo graciosa cada vez que me observo en el espejo, ya intenté despintarme sin que vea Josh pero es un poco complicado mis manos me sudan, veo a Michael y seguro hago otro oso.

Llegamos al stadium y con nuestros pases VIP, ni bien lo hacen nos pasan a camerinos, ¡No sabía que hacían eso! ¿O tal vez es una maniobra de Michael? ¡Hay como voy a pensar eso! 

Llegamos a los camerinos, es solo para personal admitido, por lo que puedo notar, los jugadores están cambiándose así que nos quedamos en el pasillo.

Afuera el griterío de la hinchada, la euforia es contagiosa de los hinchas del FC Munich , es ensordecedora y muy emocionante.

Mientras espero, me recuesto en una puerta, no queremos entrar sin invitación, sacó mi celular y empiezo a revisarlo viendo, sin darme cuenta de un momento a otro, la puerta se abre, tan solo siento como voy cayendo en cámara lenta y como nuevamente me estampo en el piso por millonésima vez ¡Joder! Como siempre con los lentes chuecos con otro porrazo en la cabeza y más avergonzada que de costumbre.

-¡Gusto de verte, Natasha! - escucho decir, esa voz sexy que suena como melodía me aturde completa.

-¡Joder! - chillo frustrada, se me salió. Esto es odioso, siempre tengo que terminar en el piso cuando Michael está enfrente mio. Él me dá la mano. Está con el uniforme del Münich, lindo como siempre. 

-No hay necesidad de maldecir - responde con esa sonrisa conquistadora que le gusta siempre mostrar mientras me arregla los lentes y me dedica una mirada seductora después se acerca a Jhosélin y a Tomás, los saluda mientras empiezan a salir los otros jugadores, Matt y David me saludan al verme.

-Después del partido te darán sus autógrafos, Natasha. 

-Gracias Michael -respondo avergonzada, mi rostro arde, debo  estar roja como un tomate - Disculpa que sea tan torpe.

Me jala tras de los camerinos, lejos de la multitud.

-Me encanta que seas torpe- comenta mientras vuelve a sonreír -Eres muy bonita, me gusta ser tu caballero de blanca armadura. 

-¡Sí claro, Michael! - respondo sarcásticamente, sonriendo de la misma manera.

-¿No me crees?- pregunta con el ceño fruncido.

-No, para nada...eso... de ser tu dama en peligro - niego con la cabeza-  para nada, sólo soy torpe y siempre lo fui. Además, de bonita no tengo ni un pelo.

-Eso es mentira y tú lo sabes - mira a un lado y a otro, parece que quiere percatarse  que nadie nos está viendo- tengo que irme, pero antes...- se acerca y roza sus labios en los míos -...un pequeño beso de buena suerte - se va y yo me quedo pálida, lívida y bruta. ¿Michael Belleck, me acaba de besar? Me pellizco, debe ser un sueño, ¡despierta Natasha!

-Nat, ¿vienes? ¡El partido ya va a comenzar! -Grita Jhoselin desde afuera.

-¡Sí, ya...voy! - respondo atontada, caminando hasta la salida de los camerinos en modo zombie.

El partido transcurre entre un gran nerviosismo. el PSV los puso un gol abajo y faltan quince minutos para el final, Michael tirará un tiro libre y  estoy hecha un manojo de nervios, si mete el gol empatarán y tendrán oportunidad de meter el gol del triunfo o de ir al partido de vuelta a Holanda y ganarlo en la cancha del PSV.

-¡Nat, Michael está mirando para acá! - exclama Jhoselin tomándome del brazo. 

Miro donde Jhos me  indica, Michael está mirando a mi lugar fijamente, me guiña un ojo y lanza el pelotazo a la portería, un tiro directo que casi perfora la valla de la portería, grito ¡¡¡Gooooolll!!! y salto de mi asiento, empató el partido. 

-¿Tú crees que se irán empatando?

-No creo, Jhos, el juego del Munich jamás va a la defensiva. Siguen atacando hasta el minuto 90, todavía hay tiempo tal vez podrían meter otro gol.

-Bueno, hay que m****r la mejor vibra para que metan ese gol una vez más.

-Sí, esperemos que así sea...- respondo soltando un largo suspiro.

Faltan cinco minutos para el final, Michael vuelve a tener la pelota, da un pase espectacular a Robert y este la acomoda para que haga un remate de frente a la portería ¡¡¡¡Gooooolll!!!!

Sí, saltamos de la tribuna, la hinchada está completamente loca de felicidad; gritan y vitorean el nombre de Michael Belkeck, mientras estoy   embelesada con su hermoso cuerpo, le queda tan bien el uniforme...

El arbitro  indica el final del partido dando el silbato final, el Münich ganó 3 ~ 2 y ahora tienen la ventaja para ir a Holanda y rematar el partido.

Bajamos de las tribunas, nos llevan a vestidores nuevamente, es bueno tener estos pases te dan pasó a lugares que casi nadie puede entrar.

Cuando llegamos hay un griterío dentro de celebración y algarabía.

-Pasen- nos indica uno de los guardias abriéndonos las puertas del camerino.

Entramos lentamente, veo a Michael cantando en Alemán con sus compañeros, Jhosélin y Tomás hablan con Matt de su asistencia para el gol de la victoria. 

Mientras yo, sólo tengo ojos para Michael que no se dió cuenta de mi presencia, David, que es un morocho muy interesante, me jala y me hace bailar cantando en alemán, empujándome atrás de los casilleros.

- Michael me dijo que te tenía una sorpresa solo para tí,  te llevaré a su casillero - indica sonriendo y después se detiene en frente de un solitario casillero -Gracias por el baile -Me besa la mano y se va. ¡Ay qué caballerosos que son estos muchachos? 

-Hola, Natasha - saluda Michael, saliendo de no sé dónde después que David se va,  acercándose a mí con aire seductor.

-Hola, Michael, - saludo un poco nerviosa y sonrojada- ¡Ganaron, qué felicidad!

-Sí - se acerca a mí - creo que el pequeño e inocente beso que me diste me dio mucha suerte.

-Pues que bien - respondo nerviosa, tanto que escucho mis latidos del corazón, se acerca más a mi y me saca los lentes. Casi no veo, soy miope y sin lentes parezco Mr.Magoo. 

-Tienes unos hermosos ojos, Natasha...

-Gracias- respondo más roja todavía, se acerca a mí y me planta otro beso, tonta de mí no sé besar muy bien, me quedo un poco tiesa sin saber cómo responder, detiene el beso y me mira.

-Abre un poco la boca, creo que comenzaremos con lo más básico, ¿primera base? - pregunta dudoso mientras yo lo miro  sorprendida, sin entender muy bien lo que me dice hago lo que me pide dubitativa, abro la boca un poco y él vuelve a acercar su boca a la mía antes de volver a pegar sus labios a los míos - cuando meta mi lengua a tu boca tú haz lo mismo juntala a la mía, ok - muevo la cabeza para asentir, ¡que oso, ni siquiera sé besar!, él se acerca y me besa metiendo su lengua a mi boca, como él me dijo hago lo propio y me voy relajando mientras nos besamos. Pasa un tiempo, parece que mil querubines bajaron del cielo a tocarnos el arpa una música romántica y hermosa, después de unos minutos se separa de mí y sonríe tan hermoso que quedo embelesada con él- Muy bien, esa es la primera base, después pasaremos a las siguientes ¿eres muy inocente, o me equivoco?

-No sé, si inocente o tonta - respondo avergonzada.

-Inocente... - me agarra de la mano - pero a mí me encanta tu inocencia y tú forma de ser,  te diré algo, desde el vuelo que caíste de bruces cerca mío sentí una atracción hacia ti y por eso te besé, déjame ser tu maestro, eres muy inocente, muy bonita y me gustas - Me vuelve a poner los lentes- ¿Ves algo sin lentes?

-Sí, muy poco, soy miope desde que era niña. 

-Te quedan bien tus anteojos. 

-Sí, claro - respondo entornando los ojos soy sarcástica; siempre lo fui.

-¿O eres muy negativa, o muy sarcástica?. 

-Soy sarcástica... lo acepto, mi madre chilla con mi comportamiento introvertido. 

-Pues la niña tiene que salir de esa actitud y de ese cascarón, de eso me encargo yo - me toma de la mano y salimos con los demás.

Qué vergüenza, tuve novios, bueno, digamos novio y con él nos besábamos como niños, así que nunca aprendí a besar y Michael hoy me enseñó a hacerlo. Ese hombre con cuerpo escultural, cara esculpida por los mismos dioses, ¡me enseñó a besar apasionadamente, no me la creo!

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