En solo unos segundos pude ver a Violeta felizmente casada con Esteban, el era un buen hombre y a pesar de tener que viajar por su trabajo nunca olvidaba llamar a Violeta y preguntarle por su día en el restaurante; este era todo un éxito y hasta había tenido que ampliarlo, lo que era muy bueno.
Vi como sus empleados eran felices trabajando con ella y aprendiendo lo que era trabajar para complacer el paladar mas exigente al cocinar con pasión. Como lo hacía Violeta.
Vi como eran padres de tres lindos pequeños a los que nombro como David Alejando, Esteba Alejandro y Tasia Angelica; yo fui el padrino de David Alejandro y de Tasia Angelica, mientras q