VOZ INTERIOR

Iam...

Después de lo sucedido con la chica en el pasillo, camino lo más rápido posible para alejarme de ella. Siento que no me controlo, nunca pensé que en todos mis años lobunos me encontraría con esta sorpresa. Su aroma, su cara tan bella, no sé cómo pude resistir tenerla tan cerca. A pesar de vivir con mi familia en las afueras del pueblo, no me agrada la idea de asistir a la universidad. Quizás sea unas de las personas más jóvenes que se ha hecho cargo de la manada Black Word, a mis 200 años de vida lobuna, es una responsabilidad bastante grande.

Pensaba que mi compañera sería para toda la vida, como también creí que mi mate sería una loba, vampiro o porque no, una bruja. Jamás pensé que sería una humana, tengo tantas emociones por dentro que me rehusó aceptarlo. Existen motivos de sobra para odiar con todas mis fuerzas a los humanos, y a pesar de interactuar con ellos debemos aparentar ser como uno más del montón. Entro enfurecido a mi casa y me ve mi hermana molesta, y le digo antes que me digas algo no quiero escucharlo.

— ¡Pero Iam! Cálmate, dime que te pasó — Cuando logra tocarme el hombro, ve en sus visiones mis recuerdos, y ella solo se ríe— Ahora entiendo tus enojos, Iam.

—No veo la gracia a todo esto — Respondo enojado.

— ¿Qué te ha hecho esa humana para que la quisieras lastimar?

— ¡Nada! Geet — Respondo.

Ella me interroga con la mirada, me escapo y me encierro a mi despacho, donde escucho que tocan la puerta y vuelvo a lo que estaba haciendo. Entra mi beta, Jacob.

— ¡Oye Iam, lo que habías encargado ya está hecho!

Lo miro y telepáticamente nos comunicamos y le digo «— ¡Encontré a mi luna!»

Jacob se pone muy alegre — ¿La vas a traer con nosotros? —Pregunta con tanta alegría.

—No porqué es una humana y no lo puedo aceptar — Le respondo secamente.

—Pero alfa, es nuestra luna, además sabes que si la rechazas te debilitaras y morirás.

—Eso no pasara, buscaré para nuestra luna alguien más fuerte que esa simple humana.

Veo entrar a mi hermano Ethan, con una sonrisa de oreja a oreja lo que significaba que estaba en papel de mujeriego. « ¡Lo reprendo!» Mira y sólo sonríe.

—A pesar que seas mayor no maduras, ahora veo porque mis padres me cedieron el lugar del alfa de la manada.

—No sabes, hermanito hoy he conocido a dos bellas mujeres y una es recién llegada, estuve con ellas en la cafetería — Decía sonriente

— ¿Si lo viste no? La nueva chica es hermosísima, creo que mi primera conquista será ella y después la amiga, bueno, si quieres te puedo prestar a la amiga de la nueva chica.

—Vaya, creo que Ethan ya ha elegido su nueva conquista — Dijo riendo Jacob.

—Dejen de hablar tonterías los dos y tú Ethan, no te acerques la nueva chica y es lo último que te diré — Les dejo ambos y me dirijo a mi habitación hecho un manojo de nervios.

No sé porque me siento así, estoy celoso, pero no puedo ni quiero acercarme a ella. Demonios, debo salir a correr y sacar toda la ira que llevo por dentro, una rabia que me consume por dentro.

Siento mi respiración sumamente agitada, y aun así sigo corriendo por las praderas hasta llegar a un lago. Me transformó en forma humana y empiezo a buscar un par de ropas, ya que siempre dejo algunos para estas ocasiones.

Cuando me pongo a pensar con más calma, recuerdo una cena que tengo hoy, por lo que vuelvo a mi casa para darme una ducha y asistir lo más pronto posible.

Camino por estas inmensas praderas y el aroma fresco me hace sentir afortunado de crecer aquí, donde no hay que estar ocultándonos ni fingir alguien que no somos. Veo a mí alrededor y hay a muchos cachorros jugando, corriendo, algunos trepando árboles y otros que están con su pareja disfrutando de ese amor que los une.

Son tantas emociones en un día, como las que siento cada noche cuando sueño ese momento tan oscuro, donde los mismos humanos fueron los responsables de tanta masacre hace 18 años atrás. Aún recuerdo esos gritos y aullidos desgarradores de mi manada, muriendo uno por uno.

Las lágrimas de mi nana y las mías al ver a mis padres masacrados, pienso en ello cada día, uno tras otro y vivo con esos recuerdos malditos. A pesar que los responsables apresados y tomamos el castigo de ellos como ejemplo, aún no estoy tranquilo ya que la hija de ese humano sin escrúpulo ha huido.

Hasta el día de hoy no supe más de ellos, tal parece que la tierra los ha tragado. Por ello, ciento que la paz que tanto busco y he esperado por tanto tiempo, nunca llegará. Una paz que necesito para seguir adelante, y dejar todo ese tormento atrás.

Voy llegando a mi hogar, entro a la sala y voy directo a mi habitación para darme una ducha, vestirme y luego ir a cenar con mi amigo. A pesar que él y sus integrantes de la familia sean humanos, me han demostrado su apoyo incondicional hacia mí y mi manada. Son de los pocos humanos en que confío aquí, y espero seguir así con ellos.

Entró en la ducha, y es reconfortante para mí ya que me relaja y me despeja la mente.

Cuando cierro los ojos, veo a esta chica humana, y no sé por qué siento que no podré estar alejado de ella. Inmediatamente y sin poder evitarlo, se comunica conmigo telepáticamente mi lobo interior.

—Búscala, márcala es nuestra, es nuestra luna.

—No lo haré, es una humana y no lo acepto — Respondo tajante.

Salgo de la ducha, buscó mi ropa y empiezo a vestirme para asistir a la cena. Escucho la puerta tocar.

— ¡Adelante! —Veo entrar a mi nana

—Dime nana ¿Qué necesitas?

—Mi niño vengo a preguntar si quieres que te prepare algo de comer, para cuándo vuelvas.

—No nana, iré a cenar a la casa de la familia Roldan — Contesto mientras que arreglo el cuello de mi camisa.

—Está bien mi niño, te deseo suerte — Me dice y la veo retirarse.

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