CAPÍTULO 5.

Inferno.

Habían pasado dos días desde la última vez que vi a Dakota ebria en su pequeña porquería.

Todavía no podía quitarme esa imagen de mi cabeza y esas palabras que salieron de su boca, respecto a que la apretara más fuerte.

Tantas cosas pasaron por mi cabeza y no sabía a cuál recurrir. Ella era una chica pervertida y perversa, podía verlo mediante sus ojos.

Ella es perfecta.

Pero lo que menos quería era que ella tuviera consecuencias o le pasará algo malo por mi culpa por esa razón salí de ese departamento y me fui a casa de Janeth a quitarme la calentura. Pero no sirvió de nada porque en mi cabeza estaba la chica de cabello negro y ojos marrones.

Me levanté de mi cama y caminé hasta mi cocina tomando un vaso con jugo de naranja, cuando vi que uno de mi seguridad entró a mi departamento con un papel en su mano.

─ Sr. Wembley.

─ ¿Sí?

─ Han dejado una nota frente a la puerta de su habitación.

Inmediatamente me levanté del sofá y caminé hacía él tomando la nota.

Hermanitos Wembley.

Al parecer tienen nuevas chicas ¿Recuerdan lo que pasó la última vez?

Recuerden ojo por ojo, diente por diente. Emily y su pequeña todavía están en la lista.

Será mejor que piensen más rápido o tendrán que visitar a esas pobres chicas en un cementerio.

Por cierto ¿Porque viven solas en un apartamento? Deberían de tener una buena seguridad.

Al terminar de leer la nota arrugue el papel y ese sentimiento de ira creció en mi nuevamente.

─ Llama a Thomas y Charles los quiero aquí en quince minutos ─dije a mi seguridad.

─ Enseguida señor.

Mi seguridad salió de mi departamento y yo solo me limité en hojear la nota nuevamente.

─ Esto es tu culpa Charles ─dije a la nada.

》》》

─ Se puede saber porque teníamos que venir a tu departamento, Inferno se te olvida que tengo familia, tengo una hija ─soltó Thomas entrando por la puerta.

─ Estaba durmiendo y han allanado mi departamento ─dijo Charles.

Tomé la nota y se las tendí, ambos empezaron a leer mientras que yo me recliné en el sofá.

─ ¿Que es esto? ─preguntó Thomas.

─ Eso querido hermano es la prueba de que Charles es un tonto, que digo tonto es más que un tonto.

─ No puede ser ¿Emily? ¿Emily corre peligro todavía?

─ Al parecer y gracias a Charles también dos personas inocentes que no tienen nada que ver en nuestros planes.

─ Te informo que yo no tengo la culpa, aquí el culpable eres tú que seguiste con este mundo ─contestó Charles.

─ A mi padre le costó mucho llegar hasta donde llegó, como para olvidar eso y dejar que otro se encargará.

─ Dejen de pelear y piensen que vamos a hacer, no podemos dejar a esas chicas así ─dijo Thomas y asentí.

─ Le están siguiendo el rastro y saben que viven solas, si les pasa algo eso quedará en tu conciencia Charles, pero lo peor es que si salen vivas ellas pueden ir a la policía y decirles todo.

─ Tengo un plan ─dijo Charles.

─ Tus planes no me interesan, porque gracias a ellos estamos pensando en que puede pasarles a esas chicas.

─ ¿Cuál es tu plan? ─preguntó Thomas.

─ Contarles la verdad e irnos de aquí con ellas, podemos llevarnos a Emily y a tu hija Thomas. Podemos dejar todo como si la tierra nos hubiera tragada irnos lejos quizás ellos demoren un buen tiempo en encontrarnos.

─ ¿Pretendes contarles a esas chicas todo y que ellas acepten tan rápido irse para otro país junto a nosotros? Eres un tonto definitivamente Charles ─solté.

─ No es tan grave, ellas deben acceder es mucho mejor que esperar que nos manden su cabeza en una caja de regalo.

─ Para mañana Thomas has tus maletas junto a la de tu esposa y tu hija, Charles habla con Olivia ─pasé las manos por mi rostro soltando un suspiro ─Yo hablaré con Dakota.

─ ¿Y a dónde se supone que iremos? ─preguntó Charles.

Miré en su dirección y sonreí ─ Paris.

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