"gala de savage"(parte 1)

 POV REBECCA 

Estoy paseando de un extremo a otro por el living de mí casa con los nervios a flor de piel. Otra vez vuelvo a evaluarme frente al espejo, llevo en el cabello un creativo peinado y un maquillaje profesional que el estilista personal de Sami, me realizó. Le eh pedido encarecidamente algo no muy llamativo y mí hija gritando por detrás, me contradijo -hoy mí madre tiene que verse como la bomba sexi que es, toda empoderada y que no pase para nadie desapercibida, pero con un maquillaje sutil. Mira al hombre que es estilista y afirma-tu si me entiendes amor, eres el mejor. -bueno nosé si es el mejor, pero que es magnífico en su trabajo, lo es, llevo el cabello recogido en un rodete alto adornando todo alrededor de este con mí mismo pelo una forma de corona trenzada, mis párpados maquillados de un gris ahumado y delineados en una fina línea negra que da un aire de mujer guerrera y sensual. Terminando por mis labios carnosos pintados de un rojo borravino que a pesar de ser un color potente al ser textura opaca, apaga lo llamativo. No puedo negar que estoy espléndida, no parezco la mujer sencilla con mis ropas de entre casa o la enfermera simplona cuando visto mí uniforme. Con este hermoso vestido de diseño, en la parte de arriba es corset con escote corazón y en la parte de la falda es larga hasta mis tobillos de tela de gasa transparente con una fina tela debajo, al caminar se me aprecian mis piernas hasta los muslos, un poco más arriba de las rodillas. Debido a las dos aberturas a los lados del vestido y para completar mí atuendo unos zapatos, Chanel, taco aguja de piel sintética con estampado de animal print ¡todo pagado y asesorado por mí beba hermosa!

Escucho el timbre de la casa, agarró rápido de la repisa pagada al espejo, un sobre champagne con cadena dorada que hace juego con mí vestido y pienso nunca en mí vida me había atrevido a usar algo así. Sobre todo el hilo dental casi inexistente para que no se marque en mí vestido y salir a la calle ¿sin sostén? ni de broma. Si Mauricio me hubiera visto aunque sea una prenda apenas reveladora, me hubiera insultado y ni hablar de vestirme así, no quiero ni imaginar la golpiza propinada, loco de los celos, no quería ni me permitía hablar con otros hombres o vestir con ropa ajustada, ni maquillarme podía. Por que según el, sino era una puta buscando Vergas, puff era un enfermo, psicópata. Me estoy dirigiendo a la puerta con un nudo en el estómago era inevitable presentarme a la gala con el novio de mí hija, no hubo caso ella es más terca que yo, ya determinó, que Luciano fuera mí guía y compañía en la noche. Por que ella no podía darme la atención que según ella merecía. Aseguraba que era una ocasión perfecta, para que yo conociera a algún hombre apuesto y adinerado, luego de estar varios años en soledad y tanto sufrimiento merecía ser feliz aunque en mis planes no estaba incluido conocer a un hombre por ahora, ya que disfruto bastante de mí independencia y libertad. 

Abro la puerta y aquí está parado frente a mí, el motivo de mí turbación, con un esmoquin negro echo a su medida, una camisa blanca que hace resaltar sus exóticos ojos y su tez trigueña. Me dedica una sonrisa de medio lado cuando ve como lo examino y me desarma. Este hombre avasalla con su sola presencia y es seguro que no pasa desapercibido en ningún lugar. Tan atrayente que me asustó del rumbo obseno que toman mis pensamientos, bajo mí vista sonrojada.

 POV LUCIANO 

Estoy estacionado afuera de la casa de mí reina, con mí limusina personal. Por que asi la trataría y la haría sentir hoy, como mí reina, la complaceria en todo hasta llevarla al máximo placer en mí cama. Cuando la investigue descubrí que viene de una relación tormentosa. Yo tengo y voy a brindarle todo lo que necesita. Me bajo de la limo y camino hasta la casa, presiono el timbre ansioso como un adolescente enamorado. Nunca desee o anhele tanto algo o alguien hasta ahora, está mujer es mí adicción. Basto verla una sola vez y sentir el aroma de su piel para transtornarme hasta volverme un puto obsesivo, moví cielo y tierra hasta encontrarla e inmiscuirme en su vida. Abre la puerta principal y juro sentir pararse mí corazón y mí verga en sintonía, este mujeron quiere terminar de desquiciarme de deseo. Mis palabras no alcanzan para describir su belleza, la aprecio de pies a cabeza lentamente con lascivia y noto que ella, hace lo mismo conmigo ¡Que interesante! no le soy tan indiferente como aparenta. Le sonrió levemente y ella baja la mirada avergonzada, es tan preciosa sonrojada. 

Me mira unos segundos cohibida y dice con su voz de angel-buenas noches, joven benediti. -¡Ah! ¿con que ah esas volvemos? creo que tendré que dejar muy en claro ese punto.

Me acerco a su oído y le susurro-buenas noches, mí reina.-haciendo énfasis en esas palabras.-tengo 28 años y usted 35, siete años de diferencia no es nada, soy todo un hombre en todo el contexto de la palabra, así que de ahora en adelante tuteame y dime Luciano. -le dejo un beso casto en su mejilla derecha muy cerca del inicio de su labio y me separó ofreciendole galante mí brazo. 

Ella todavía me mira asombrada de mis palabras y osadia, pero después de dudavitar unos segundos termina aceptando mí invitación y entrelaza su delgado brazo con el mío. Vamos sentados en la parte trasera de la limusina dirigiéndonos a la fiesta. Veo por el rabillo del ojo que ella está casi pegada a la puerta de la limo, como si temiera que en cualquier momento saltará sobre ella. -sonrió por dentro.. aunque la idea no es mala, me contendre por ahora. Apoyo mí mano derecha sobre su muslo descubierto por la abertura del vestido y ella se tensa, lanzandome una mirada interrogante a lo que yo con calma, saco del bolsillo interno del esmoquin una cajita alargada negra de terciopelo -quiero que luzcas, esto. -Abro la caja y ella exclama un jadeo de sorpresa al ver la gargantilla brillante de diseño exclava por que queda pegada justo alrededor del cuello. -Es una pieza única y exclusiva de la nueva colección ¡joyas benediti! Cuando digo única, por que lo es, en cada colección de joyas que se lanza, solo hay una joya de cada diseño, ninguna se repite por eso valen millones y se subastan entre la gente millonaria de nuestro entorno, aunque es hermosa a la vista y se nota que es valiosa, ella no puede imaginar el valor incalculable, ya que todavía no salió al mercado. La gargantilla es de oro blanco y los brillantes son diamantes diminutos incrustados. Que yo al ver naturalmente la colección antes de ser lanzada, automáticamente pensé que la única mujer en que deseo ver puesto este tesoro es en mí reina, luciendola con y sin ropa. Le pido que voltee haciendo un gesto con mí mano para tener el honor de colocarla en su cuello.

Pero ella mira la joya y la acaricia, luego a mí y dice firmemente-no, no puedo aceptar esto ¿Por que mi yerno me daría una joya tan exquisita y valiosa? por que se nota a simple vista, que su valor es invaluable, alguien de tu nivel, no daria baratijas, puedo ser humilde pero no soy una ignorante. -Yo solo río y la tomo de los hombros haciendo que me mire de frente, el desafío en su mirada me causa gracia, por que si fuera alguno de mis empleados o cualquier otra persona no lo permitíria, soy cero tolerante. -eres muy desconfiada, solo acepta mí regalo y lucelo en la gala, es insignificante comparado a tu belleza, a tu hija, también le regale uno y ya está al tanto de que recibirás uno de mí parte, y se alegro por ello. 

La volteo de los hombros firme pero con suavidad dejándola de espaldas a mí. Tomo la gargantilla y se la colocó en su cuello abrochandoselo, cuando terminó con esa acción quedó embelesado con la delicada piel de su cuello expuesto que sigue por la luminosidad de sus hombros y baja por su espalda. Sin pensarlo con las yemas de mis dedos acaricio detenidamente la curva de su cuello, desendiendo hasta el inicio delantero del escote solo para comprobar si.. su piel, es tan suave y cremosa al tacto como a la vista. Y ¡si! efectivamente es una seda, la adrenalina corre por mí cuerpo dándole una potente descarga a mí miembro, volviéndolo a la vida. No puedo contenerme estoy extasiado y empiezo a dejar un camino de besos por sus hombros hasta su espalda. La percibo estremecerse y gemir. Acaso.. ¿está excitada tanto como yo? ....pero vuelvo a la realidad, por qué voltea de golpe y me empuja violentamente, me grita enojada-que perversiones pasan por tu cabeza ¡eh! al tocarme y besarme así ¡¿Es esto acaso un juego sádico y retorcido de un niño rico?!

La limosina se detiene y el vidrio que separa nuestros asientos con el del conductor se baja, y el chófer me dice-señor ya llegamos al destino. Dicho eso, Rebecca se baja de la limusina y sin esperarme, comienza a caminar hacia el gran hotel de mí cadena, donde se celebra "la gala de savage"

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