Astrid

Estábamos levantadas desde hace algunas horas, ya que el cambió de horario nos ha afectado un poco.

Me dirigí al baño y tome una ducha de agua tibia eso ayudó a que mis músculos se relajaran.

Un pantalón Jean azul, una camisa roja y un abrigo de color negro, y los únicos e inigualables botines también de color negro, fueron parte de mi vestuario, uno por el frío que hay en Moscú, otro por los hematomas que tenía en la mayor parte de mi cuerpo y eso me ayuda a esconderlo.

En cuanto salimos del hotel el frío azotó nuestras caras, mi cabello lo llevaba suelto eso también me ayudaba a que el frío no se expandiera más por mí cuerpo.

El primer lugar en visitar fue uno que tenía por título un apellido en español llamado "Márquez" sí en español fueron los lugares que visitamos, en busca de trabajo.

Entramos al lugar, una de chica alta de tez morena nos atendió amablemente. Sí sus rasgos también son españoles.

―Hola, buenos días ―salude a la chica

―Buenos días, ¿en qué les puedo ayudar? ―cortésmente respondió la chica.

―¿Aún está disponible el trabajo de mesera? ―pregunta mi amiga

―Lo siento, hace una hora se lleno el cupo ―nos contesta la chica.

Un simple gracias sale de nuestras bocas y nos marchamos del lugar.

Ya habíamos pasado por cuatro lugares de trabajo, y todos estaban recién ocupados.

Dios mío, estoy nerviosa y preocupada a la vez, ya que el único lugar que nos queda por visitar es de comidas y bebidas rápidas, es un puesto parecido al de McDonald's llamado, Gótico Grill.

Rogando a Dios que este fuese el último lugar que visitarámos.

Nos adentramos en el, el gerente nos recibió bien, le preguntamos sobre el trabajo si aún se encontraba disponible, él me contestó que sí lo estaba, así que pidieron mis datos, hicieron varias preguntas dejaron pasar el simple hecho  de que tengo 17 años y ya dentro de unos meses cumpliré los 18 años.

Uno de mis problemas ya estaba resuelto, por que ya tenía un trabajo, pero el de mi amiga no, así nos desplazamos por el lugar y encontramos un bar, fuera de ahí había un cartel donde decía que se ocupaba una camarera.

Nos dirigimos hacía el bar.

―Buenas tardes ―saluda mi amiga.

Nos devuelve el saludo una camarera.

―Estamos aquí por el trabajo de camarera ―habla Emma de nuevo.

La camarera nos escucha atentamente.

―¿Que requisitos son los que se requiere para estar de camarera? ―preguntó yo.

–No es mucho lo que se ocupa, solo ser mayor de edad. ―Nos dice la chica.

Emma y yo nos damos un abrazo de inmediato, la cara de la camarera es de total confusión.

Es tanta la alegría que tenemos ahora mismo.

―Yo tengo 18 años, dentro de poco cumpliré los 19, y he trabajado varias veces de camarera ―mi amiga Emma habla con voz nerviosa y algo preocupada se le ve en su cara.

―Tranquila chica, sin más que decir estás contratada, mañana a las 5 tienes que estar aquí, pero  saldrás a las 2 de la madrugada, por qué los viernes el lugar suele abarrotarse demasiado.

―Gracias, gracias ―la voz de Emma es de total alegría.

―Dariana ―responde con una media sonrisa.

―Muchas gracias Dariana, mañana nos vemos.

Salimos con una alegría inmensa de ese lugar, si feliz realmente feliz por qué en el segundo día de vivir en Moscú, ya teníamos un trabajo.

Llegamos al hotel, la felicidad que había en nuestras caras era poco para como nos sentíamos por dentro.

Buscamos en Internet un lugar cómodo para poder vivir por un tiempo. Encontramos uno muy cómodo, solo pagaríamos 360 dólares al mes.

Muy cómodo a decir verdad.

Sin más decir nos contactamos con él encargado del apartamento él cuál nos dijo qué estaba desocupado, e inmediatamente nosotras recogimos nuestras prendas de ropa que habíamos regado por toda la cama y las metimos a la mochila.

Ya eran más de las 2 de la tarde y no habíamos podido almorzar.

Así que salimos del hotel, llegamos a un lugar de comidas rápidas y solo pedimos una ensalada con un jugo de papayas.

Llegamos al lugar dónde se encontraba el apartamento, un señor de 50 años de esas se encontraba de guardia en el lugar.

Saludamos al guardia, le preguntamos por una mujer llamada Angela.

Él nos devolvió el saludo, también nos dijo que la mujer llamada Angela nos estaba esperando.

Subimos y ahí nos estaba esperando Angela nos presentamos y esta procedió a mostrarnos el apartamento.

El apartamento no es tan grande, se ve un poco pequeño pero acogedor, consta de una habitación con 2 camas, el baño, una sala y la Pequeña cocina. De hecho ya está amueblado.

En la cocina hay una estufa no tan vieja, la nevera se ve algo nueva, y el microonda está en perfectas condiciones, sólo nos tocaría comprar la comida y algunas vajillas.

Nos dirigimos a la habitación y hay dos camas pequeñas perfectas para nosotras, un closet con espejo, una mesita con una lámpara se encontraba en el lado de la cabezera de ambas camas.

―Estoy muy a gustó, con todo lo que nos ha pasado hasta hoy ―digo mientras me siento en una cama.

―Creeme que yo también estoy más que conforme ―Emma responde, mientras se quita su ropa.

Del dinero que traje me restaban 730 dólares, decidí ir a comprar comida con el dinero sobrante, baje del departamento y a 3 cuadras de el me encontré con una tienda.

Fuí sola, por que Emma se quedo danolde una limpieza al departamento.

Compre un pollo, una funda de pan, queso para derretir, una soda grande, Pizza congelada, pues comida chatarra nada más por comenzar, y demás utensilios para la limpieza del hogar, me sobraron 14 dólares con 30 centavos.

De camino a casa, casi no podía con las cosas, a duras penas pude llegar, Emma me tuvo que ir a ayudar a la entrada del departamento.

**

Por fin estoy tranquila, sin recibir humillaciónes, sin nada golpes, mucho menos sus gritos tan horripilantes, una paz que invadía todo mi ser, más agradecida no podía estar, por qué ya pasó todo, al final soy libre de ellos, espero y nunca puedan dar con mi paradero. Tenía 17 llamadas pérdidas de Aarón, ninguna le contesté, es más hasta puse mi celular en modo avión para que no sonará más, así quizá dejaría de desistir.

Cuándo tenga tiempo de trabajar me comprare un celular nuevo, quiero perder todo tipo de contactos con ellos.

―Cuando este más cómoda, me gustaría continuar con la escuela de nuevo ―Habló en voz alta.

―Vamos querida, vamos, recuerda que siempre estaremos juntas. ―Emma siempre recalca que somos las dos que continuaremos.

***

Tenemos un mes de estar trabajando, y por la voluntad de Dios nos ha ido bien, aparte nuestros jefes son buenos con nosotras.

Mis hematomas han disminuido bastante, algunas partes están cicatrizadas, pero he mejorado muchísimo.

Nuestros horarios con Emma no  son diferentes, ella entra a las 10 de la mañana y sale a las 11 tipo 12 de la madrugada, mientras que el mío es de 8 de la mañana a 5 de la tarde, en la mañana es donde podemos estar juntas.

Hicimos un nuevo amigo, se llama Jeyson, nos llevamos bien con él, también él es una buena persona. No tengo ninguna queja de él.

Mañana será un día muy pesado, ya que en el bar  donde trabaja Emma  habrá una fiesta, serán muchos invitados, las camareras que hay no serán suficientes, así que me contrataron.

Me pagarán 3,000 dólares sólo por trabajar desde las 5 de la tarde hasta las 3 de la madrugada. También acepte por qué es un sábado, y el domingo ddscansariamos ambas.

**

Mientras Emma se duchaba, corte cuatros trozo de pan con queso, coloque el queso en medio del pan y lo introduje al microonda.

Una vez escuche el pitido de ello saque los panes y le sirve a Emma su parte, yo me dispuse a devorarme la mía.

Mañana será un día muy pesado y bueno a la vez, de eso no tengo ninguna duda.

**

Nos encontrábamos ya listas, mi compañero de trabajo, Jeyson dijo que nos vendría a recoger y que él nos iba a acompañar al bar,  dos jovencitas no pueden estar en un lugar lleno de tantas personas, así que yo iré para estar pendiente de ambas.

Jeyson es un muchacho de 20 años, también tiene un pasado algo difícil, pero él me dijo que con él tiempo estaba sanando. También me dijo que podía contar con él, que no dudará en pedirle un favor.

Le agradezco por qué es el primer amigo hombre que tengo, aparte que me ha comprendido desde un principio.

Ya subidos en el auto, Jeyson lo pone en marcha, y nos dirigimos hacía el bar.