Alex
Pocas veces en la vida he sentido está sensación, pero después de tanto tiempo creí que la había olvidado, sin embargo, no era así, pues al estar a solo algunos pasos de la celda de mamá, supe que no había olvidado nada, y que el miedo seguía allí latente como siempre había sido cuándo era pequeño, yo odie ser perfecto, odie tener que siempre ser el hijo modelo a seguir, odie perder a Sara, y ahora estaba aquí casi obligado a verlos por dos cosas, proteger mí futuro y a las personas que quiero y saber quién le hablo a Beca sobre Sara.
Pero no me sentía con el valor para describir la verdad,o verla ya siquiera, estaba en un lugar muy diferente a lo que me imaginé de una prisión, pero mamá siempre había sido así, casi me había olvidado de los gustos caros y exóticos que solía tener, lo único extravagante que había visto los últimos días, era la enorme mansión Goldstein, pero en ella me sentía en casa, nada parecido a est