Capítulo cinco. Es mi enemigo
Es mi enemigo
Hope miró al abogado, el pobre hombre salió corriendo ante la seria y fría mirada de la mujer.
—Puedes pensarlo, hija, quizá vender sea mejor para ti —dijo Hilary—. Has hecho una vida en Nueva York, no quiero que te sientas presionada a quedarte por mí causa, tienes que pensar también en Matthew, el cambio de ciudad puede ser difícil para él —añadió.
—No voy a venderle a Blake, mamá, y tampoco volveré a salir corriendo.
—Hope…
—Lo hice hace seis años, pero no lo hice porque tuviese algo que esconder o porque le tuviese miedo a Blake Cameron, lo hice por ti y por mi padre; no deseaba que ustedes se vieran afectados por lo que había ocurrido entre nosotros y veo que fue así.
Hilary bajó el rostro.
—Tuvimos algunos problemas financieros hace unos dos años, Daniel buscó ayuda en Blake y le ofreció el 50 % de la compañía, él aceptó sin dudar.
—Por supuesto que Blake no iba a negarse, es un tiburón para los negocios y papá le entregó en bandeja de plata la mitad de la empresa.