Enamorados

El impulso de seguir a Nash fue grande, Alana tuvo que hacer un esfuerzo para no ir detrás de él, pero algo en su interior le decía que el amigo de Matthew necesitaba quien lo escuchara, sobre todo, necesitaba aceptarse tal y como era. Vivir para complacer a los demás, era sin duda la peor manera de vivir.

—¿Alana? —la voz de Matthew le hizo girar el rostro, ella le dedico una ligera sonrisa, antes de acercarse con el vaso de agua.

—¿Necesitas que te ayude a llegar a la habitación? —le preguntó Cody a Matthew.

—Tengo que acostumbrarme a las muletas —respondió con resignación.

—No debiste terminar lesionado —dijo Cody de repente.

—Estoy totalmente de acuerdo contigo, ese tipo debería ser castigado ¡Es una bestia! —intervino Alana sin dejar de mostrar su molestia.

—Pensé que no te gustaba el fútbol —se burló Cody.

Alana se sonrojó, ¿qué iba a decirle? “¿Empezaba a gustarme, pero estoy pensándolo mejor?” Alana había vivido lo últimos dos partidos como si fuera una experta en d