Riesgos Aceptables

Usaba 23. 8 miliamperios, estaba seguro que los investigadores después de un arduo trabajo darían con la cantidad de amperios. Así que fui cuidadoso y tampoco dejé de usar cantidades múltiplos de 5, todo menos esa cantidad tan perfecta que guiaba mi vida. En mi cuarto tenía una mesa, cuatro sillas de plástico por si había invitados. En la mesa una laptop, un mouse, un iPod, una tetera y un par de audífonos. Cuatro parlantes y una caja central, su cómoda se dividía en 5 secciones; la primera era de 15 camisas y 15 pantalones, la segunda era 10 conjuntos de ropa de deportes, la siguiente sus 10 pares de medias y 10 calzoncillos. La cuarta tenía cuadernos llenos de fórmulas y ecuaciones valiosas además de sus tesis y patente que estaba bien guardado en un folder son 5 capas. Por último, unos libros sobre temas de ingeniería en caso de que necesitara conseguir algo rápido y como muestra de respeto a los mismos, los cuales tanto me ayudaban en clases.

Asimismo en las apuestas realizadas los viernes, solo 5 apuestas en cada noche. Siempre quedan riesgos aceptables y sospechas cuando todo señalaba el número cinco. Estando a un mes para los dos años la prensa no solo se había dado cuenta de mi existencia sino que la gente misma ya empezaba a defenderse de los saqueadores, "Si un viejo puede hacerlo, ¿Por qué nosotros no?" se decían entre ellos. La gente no era ingeniosa, unos morían, otros usaban armas electrochoque y unos con sus propias armas, eso era bueno. Ese es el camino con menos riesgos.

Cuando descubrieron de mí existir, lo usaron como símbolo de defensa y así dio nacimiento a "Los Imitadores" me preocupaba el hecho de que usaban un traje similar al mío, mataron a otras bandas. Y que al igual que yo salían los viernes y electrocutaban a sus víctimas, me carcomía aunque puede que sea gente normal imitando para no ser contada. Me puse a investigar un poco sobre "Los Imitadores" y me topé con una gran sorpresa, resulta que no siempre dejaban a uno con vida para ser torturado electrocutándolo sino que una vez hayan muerto todos elegían al azar para que lo electrocutaran. Eso significaba que quieren que parezca que yo lo hice, el arma que utilizaban era un electrochoque de una sola mano y por lo que mostraban los videos, la forma en cómo los mataban supe al menos que usaban 30 amperios la pistola, muy peligroso el asunto pero mientras no sea de imitación exacta... es un riesgo aceptable

Lo que si llamaba la atención era la aparición de más "imitadores" en otras ciudades, los reportes de personas electrocutadas eran escasos en comunidades aledañas, es cuestión de tiempo para que se esparcieran. Una vez pase eso las calles rápidamente se volverían más peligrosas para los delincuentes y ya que todo éste en toda la sierra, selva y costa, aceptarían la idea. Bueno aunque unos mueran o sean atrapados, pero si lograra que se expandieran lo suficiente podría dejarlos sin problemas para tarea de "Los Imitadores".

Con suerte mi plan de "Imitadores" desde que comenzó, proyecte que se lograría en unos 5 años, con gente capaz de erradicar criminales sería sencillo organizarse y atacar a gobiernos corruptos. Peligroso tal vez, pero con tal de que incitar esa llama... Era cualquier riesgo era aceptable. Incluso dispuesto a sacrificarme por una sociedad justa al final del día, ese era mi plan desde el inicio. Viernes de mi aniversario decidí celebrarlo destripando las piernas y brazos de mi presa, abriéndole el estómago para finalmente electrocutarlo mientras le abría la garganta y dejarlo desangrar, para recordar los buenos viejos tiempos en el que tenía que ocultarme y diferenciarme de "Los imitadores". Era para cerrar esa vieja fase y pasar a la siguiente.

Han pasado dos años ya... y al parecer me e convertido en un símbolo de justicia, lo cual me daba gracia, después de todo era parte del plan, el gusto al asesinato cuando me nació decidí que la mejor manera de progresar sin ser muy cuestionado la matando solo criminales, aún siguen los deseos de acabar con todas las personas, pero... si puedo matar a cualquiera ¿Por qué no mejor apoyar a la sociedad acabando con escorias?

Estos traían riesgos aceptables que me empezaban a preocupar nuevamente, ya no podía ocultarme de los demás quienes sabían sobre la existencia de un cazador de asesinos. Sabían cómo vestía y perturbador modo de matar a mis presas, quise mantenerme por más tiempo para durar más, pero como la reacción por parte de los policías era pésima, estaba bien que hayan tardado dos años en darme a conocer, si todo iba bien podría seguir unos tres años más. La prensa me identificaba como "El electrocutado" porque siempre dejaba una víctima electrocutada y así empecé a llamarme.

No me agradaba el nombre pensé en buscarme una más digno, tal vez escribiendo en un cuerpo y cambiaran mi apodo, pero me expondría. Desde mi tipo de letra incluyendo detectando con que mano escribo... me exaltaba aún más, aún más peligroso todavía; sería tenerme en mira y atraparme como poniendo cámaras para hallarme, sería difícil. Voy en calles donde no hayan cámaras igual me escondo antes de cambiarme, pero aun así, iba ser más cuidadoso. Teniendo extremas medidas durante el siguiente año debía ser menos sospechoso como nunca.

Era tiempo de ser más social en la universidad, mejores coartadas como bares y personas, en los descansos iba y conversaba con mi método normal. Identifique al más sociable de algunos grupos y hable con ellos; en menos de dos meses ya estaba dentro de algunos grupos conversando y planeando con ellos, fácil pero... ¿Seguiría así por tres años? Era aburrido hablar con la gente sobre temas sin interés, estar atento a cualquier comentario para añadir algo y ser reconocido como miembro del grupo. A veces uno se reía y se divertía, eso es bueno pero al final del día seguía siendo aburrido, todo sea por una coartada sólida. 

Mientras tanto, la policía aumentaba sus esfuerzos. Pero fracasaban miserablemente, muchos imitadores que habían comenzado ya fueron arrestados y confesaron ser "El Electrocutador" (ósea él) pero el método final que ocupaba de cantidad de voltios era poco aceptable, por lo que los descartaban.

Eran todo tipo de imitadores, los que no mataban y solían atrapar gente, por otro lado los que si mataban pero rápidamente y sin electricidad (pistolas, puñales, lanzar dagas, etc.). Unos utilizaban armas de electrochoque modificadas, algunos demoraban en sacarlas por como lo escondían; eran pocos los que lo usaban en la manga como mayor eficacia. No me gustaba que asesinaran más de la que considero que debían morir, eso incluyendo a borrachos e indigentes, eso era demasiado para mí pero prefiero más los que atacan en diferentes días, técnicamente yo cubro los viernes.

Así que me era beneficioso que otros tomarán el resto de los días y en el peor o mejor momento de los casos, podría cambiar de día para poder despistar aún más a la policía. Provocando más miedo en los ladrones y más trabajo en los policías, todo esto avanzaba bien durante los primeros cuatro meses, un nuevo modo de operar, era mejor así; aunque no podía confiar totalmente que estarían así siempre. En mis viajes seguía contratando a asesinos, era momento de cambiar asesinos, habiendo Imitadores sería menos sospechoso para otros ser contratados con la única condición de usar el método el "El electrocutador". Era tiempo de buscar nuevos reemplazos, era mejor así. Un nuevo año, nuevos asesinos. Consultando en los barrios bajos y ponerlos a prueba, una vez conseguido el seleccionado eliminaba a uno de los miembros del año pasado y listo, podría tomar el trabajo de "El electrocutador", después de todo eran delincuentes.

Otro viernes tras una larga fiesta con mis amigos convenciéndolos en tomar bebidas alcohólicas fuertes en lugar de simple cerveza, no era motivo de estar afuera un día así de maravilloso. Fui a mi casa, tomé un café para contrarrestar el mareo, me aliste y me retiré en busca de conseguir una nueva víctima. A pesar de la sobriedad, matar era relativamente fácil, pues estaba protegido bajo todo ataque, salir a buscarlos, a esa gente ratera me fue difícil. Mis sentidos no funcionaban como debían y estaba muy relajado como para poder concentrarme. Buscando por la calle a las afueras de la ciudad, encontré unos cuantos drogadictos, acabé con ellos rápidamente. Debido a mi estado mental necesitaba algo mucho más emocionante, degollar a gente estúpida no era divertido, seguí corriendo pero una bala pasó por mi brazo izquierdo. Voltee hacia el lugar en donde había salido y en ella habían tres sujetos, todos con sus pistolas en la mano. 

—Vaya, vaya, vaya, los rumores de que resistes a las balas eran ciertos. Me pregunto si tendrá un traje. ¡DISPAREN!. —dijo el líder del trío mientras corría hacia ellos, tenía mis ojos al de la escopeta.

Mi chaleco no resistiera a tantos balazos de esa arma, así pues, empecé a enfrentarme contra ellos que al igual que yo llevaban algún tipo de protección. Disparando a la cabeza cayó uno, comencé a reírme mientras lo hacía; el de la escopeta se acercó y me disparó desgarrando mi chaleco. Solo alcance a darle en la cabeza y cayó, tomé la escopeta en cuando se aproximaba el tercero del grupo dándole en las piernas pero se levantó muy despacio y disparó hacia mis manos. Estaba lejos el atacador, decidió huir porque me estaba por levantar, quería cazarlo, intente dispararle pero ya no tenía balas sin embargo quedó mucho más herido que yo.

Una vez se alejó, agarre un cuerpo y lo arrastre donde había un poco de mi sangre para mezclarla con la suya (esto con el fin de que la hora de que estudiaran la sangre no pudieran compararla), camine a unas calles después hasta que me topé con unos drogadictos y eche con ellos, espere media hora para poder cambiarme y regresar a casa. Tuve que tener mucho más cuidado pues ahora yo era la presa.

Finalmente regresé a casa, saqué todo mi equipaje y me echo en un segundo, fui a ducharme para limpiar mis heridas de la tierra. Adolorido busque en la repisa alcohol común y alcohol yodado, me lo eché primero al alcohol para finalizar mi limpieza después el yodado para cicatrizar mis heridas rápido aun con el horrible dolor me dormí. A la mañana siguiente sentía un dolor agudo, me levante, no sanaban aun; así que no asistí al gimnasio por unas semanas. Por suerte me llevaría menos de una semana, tenía que esquivar a mis perseguidores por un tiempo me centraría en cazar al que pueda hasta conseguir un mejor chaleco anti-bala. Nada de metal ya que eso sería demasiado lento pero no había de otra. Solo podía confiar en los chalecos... cualquiera herida... era un riesgo aceptable.

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