Capítulo 10
Kamila
Miro incrédula al hombre frente a mí, debido a si gran contradictoria conmigo. Puesto que yo afirmaba no conocerlo y él decía que si me conocía.
– ¡Vaya! Me parece que aquí está pasando algo – dijo un tipo rubio de los que lo acompañaban.
– Es verdad – afirmó mi hija – ¿Se conocen o no?
Sin siquiera decir nada todavía, miro de nuevo a aquel hombre de ojos azules y definitivamente no recuerdo haberlo visto antes. Sin embargo, hay algo en el que me inquieta demasiado.
– Estoy segura de no haberlo visto antiguamente, si lo hubiese conocido de seguro me acordaría – dije sin más.
– Pues a mí se me hace que su memoria le está pasando malas facturas, ya que yo si recuerdo perfectamente dónde y cunado la he visto. Solamente que no lo diré ahora por qué no es el lugar.
– Insisto señor, pero si usted quiere pensar lo contrario es muy su problema.
Una repentina molestia llegó a mi sistema, puesto que no me gustaba repetir mucho las cosas y a tanta insistencia de él ya