Subí a mi cuarto; me quite la playera, y me tumbe en la cama, no podía dejar de pensar en mi luna se olor tan adictivo, su cuerpo y esos ojos hipnotizantes, cerré los ojos y recordé hace unos momentos cuando nos conocimos; su loba era hermosa, su pelaje gris con destellos blancos, tenia el mismo tamaño que el mío y eso que soy un Alpha, quizá ella también; por su forma de ser tan posesiva, fuerte y majestuosa.

KAY

*Mi luna es perfecta ¿No entiendo como es que la dejaste ir?*

LEVYAN

*Yo tampoco quería dejarla ir, pero ella insistió aparte ¿Quién fue el que cuando escuchó las palabras MI UNICO ALPHA ERES TÚ comenzó a ronronear y se distrajo?*

KAY

*Ha, de solo recordarlo hace que mi pelaje se erice*

LEVYAN

*Entonces no me reclames, a fin de cuentas es más culpa tuya que mía*

KAY

*Necesitamos un baño con agua fría*

Cuando Kay dijo eso levanté mi cara y vi el bulto en mis pantalones.

-Ah- suspire.

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