(Renata Pellegrini)
- ¿Adónde vais? - pregunta Filippo.
- A la contina. - Respondo sin mirarle y salgo del ascensor. - Aún faltan cinco minutos para que empiece mi jornada laboral.
No espero respuesta, me doy la vuelta y voy directa a la cantina, no tardo ni dos segundos en encontrar a la chica pelirroja, está sentada con Caio, armándome de valor me acerco a ellos y arrastro una de las sillas libres de la mesa.
- Buenos días. - saludo al sentarme.
- Buenos días. - Caio y Amanda responden juntos, no puedo evitar sonreír, por lo que parece Caio ha conseguido convencer a Amanda.
Miro agradecida a Caio que solo me sonríe, mordiéndome el labio inferior vuelvo a centrar mi atención en Amanda, estaba echando mucho de menos a mi mejor amiga.
- Amanda -la llamo- Tú, eh...
- Realmente es una pequeña zorra- dejo de hablar cuando oigo que alguien susurra, y tengo la impresión de que se trata de mí, reconozco esa voz, es la mujer que me dijo que tuviera cuidado al cruzar la calle, porque nunca se