Capítulo 57. Una vez explotador, siempre explotador.
El edificio desde el que íbamos a saltar resultó ser una especie de bodega por lo que no hubo resistencia o lobos dentro del lugar. Llegar a la azotea fue la parte fácil.
Busqué en los dos pisos del lugar una escalera pero no encontré nada parecido; tendría que correr, saltar y rezar por no romperme la cabeza contra el suelo ya sea del otro lado de la ventana o dos pisos más abajo.
Así que la decisión aquí sería sencilla: Saltar ahora o esperar a Edson.
Me asomé brevemente para mirar la situación de abajo; Edson se encontraba intercambiando golpes ligeros con los guardias. Fruncí el ceño porque no veía fuerza en sus golpes, quizá aún estaba herido y la misión le quedaba un poco grande en este momento.
Lo observé por un minuto más antes de decidir que no necesitaba mi ayuda porque los guardias se movían igual de lento. Me encogí de hombros y caminé hasta el extremo opuesto de la azotea.
Cerré los ojos para armarme de valor al mismo tiempo que comenzaba a dar pequeños brinquitos par